El triunfo electoral en
Venezuela por el candidato a la reelección, Hugo Chávez Frías, no ha
sorprendido demasiado teniendo en cuenta la trayectoria de la política del
mandatario bolivariano. La mayor parte de las encuestas previas lo apuntaban,
pero se había ido creando una esperanza de cambio encarnada en el candidato
opositor Henrique Capriles Radonski, que al final ha conseguido un 44% del voto
el pasado domingo.
Una vez escuchados los
mensajes al país de ambos contendientes, cabría resaltar algunos aspectos a
tener en cuenta para el futuro inmediato en Venezuela. En primer lugar, que la
diferencia entre vencedor y vencido no llega a los 10 puntos. Eso da una idea
de la gran polarización que se ha producido en el país. Chávez ha acusado los
muchos años de gobierno, su actitud prepotente y el daño de su enfermedad,
mientras que Capriles ha sabido recoger el descontento de una buena parte de
los venezolanos con unas políticas demasiado proteccionistas, populistas y con
muchos puntos rojos en la política exterior.
Fruto de aquello, en
segundo lugar, puede considerarse que el
domingo se consiguiera en Venezuela el mayor índice de participación en unas
elecciones presidenciales, habiendo superado el 80% del censo. También indica
el dato el alto interés por la política de los venezolanos cuestión que es de
valorar en los tiempos que corren.
Un tercer aspecto a
resaltar es la consolidación de la oposición como alternativa de gobierno, algo
impensable en periodos anteriores. Es cierto que alguno pequeños grupos se
separaron de la Unidad a última hora, pero ha quedado demostrado que la única
forma posible de vencer a Chávez es mediante la fórmula de la unidad opositora.
Tendrán que continuar trabajando en ello para plantear nuevas convocatorias electorales.
Por último, convendría
destacar los resultados obtenidos en cada uno de los Estados de Venezuela, ya
que el próximo 16 de Diciembre los venezolanos están llamados de nuevo a las
urnas para elegir a los gobernadores de sus estados. Esta convocatoria debería
ser fundamental para la oposición encabezada por Capriles, como un paso intermedio
de consolidar la alternativa de cara al futuro. Conseguir el gobierno en el
mayor número de estados posibles debe ser la estrategia inmediata de la Mesa
por la Unidad.
El país aparece
absolutamente fragmentado por el voto a ambos candidatos, pero tanto Capriles
como, sobre todo, Hugo Chávez, tendrían que asumir como cuestión de estado la
reconciliación nacional sin que ello signifique que Capriles se someta a rendición
alguna, centrándose ahora en las regiones, pero abordando con responsabilidad
de gobierno la necesaria paz social para avanzar todos juntos.
Se hace imprescindible
la disminución inmediata de la violencia, recuperar la tranquilidad social y
avanzar en democracia. Tres elementos muy importantes para la Venezuela de hoy.
1 comentario:
Paco, de nuevo gracias por tu análisis sobre las elecciones venezolanas. Me has facilitado la explicación de la situación en ese país, que me interesa mucho por su papel en la nueva distribución de poderes que se está gestando en América Latina.
Un abrazo.
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