lunes, 13 de febrero de 2012

GRECIA HACIA EL ABISMO


La encrucijada sobre salir de la zona euro o aceptar las imposiciones de la Unión sobre los recortes económicos en Grecia, se ha resuelto in extremis con el apoyo a la propuesta de aceptar el rescate por 199 de sus 300 diputados. El conflicto está servido y nos esperan varios meses de recrudecimiento de las movilizaciones griegas en la calle mientras en los despachos intentan solucionar el cómo dar cumplimiento a las directrices de la troika sin hundir en la miseria absoluta a los griegos.

Ya sabemos todos que lejos de ser una consecuencia de la tan utilizada “crisis internacional”, los gobernantes de Grecia han llevado al país a la bancarrota y a la ruina por su mal hacer, por su falta de estrategia frente a las dificultades que se avecinaban. El país ha funcionado como funcionan la casi totalidad de los países en el mundo, a base de créditos bancarios que se van pagando con otros créditos para pagar los anteriores. Cuando el crédito ha cesado Grecia se encuentra con la obligación financiera de pagar los pendientes para lo cual no le queda otra que, prácticamente, cerrar el Estado.

Para evitar el tener que echar la persiana Grecia sólo podía aceptar la inyección de dinero fresco europeo (135.000 millones de euros) para lo cual habrá de cumplir una serie de exigencias entre las que se encuentra la reducción de empleos públicos de más de 150.000 funcionarios, reducción de salarios, pensiones y un largo etc., que situarán al país en niveles cuasi africanos.

Quiero resaltar en esta entrada el efecto de lo ocurrido sobre España. Si bien es cierto que nuestros bancos no han prestado a Grecia directamente si lo han hecho indirectamente. Me explico. Los gobiernos griegos han recibido ayuda financiera en gran parte de la banca italiana, alemana y francesa, que por este orden quieren cobrar. Bancos que acudieron a comprar la deuda pública, el déficit griego, que este no pagó con puntualidad y que ahora amenazaba con no pagar. La Unión Europea ha conseguido que los bancos acreedores condonen un 50% de esa deuda pero aún han de cobrar la mitad restante.

Nos afecta a España en tanto que bancos españoles sí han prestado dinero a Italia y estos a Grecia, con lo cual si los italianos no cobran los españoles tampoco y así una larga cadena que haría caer la economía europea como una larga fila de fichas de dominó.

La salida de Grecia del Euro no era opción, pues hubiera estallado tal crisis interna que hubiera llevado a la miseria absoluta no solo al Estado sino a los griegos. Pero la alternativa del nuevo rescate también traerá consecuencias de calado para el día a día de los griegos que verán como en poco tiempo pasarán a colocarse en niveles de hace 40 años. Y esto también traerá consecuencias para los PIGS entre los que se encuentra España, porque muchas de las políticas que pretenderá llevar a cabo nuestro gobierno tendrán como referencia las realizadas en Grecia, precisamente para evitar llegar a su situación.

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