Basado en el análisis del
conflicto en los tres últimos meses, varios analistas sobre la situación y
coyunturas de Estado Islámico, hemos convenido en que se ha producido un
pequeño cambio en sus estrategias militares que puede modificar en los próximos
tiempos la deriva de sus movimientos.
Hasta el momento, el
procedimiento seguido por ISIS era claro: toma de una población, instauración
de la Ley Islámica y del gobierno del Califato, captación de nuevos yihadistas
y dejar al frente del funcionamiento de ese municipio a combatientes heridos o
mutilados, para continuar su avance imparable. Según sus últimos movimientos,
la estrategia militar se mantiene tal cual pero incorporando unos “grupos de
élite” o “vanguardias”, que tantean las opciones de lucha con pequeñas
escaramuzas para comprobar la potencia de fuego de la defensa en las
localidades seleccionadas para el avance.
Dichos grupos le están dando a
ISIS muy buenos resultados, ya que definen con bastante atino el número de
efectivos de sus combatientes que necesitarían para la toma de la población,
así como el arsenal, municiones, pertrechos y transportes, reportando los
imprevistos que pudieran darse y valorando cómo y cuándo actuar. Son unas
avanzadillas de bastante precisión, ya que se mueven con mucha rapidez, son muy
difíciles de detectar por los drones y pueden pasar desapercibidas entre el ir
y venir de grupos de personas en constante trasiego.
Al territorio ya conquistado por
el Califato, que hasta ahora tiene un diseño continuado en su expansión, se van
a sumar estrategias de embolsamiento que tendrían una mayor repercusión en el
medio plazo. Dicho embolsamiento consiste en tomar poblaciones en forma de
círculo dejando en medio del mismo a la más importante y con mayores sistemas
defensivos. Así cortan las posibilidades de suministro y apoyo radial hacia el
epicentro y disminuyen las capacidades en breve tiempo del núcleo más poblado.
A esta nueva táctica habría que
sumar el desgaste que están sufriendo los kurdos por las acciones militares de
Turquía, que han favorecido tanto la movilidad como la efectividad de ISIS. Es
muy posible que los yihadistas opten por hacer incursiones de pequeños grupos
en territorio turco, aunque sólo sea para mantener entretenido a su ejército
mientras continúan su expansión en otras latitudes, sobre todo en Siria e Irak.
En el último trimestre, el Estado Islámico ha avanzado poco en cuanto a
territorio pero ha consolidado sus posiciones y aumentado la formación militar
y el número de sus combatientes. Hoy se estiman en cien mil sus efectivos, de
los cuales algo más de cuatro mil son tunecinos y más de quince mil de
procedencia europea.
Es muy probable que continúen sus
acciones aisladas en territorio europeo, bien con células durmientes o lobos
solitarios, al objeto de mantener la tensión y activados los sistemas de alerta
de sus gobiernos y acrecentar la inseguridad entre la población. Lo cierto es
que, de momento, las acciones contra el avance del Estado Islámico no están
dando ningún resultado destacable.
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