lunes, 20 de febrero de 2012

TIEMPOS DIFÍCILES


 La escalada de conflictos internacionales se está acrecentando en los últimos días y todo parece indicar, sin ánimo de ser alarmista, que los tiempos de calma y sosiego en determinados puntos del planeta han acabado.

En Europa son muchos los países que viven en permanente tensión entre ciudadanos y estado debido a los recortes en las prestaciones básicas del llamado Estado del Bienestar que está siendo pulverizado por las medidas anti crisis impuestas desde Alemania y Francia. Nos esperan graves disturbios callejeros, multitud de manifestaciones, huelgas generales, aumento de la inseguridad y un sinfín de movilizaciones que pueden dar lugar a mayores grados de represión gubernamental.

El conflicto en Oriente Próximo está servido, sólo falta indicar día y hora para que estalle en mil pedazos. La situación en Siria expandirá a otros países como Líbano (incluso Jordania) la inseguridad en la zona y habrá estallidos graves de violencia. A ello hay que sumar la inestabilidad generada contra Irán, no sólo a cuenta de su producción nuclear sino por su fuerte presencia militar en la zona, con un amenazante Israel y las primaveras verdes no cerradas con el suficiente grado de sutura ni en Egipto ni en Libia.

Al otro lado del Atlántico, la situación a cuenta de las Islas Malvinas no se presenta precisamente calmada. Varios países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) apoyan a Argentina y considerarán como una agresión propia la que pudiera realizarse sobre el país de la Patagonia. Reino Unido continúa en sus trece de no ceder ni un metro de terreno ni aguas territoriales (lo mismo que con Gibraltar) corriendo el peligro de repetirse situaciones anteriores que no descartan una guerra en la zona.

Los conflictos en Irak y Afganistán, lejos de estar cerrados abren cada vez nuevas brechas de inseguridad implicándose Pakistán y otros países fronterizos en lo que podemos denominar intentos fallidos de la comunidad internacional para solucionar ambas crisis.

Si a ello unimos la inseguridad en Centroamérica y México, provocada por los movimientos de los cárteles y los zetas, que han convertido la zona en el área más peligrosa e insegura del globo, podemos comenzar a afirmar que esta amalgama de conflictos puede ocasionar un fuerte deterioro de la seguridad mundial.

Algunos analistas norteamericanos ya presentan la situación como de pre-guerra mundial no declarada, con conflictos internacionales de baja intensidad, sin descartar que varias empresas multinacionales de armamento, municiones y pertrechos militares, hayan diseñado toda una estrategia internacional que garantice un incremento en los niveles de tensión mundial.

2 comentarios:

JUANJO dijo...

CASI APOCALIPTICO

Anónimo dijo...

Que mal pinta eso... y ayer un parisino harto de pagar impuestos me dijo que su país está en situación de preguerra civil, que el Ejército es el único que puede luchar contra la violencia generada por los inmigrantes y otros habitantes de la "banlieu"... (claro que es un futuro votante de Marine Le Pen, "que no es racista")