El próximo 7 de
Octubre, los brasileños están llamados a las urnas para elegir a sus 5.200
gobiernos locales. En los 83 municipios de más de 200.000 habitantes, podría
celebrarse una segunda vuelta el 28 del mismo mes, en caso de no obtener en la
primera la mayoría necesaria, entre los que tienen mayor importancia los de Río
de Janeiro, Sao Paulo, Porto Alegre, Salvador de Bahía y Bello Horizonte.
Estas son las primeras
elecciones en todo el país con Dilma Rousseff como Presidenta al frente del
Partido de los Trabajadores (PT) y se presentan con una expectación
considerable por conocer el grado de aceptación global de los brasileños a la
gestión de la Presidenta. Si bien es cierto que en las municipales de Brasil
cobran importancia la cercanía y el conocimiento de los candidatos a Alcaldes,
no lo es menos que se trata del primer test real de opinión sobre la acción de
un gobierno que ha superado con creces las expectativas tras la marcha de Lula.
Dentro de dos años se celebrarán elecciones generales y presidenciales en
Brasil y el resultado de los posibles candidatos para esa fecha se pone ahora
sobre las urnas.
En la actualidad el PT
cuenta con 700 alcaldías mientras que el principal partido de la oposición, el
Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB) cuenta con 780. Ambos se plantean
romper la hegemonía territorial de Partido Movimiento Democrática Brasileño
(PMDB) que cuenta con más de mil alcaldías. De ahí que se muestre interesante
conocer el resultado de las próximas municipales para comprobar el peso
específico de los tres partidos principales. El PT aspira a consolidarse como
primera fuerza en las municipales y de conseguirlo sería un espaldarazo a la
gestión de Dilma.
Si bien Brasil ha
conseguido este año desplazar al Reino Unido y ocupar su sexto puesto en la
economía mundial (después de EE.UU, China, Japón, Alemania y Francia), no es
menos cierto que la renta per cápita aún se mantiene en 8.500 dólares anuales.
Y aunque se están realizando enormes esfuerzos en materia de redistribución de
la riqueza, Brasil presenta un Gini (índice de desigualdad) de 51, muy lejos de
los 22 en los que se sitúan Alemania o Francia, pero muy cerca del 45 que
presenta Estados Unidos.
Las estimaciones de
crecimiento económico en el país indican que Brasil podría alcanzar los niveles
de vida europeos en los próximos 10 años, debido también a los efectos de la
crisis en la zona euro. Un enorme país, con 8,5 millones de Km cuadrados, 200
millones de habitantes que ha encontrado su espacio entre los emergentes
mundiales.
Los brasileños se
enfrentan a la elección de los gobiernos locales con un alto nivel de intención
en la participación, un respaldo de popularidad a la Presidenta Dilma del 72%,
que esta espera se traduzca en un apoyo mayor a sus candidatos a Alcaldes.
Debemos estar atentos al termómetro que significan en Brasil estas elecciones
municipales.
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