lunes, 23 de julio de 2012

GOBERNAR LA MISERIA (II)


España supera en la actualidad en 24% de paro global y más del 52% de paro juvenil. Una situación insostenible para recuperar nuestro crecimiento y una economía fluida y ágil. Sin embargo, las distintas administraciones están absorbidas por el llegar a fin de mes, tener liquidez, efectuar recortes en lo que puedan y ver cómo pueden acabar este año sin muchos números en rojo.

Bajo mi punto de vista están olvidando su verdadero objetivo. En política, la gestión de lo público, tiene dos vertientes bien diferenciadas: en primer lugar, la propia gestión, eficaz, eficiente, saneada, de calidad, que por la experiencia acumulada en estos años podemos afirmar que dista mucho de haber cumplido con sus fines. Pero, de otro lado, la gestión de lo público debe incorporar, indefectiblemente, el máximo nivel de previsibilidad que garantice un desarrollo armónico y nos prepare para afrontar el futuro.

Este nivel de previsibilidad, a su vez, tiene dos finalidades. La primera, evitar la improvisación, que es lo que está ocurriendo ahora en todas las administraciones públicas; y la segunda, adelantarse a los acontecimientos poniendo en marcha políticas con visión de futuro que coadyuven a paliar efectos de una situación no deseada.

No dudo que la prioridad está ahora en cómo llegar a final de mes sin causar demasiados estropicios, pero si las administraciones públicas, especialmente el Estado y las Comunidades Autónomas, no se ponen manos a la obra en un nuevo diseño de nuestra economía a futuro, lo más probable es que perezcamos en el intento.

Hemos de trabajar con la perspectiva y el diseño de la España que queremos en el año 2050. Para eso están los planificadores, que partiendo de una realidad dada (diagnóstico), dibujan un escenario de cambio a largo plazo que contiene todos los parámetros necesarios en pasos a dar para transformar dicha realidad (tratamiento).

Los que hemos trabajado en Planificación Estratégica para el Desarrollo, no sólo sabemos que esto es posible por las experiencias acumuladas en América Latina y África, sino que en el caso español y europeo, es absolutamente imprescindible.

Podemos cebarnos con el análisis de la situación a corto, crucificar todo lo que queramos o imponer penitencias a los culpables. Pero si no actuamos ya en diseños de escenarios distintos al actual, con previsiones a medio y largo plazo introduciendo las modificaciones necesarias, paso a paso, para poder conseguir nuevos objetivos, lo que estaremos haciendo es “Gobernar la Miseria” y ustedes me disculparán, pero eso lo hace cualquiera.

El perfil del político debe cambiar de inmediato. Mucho más cercano a la realidad social y con experiencia profesional, motivando los planes citados, con capacidad de diseños a futuro, analítico, generador de cambio social y estadistas. Andamos escasos en la actualidad de esos perfiles en PP y PSOE, por eso hemos de proceder a cambios de opciones que anulen un bipartidismo trasnochado y vayan al fondo de la labor real que ha de cumplir la política.



domingo, 15 de julio de 2012

LA GRAN MENTIRA DE RAJOY


Después de los últimos recortes del gobierno del PP, Rajoy se enfrenta a su nivel más bajo de apoyo ciudadano y se encuentra en un momento muy difícil para mantenerse en el poder. Con una pretendida apuesta por la transparencia y comunicación de la realidad que vivimos en España y la necesidad de que el ciudadano entienda y apoye las estrecheces impuestas desde fuera, motivadas por la recurrente herencia socialista, me temo que Rajoy oculte la verdad a los ciudadanos: El Rescate a lo grande.

Zapatero no supo reconocer las dificultades de la crisis hasta finales de 2008, momento en el que Comisión Europea le dijo: “hasta aquí hemos llegado”. Tardó un año más en analizar qué podría hace sin erosionar la tendencia socialista del gobierno. No tuvo más remedio que tomar medidas en Mayo de 2010 (demasiado tarde), para evitar el rescate de España por parte de la Unión Europea. Realizó unos ajustes duros, pero absolutamente insuficientes, que le costaron las elecciones. A principios de 2011 la Comisión Europea volvía a la carga y a indicarle a Zapatero que los ajustes eran mínimos y que era preciso rebajar el déficit de forma inmediata. En ese momento echó números, a sabiendas de que el Rescate sería inevitable y decidió adelantar las elecciones y que el marrón se lo comiera Rajoy, bajo la presunción de que las durísimas medidas a aplicar por el PP devolvería la mirada de los electores al PSOE en próximos comicios.

Rajoy conocía el pastel antes de tomar posesión como Presidente del Gobierno, siendo consciente de que el déficit acumulado de las comunidades autónomas haría subir en 3 puntos el déficit, colocándolo en el 8’9, en lugar del 6 indicado por el gobierno saliente. En el diseño de su gobierno buscó alguna gente experta para afrontar el grave periodo que le esperaba, pero fundamentalmente diseñó una estrategia para engañar a los ciudadanos, estrategia que de momento le está dando resultado.

Europa quiere rescatar a España a lo grande, como país, igual que hizo con Grecia, Portugal e Irlanda. Todos saben que no hay otra solución. Y entonces inventaron y diseñaron en una mesa la estrategia para llegar al escenario del Rescate:

1)     Proceder a una división del rescate en dos partes, de forma que aminore la percepción de fracaso de un gobierno con mayoría absoluta. Ello se traduce en pactar con la UE un rescate a la Banca, camuflado de préstamo no gubernamental pero con cargo al déficit del Estado, que haga descender la cantidad necesaria para el Rescate grande.

2)     Introducir las medidas de obligado cumplimiento para que en el momento en que se aplique el Rescate grande, ya se encuentre avanzada la aplicación de ajustes estructurales y los ciudadanos no perciban como “demasiado fuertes” las que aún faltarían por aplicar.

3)     Dejar para el último momento (el momento de solicitar el Rescate grande) las medidas fuertes de reducción de empleados públicos, nuevas bajadas salariales, nueva subida del IVA al 23%, privatizaciones, etc.

El proceso del Rescate a España está en marcha desde Enero de 2010 que le fue comunicado a Zapatero. Rajoy lo supo desde el primer momento y lo que están haciendo es jugar al escenario de introducirnos poco a poco en las fuertes medidas de recortes que lleva implícito el Rescate grande. El mismo será planteado como una necesidad para escapar del ataque de los mercados, que mantienen nuestra prima de riesgo por encima de los 500 puntos y el pago de la deuda a 10 años por encima del 7%. El dinero prestado en el rescate lo será a niveles más bajos de interés, hará bajar a medio plazo la prima de riesgo y estaríamos hablando aproximadamente de unos 500.000 millones de euros.

La Unión Europea y el FMI necesitaban tiempo para reunir el dinero suficiente en la bolsa para rescates antes de dar la orden para que España fuera intervenida. Ese momento ya ha llegado, el dinero está listo y en unos meses se ordenará el Rescate grande. Rajoy ha intentado jugar con los tiempos y las medidas, de tal forma que desde el principio nos viene vendiendo que las medidas que toma son obligatorias por las recomendaciones comunitarias y que los españoles fuésemos digiriendo que estamos intervenidos de forma dosificada.

No se puede engañar a la ciudadanía por más tiempo. Hay que decir la verdad y alejar de la aplicación de las políticas públicas el devaneo, las mentiras, las estrategias de comunicación, de plazos y de medidas. España está intervenida y vamos a por el Rescate grande planificado desde el principio por el equipo del Partido Popular. Esa es la gran mentira de Rajoy.

sábado, 7 de julio de 2012

ESPAÑA EN FIESTAS


Ha comenzado la larga etapa estival y se reproducen toda una serie de ferias y festejos por todo el mapa español. No habrá municipio que no celebre sus fiestas populares y, aunque este año gastemos algo menos, seguiremos acudiendo a los eventos organizados por nuestros miles de ayuntamientos en plazas y barriadas.

Mientras tanto el gobierno de Rajoy se prepara para dar uno de los mayores zarpazos en recortes hasta la fecha y eso que ya van muchos. Aprovechando que el Guadalquivir pasa por Córdoba y que los españolitos estaremos aún celebrando la Eurocopa, tomando un espeto de sardinas o filetes empanados con tortilla en las playas más cercanas, el Consejo de Ministros del próximo viernes promete ser histórico.

El martes 10 de julio, la Comisión Europea nos trasladará su recetario (de cumplimiento obligatorio) para que el PP lo cumpla a rajatabla, sin rechistar. Medidas que el viernes serán refrendadas en la Moncloa y trasladadas al personal mientras degustamos un tinto de verano. Definitivamente parece que el rescate a la banca irá con cargo a la deuda y no directamente a los bancos como habían pretendido vendernos la semana pasada.

A Merkel le cuesta abrir el bolso, pero si lo hace no quiere sorpresas y la garantía máxima la da un gobierno que asuma su deuda con el dinero que saque la alemana incluso aún siendo del monedero. La calderilla de este rescate bancario tiene un yugo más a añadir a nuestro escuálido presupuesto general: 8.000 millones de intereses anuales que tendremos que pagar. A ello habrá que añadir el engañabobos del dinero a entregar a los bancos (cajas), que les servirá, precisamente, para pagar sus deudas con el principal banco alemán y dos bancos franceses. De préstamos, a las PYMES y a particulares, los justos para cubrir el expediente.

Las medidas del próximo viernes, como decía, serán de armas tomar (quizá no sea sólo una metáfora), ya que prevén reducir en 30.000 millones más el presupuesto general del estado, más recortes a la sanidad y a la educación, reducción de una paga extra a los funcionarios, subida de impuestos y una batería de controles a los gastos de la administración descentralizada que hará temblar a las CCAA y Ayuntamientos.

Es un buen mes Julio para estos menesteres. De los pocos días que uno puede respirar vacación, contacto con amigos y actividades lúdicas, donde apenas si encendemos el televisor ni escuchamos la radio. Franco ya lo utilizó en muchísimas ocasiones: “a población dormida, clavada y exprimida”. Pero en esta ocasión el tiro le puede salir por la culata a Rajoy.

Los españoles ya nos estamos cansando de su mal hacer, de los engaños manifiestos que uno tras otro impone cargados de una ideología privatizante y falta de alternativas que podrían aplicarse con facilidad. No hay sólo una salida, sino múltiples y no necesariamente hemos de aplicar aquellas que afecten en mayor medida a la población en general.

Si la prima de riesgo llega a consolidarse en torno a los 600 puntos y el bono a 10 años lo pagásemos al 7%, España está condenada al RESCATE A LA GRANDE (como el órdago) y les aseguro que estamos muy cerca de que se produzca este escenario. Entonces tendremos que decidir en serio si modificamos nuestro actual modelo de estado transformándolo en uno mucho más eficaz, económico y eficiente, eliminando las diputaciones provinciales, mancomunidades, entes comarcales, empresas públicas y fundaciones, unificando ayuntamientos, incluso reduciendo comunidades autónomas.

Modificar todo ello no es ningún drama. Los padres de la Constitución nos plantearon una propuesta organizativa del estado que ha quedado caduca y que, además no podemos pagarla. El ahorro conseguido con todo ello bastaría para evitar el Rescate Grande, pero para ello los viejos y rancios partidos tienen que renunciar a sus privilegios, a sus miles de puestos a cargo de la administración.

Mucho me temo que no querrán hacerlo, que incluso prefieran hundirse con el barco a cambiar el modelo administrativo de nuestro país. Pero han de ser conscientes de que o se realiza un cambio profundo o el Rescate llegará más temprano que tarde.