El domingo 14 de abril
se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela, tras la muerte de Hugo
Chávez Frías. El país vuelve a verse inmerso en la batalla electoral donde, sin
duda, el presidente fallecido estará más que presente.
El heredero, candidato
oficialista y Presidente interino, Nicolás Maduro, va a aprovechar el tirón
mediático y sentimental durante este mes de campaña para consagrarse como la
figura del continuismo de Chávez. De otro lado, Henrique Capriles, ha asumido
volver a presentarse contra el chavismo representando a la Mesa por la Unidad
Democrática. Sin embargo, la contienda tiene elementos épicos que merece la
pena reflejar.
Capriles perdió en
Octubre contra Chávez y, a partir de ese momento, la oposición comenzó a desmoronarse
en cuanto a liderazgo. Volvió en Diciembre a obtener la gobernación del Estado
de Miranda, uno de los más importantes del país, pero la Mesa ya estaba
dibujando otros escenarios para futuras elecciones sin contar con él.
No obstante, la premura
de tiempo transcurrido y la inmediatez de la convocatoria actual, han puesto
sobre el tapete su nombre como candidato repetidor, a sabiendas de la enorme
dificultad que tendrá para obtener buenos resultados. La idea principal de la
oposición es quemar a Capriles en esta contienda para no sacrificar a otros
candidatos en el futuro.
Nicolás Maduro, por su
parte, cuenta con un voto seguro de partida que es el de Octubre pasado, que
sin duda se verá incrementado por algunas capas de la población a las que la
figura personal de Chávez les resultaba demasiado exagerada. Sin duda,
aprovechará todo el aparataje del estado, como Presidente interino, para
realizar su campaña electoral y su mensaje se va a centrar en la fidelidad a la
figura y programa del presidente fallecido, comprometiéndose a profundizar en
el ideal bolivariano chavista.
Maduro tiene la campaña
hecha, solo le falta pasear su rostro por todo el país durante 30 días.
Capriles ya hizo su campaña en Octubre y ahora sólo puede añadir algunas
controversias interpretables de la Constitución porque el programa del
oficialismo será el mismo.
Venezuela avanza a un
cambio de persona donde todas las encuestas dan como seguro vencedor a Nicolás
Maduro. Nadie puede esperar de estas elecciones una propuesta de cambio social
o de transición, ya que la imagen de Chávez revoloteará sobre los cielos
venezolanos el 14 de Abril a la hora de ingresar el voto en el colegio
electoral.
De lo que haga Maduro
en el futuro inmediato dependerá que Venezuela recupere en el panorama mundial
una imagen diferente, mucho más abierta, menos personalista, dialogante,
respetuosa y ganarse el respeto que supone pasar de asumir una presidencia por designación a una
elección directa del pueblo venezolano.
3 comentarios:
En todo caso parece que nada bueno en el horizonte de ese bello pais.
En todo caso parece que nada bueno en el horizonte de ese bello pais.
En todo caso parece que nada bueno en el horizonte de ese bello pais.
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