lunes, 29 de junio de 2015

OTOÑO CALIENTE


Si las altas temperaturas del inaugurado verano amenazan con derretirnos, hemos de prepararnos para un Otoño Caliente en lo político, que nos someterá a un bombardeo de posibilidades y opciones de cambio que, cuando menos, será interesante observar.

Se retiran a sus escuelas de verano, universidades y campus, los sesudos de los partidos para analizar las jugadas, tácticas y estrategias a poner en marcha a más tardar a finales de agosto. Hay quien se atreve a asegurar que Rajoy tiene escondida en la manga la convocatoria anticipada de elecciones generales para el 27 de septiembre, condenando a la oscuridad las autonómicas catalanas. Para ello, tendría que disolver las cámaras en el mes de julio, con lo cual saldremos de dudas en los próximos días.

Lo más probable es que vayamos a las urnas a finales de noviembre, eso sí, con unos presupuestos 2016 aprobados por el rodillo popular que obligará al nuevo gobierno a las típicas modificaciones presupuestarias para cambiar algunas políticas públicas. Mientras el PP se enzarza en sus luchas internas tras los pésimos resultados de Andalucía, autonómicas y municipales, el PSOE intenta sacar pecho tras el peor resultado de su historia desde que las urnas volvieron, amenazados ahora por la imputación en los ERES de Andalucía de dos de sus presidentes y dos consejeros. El verano es posible que les ayude a suavizar el impacto, pero no cabe duda que los viejos partidos están en la UCI desde las europeas del año pasado.

Los llamados “emergentes”, Podemos y Ciudadanos, aprovechan la situación para ir ganando músculo. Se enfrentan a la posibilidad de ser gobierno o de decidir el mismo, con lo cual han de prepararse a fondo para obtener resultados ganadores. Ciudadanos debe aclararse en sus políticas de pactos, pues en municipales y autonómicas ha jugado a varias bandas, cosa que no ha gustado a sus nuevos votantes. Ha apuntalado básicamente al Partido Popular y eso puede traerle consecuencias negativas en las generales.

Por su parte, Podemos, debe aprovechar la frescura de las candidaturas ciudadanas y los avances obtenidos en Cataluña, Galicia, Valencia y Madrid, para impulsar un proyecto lo más amplio posible, si quiere de verdad ser alternativa de gobierno y no un mero soporte del PSOE. El pueblo no quiere ser utilizado para las opciones de cambio, quiere cambio. Por eso habrá que ser muy cuidadoso en lo que se traslada a los electores para evitar caer en la simplona manipulación de siempre.

Equo se perfila como la opción alternativa más consolidada y su apuesta por la confluencia ha sido muy bien valorada en las municipales y autonómicas. Un partido verde que ha ido calando en la opinión pública cada vez más concienciada sobre la importancia y necesidad de la ecología en política.

Así las cosas, el verano y las vacaciones vienen a darnos un “tiempo muerto”, que hemos de aprovechar para ir reflexionando sobre las distintas opciones, antes de llegar al otoño caliente que nos espera.

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