jueves, 25 de abril de 2013

MALOS GOBERNANTES


España vive una crisis con precedentes, aquellos que ocurrieron a mediados de los 70, los primeros de los 80 y los de mediados de los 90. Es cíclico, se repite cada x años, por lo tanto, predecible y evitable. Bien es cierto que la crisis que vivimos actualmente tiene sus propios tintes, como todas, pero refleja fielmente la incapacidad de nuestros gobernantes para prevenir, planificar y evitar sus consecuencias.

Este es el principal problema que tenemos con los gobernantes. No que defiendan unas ideas u otras, no que estén muy alejados de lo que siente y padece la población en general, sino su falta de preparación para abordar desde la previsibilidad el necesario adelantamiento a la realidad social.

Trabajar en Planificación Estratégica es una verdadera aventura vital y me ha hecho, a lo largo de los años, comprender que todo es modificable, convirtiéndonos en agentes de cambio social, con la necesaria capacidad para introducir los cambios necesarios, siendo fundamental contar con un perfecto análisis de la situación de ahora mismo, partiendo de lo ocurrido anteriormente y dibujando escenarios de lo que puede ocurrir en los próximos periodos.

El cuerpo político no sabe y no quiere realizar esta labor. Principalmente, porque la misma se tiene que dar a medio y largo plazo y nuestros políticos son demasiado cortoplacistas, pensando siempre en las próximas elecciones desde el primer momento en que comienza su periodo de gobierno. Todo aquello que se hace, aprueba, propone, se hace pensando en la repercusión que tendrá sobre resultados en  las próximas elecciones. Esta estrechez de miras nos coloca a los ciudadanos en un callejón sin salida, ya que la aplicación de las políticas necesarias debería contar con  acuerdos muy amplios y de largo alcance, mientras que lo que se practica habitualmente son medidas viendo los árboles que impiden ver el bosque.

La ciudadanía se despega de la clase política, pierde la fe en la democracia y deja de acudir a las urnas. Consecuencias que nunca han afectado a los partidos tradicionales y viejos porque solo piensan en los porcentajes de voto que asignan escaños, incluso en privado aplauden la baja participación porque así los más críticos con la situación dejan de influir en los resultados de las urnas y salen beneficiados.

Es la hora de que asumamos nuestra responsabilidad en la buena elección de los representantes, controlar el funcionamiento de las instituciones, evaluar permanentemente las tareas de gobierno y a los partidos políticos. Es la hora de asumir que somos los únicos que podemos cambiar esta situación y que podemos remover del escaño a todos aquellos que lo hagan mal.


lunes, 15 de abril de 2013

VENEZUELA EN LA ENCRUCIJADA


Después de celebradas el pasado domingo las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela y vistos los resultados, podemos extraer algunas conclusiones que nos ayuden a entender qué les espera a los venezolanos en los próximos meses y años.

En primer lugar, determinar de la forma más transparente y urgente posible la limpieza del proceso electoral. No debe quedar ninguna duda del resultado real del escrutinio. De no ser así queda abonado el terreno para una escalada de violencia política que será fuertemente reprimida por el gobierno de Maduro.

Manteniéndose el resultado actual, Nicolás Maduro será investido presidente el 19 de Abril, viernes próximo, con un periodo de vigencia hasta 2019. A partir del minuto uno, Maduro tendrá que comenzar a atender los problemas reales que tiene Venezuela: Inseguridad ciudadana, con una violencia que convierte al país en un peligro real para los ciudadanos, con más de 16.000 muertes anuales; suministros y abastecimiento de productos básicos, procurando erradicar la escasez actual; empleo y crecimiento económico, pues las últimas devaluaciones de la moneda han empobrecido el día a día de los venezolanos.

A nivel interno de su partido, Maduro va a enfrentarse a muchos movimientos autocríticos que le achacan los pésimos resultados obtenidos, a pesar de la victoria, y de haber dilapidado la herencia Chávez. Ya ha sido acusado por sus propias huestes de no saber representar al socialismo bolivariano y van a intentar moverle la silla desde el primer momento. En ese contexto, Maduro va a tener que dedicar mucho esfuerzo de su tarea personal a poner freno a la cadena sucesoria y a las luchas intestinas, en detrimento del ejercicio de la Presidencia.

De otro lado, el opositor Capriles es la segunda elección que pierde en seis meses y, sin duda, la Mesa por la Unidad comienza desde ya a buscar un relevo para las próximas elecciones, máxime con el terreno abonado para que pueda darse la alternancia en 2019, o quizás antes, dependiendo de cómo vaya evolucionando el mandato de Maduro.

Los resultados han sido una verdadera sorpresa por lo pírrica de la victoria. Pero si bien es cierto que Maduro tendrá problemas en su patio interno no lo es menos que a Capriles ya lo han dado por amortizado y aparecerán varias propuestas de relevo opositor poniendo en peligro la propia Mesa por la Unidad, lo que le daría un pequeño balón de oxígeno a Maduro en su tarea presidencial.

sábado, 6 de abril de 2013

ELECCIONES EN PARAGUAY


El domingo 21 de abril se celebrarán elecciones presidenciales en la República de Paraguay. Además de la dupla Presidente-Vicepresidente, se elegirá el mismo día a 45 senadores, 80 diputados y 17 Gobernadores, uno por cada departamento del país.

De las once candidaturas que se presentan a la presidencia, cabe destacar dos de ellas como las que más opciones tienen de obtener el triunfo. Por un lado, la encabezada por Horacio Cartes, del Partido Colorado, que lidera las encuestas de opinión. Cartes llegó al partido colorado en 2009 y se ha hecho con la candidatura en primarias. Procede del mundo del deporte y ha triunfado en diversas empresas del país relacionadas con la banca, tabacalera, licores y otras.

En segundo lugar, en las encuestas, se sitúa la candidatura de Efraín Alegre, encabezando la lista de Alianza Paraguay Alegre. Efraín viene de la política como senador, diputado y ex ministro de obras públicas y comunicaciones en el gobierno de Fernando Lugo. Entre los dos candidatos favoritos hay una distancia de 5 puntos a favor del primero, que se ha ido acortando a lo largo de los últimos días.
Los paraguayos esperan resolver, de forma definitiva, el conflicto generado por la destitución del presidente electo Fernando Lugo tras un controvertido juicio político, que colocó al frente del país a Federico Franco en junio de 2012. Ello le ha costado a Paraguay el boicot por parte de MERCOSUR, la propia Organización de Estados Americanos (OEA) y de cuantos organismos regionales y subregionales formaba parte. Este periodo de aislamiento tiene que concluir y será a partir de las elecciones del 21 de abril cuando Paraguay recupere plenamente sus relaciones internacionales y su participación en los sistemas de integración.

Analizando las propuestas electorales de ambos candidatos se puede concluir que Horacio Cartes presenta un programa tipo, basado en la recuperación de la normalidad democrática del país y de las relaciones con la región. Su discurso llega bastante a la población al presentarse como una propuesta nueva y con mucha popularidad por su deriva futbolística, pero realmente representa los intereses del Partido Colorado creado en 1887 y que ha gobernado el país decenas de años, entre ellos los de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

Por su parte, el programa de Alegre ha centrado sus propuestas en varios elementos clave, como la educación, la salud, la economía y los servicios, con planteamientos técnicos y un gran equipo humano para afrontar esta nueva etapa del país. Los paraguayos tienen la palabra y necesitan urgentemente un gobierno fuerte que les devuelva la ilusión para luchar contra la pobreza instalada y terminar con su duro aislamiento internacional.