Los nacidos en los años
60 tuvimos la desgracia de haber recibido una formación básica instruida por el
Nacional Catolicismo imperante en la dictadura franquista. La formación del
Espíritu Nacional, cantar el “cara al sol” cada mañana, rezar el ángelus a
mediodía, participar de las muestras deportivo gimnásticas del primero de mayo
y recibir, como dogma de fe, la españolización de la “Una, Grande y Libre”.
Reconozco que me costó
reeducarme en los años siguientes a base de devorar libros y viajar por España
y por todo el mundo, pero me cabe la duda de si el trauma se puede superar del
todo. Hay algunos que, evidentemente, no se han recuperado y estaban deseando
llegar al poder para intentar retrotraernos a la oscura etapa de la derecha reaccionaria,
rancia, pérfida y fachosa.
El ministro Wert es una
muestra de ello. No ya porque utilice cualquier cosa para desviar la atención
de lo verdaderamente importante, la crisis económica, sino porque no se puede
ser más inútil al plantearse en pleno siglo XXI, avanzado el segundo decenio,
que el sistema educativo tiene que españolizar a los alumnos catalanes.
Me da la impresión que
puede haberse pasado por alto algo que va implícito en la afirmación del
honorable ministro. Si se trata de españolizar a los alumnos catalanes, ¿quiere
decir que el resto de los españoles ya están españolizados? O dicho de otra
forma, ¿cree de verdad el ministro que la educación en la España del siglo XXI
debe dedicarse a españolizar en lugar de orientarse a educar?
Ya en democracia tuve
un maravilloso profesor de literatura que me enseñó a distinguir entre los
inteligentes y los idiotas. A los primeros se les detecta muy pronto, porque
son personas afables, humildes, de mentes abiertas y capaces de variar sus
pensamientos con su gran capacidad para escuchar. Los idiotas también son
fácilmente reconocibles, porque siempre se aferran al pasado, utilizando viejos
dogmas y sofismas que les resultan muy válidos para sentirse seguros, fuertes y
prepotentes.
El Nacional Catolicismo
debe quedar desterrado absolutamente de nuestra realidad como país. Ni es sano
(mentalmente), ni ayuda a que las personas sean libres. Y que tenga que ser el
ministro de educación el que vuelva a utilizar instrumentos de la vieja guardia
pretoriana franquista, clama al cielo.
La marca España la
hacemos todos, la construimos como sociedad, pero declaraciones como las de
Wert la empobrecen, la ensucian, la menosprecian y la ridiculizan. Tiene que
dimitir, irse, dejar la política, porque no podemos soportar tanta ignorancia.
5 comentarios:
Pues claro que urge españolizar a Los alumnos catalanes.
Los colegios catalanes se han encargado de dejar claro que la Literatura del resto de España, sea castellana, gallega o vasca, es algo extranjero, que no tiene nada que ver con Cataluña. Y, así, el castellano Miguel de Cervantes, el andaluz Gustavo Adolfo Bécquer, la gallega Rosalía de Castro o el vasco Miguel de Unamuno se han estudiado de pasada y con el desdén de algo ajeno e, incluso, con el desprecio hacia algo que robaba horas de clase a lo que verdaderamente les importa: la “CATALANIZACIÓN”, como los informes de la propia Generalitat declaran que se ha hecho. Pero no “catalanización” en el buen sentido de la palabra, como sentimiento integrante e integrado en la “españolización”, sino en el malo: en el disgregador, en el separatista, en el descuartizador..
En Geografía, los colegios se han encargado de que los alumnos sólo se interesen por el cabo de Creus, el Pirineo (sólo el Pirineo catalán), el río Llobregat o el río Ebro (sólo en su desembocadura), y que no se interesen por situar en el mapa el río Miño, la montaña de Covadonga o el Estrecho de Gibraltar, haciéndoles “aprender”, que todo esto último no tiene nada que ver con la “nación catalana”.
Los colegios catalanes se han encargado de transmitir la idea subliminal de que Cataluña es una nación y un pueblo que en cierta ocasión fue invadido y ocupado por España, y que aún sigue así, sufriendo, aplastado bajo su bota militar. La Historia con que son aleccionados los niños y jóvenes catalanes por la Educación de la Generalitat se refiere a los héroes, instituciones y la economía del reducto catalán. Del resto de la Historia de España, de la Hispania romana que nace en la actual Cataluña, o de la dramática resistencia de Numancia (que emocionó hasta a los propios cronistas romanos), o de don Pelayo, o de Abderramán III, o del Cid Campeador, o de los Reyes Católicos, o de la epopeya descubridora, conquistadora, religiosa, cultural y científica de América, o de Carlos I, o de Felipe II, o del 2 de mayo de 1808 en Madrid, o de los heroicos cercos de Zaragoza con Agustina de Aragón (o sea, Agustina Saragossa i Domenech, que por cierto no era aragonesa, sino catalana, nacida en Barcelona), nada de nada.
Por último, y no podía ser menos en un día como hoy, 12 de octubre. Numerosos ayuntamientos catalanes han declarado que hoy, Día de la Hispanidad, Día Nacional de España, no sea festivo, sino laboral. Y lo más esperpéntico de todo, algunos institutos han hecho lo mismo, declarando sus directores, en nombre del claustro y de los alumnos (¡qué bien aleccionados tras treinta años de lavado de cerebro!) que les repugna celebrar este día: primero, porque no les dice nada ni España, ni Cristóbal Colón, ni la idea de Hispanidad; y segundo, porque no quieren “celebrar un genocidio”. ¡Hasta qué punto de podredumbre educativa se ha llegado en los colegios e institutos catalanes! Claro que hubo matanzas de indígenas, como las hubo causadas por los almogávares catalanes en Grecia, pero no como algo consustancial a la idea de España, sino como triste sino de los tiempos y de las mentalidades de la época. Pero, en cambio, ¿cómo se puede ser tan manipulador y falsificador de la Historia silenciando la inmensa labor civilizadora, artística, científica, educativa, cultural, histórica, religiosa llevada a cabo por España.
Y así, hoy, 12 de octubre, Día Nacional de España, mientras miles de catalanes que se saben españoles acuden a una manifestación en Barcelona, pidiendo “ESPAÑOLIZAR” Cataluña, sin medios, sin publicidad y pagándoselo de su bolsillo (a diferencia de la manifestación secesionista, que tuvo medios de la Generalitat y con la publicidad incesante de sus teles autonómicas), los políticos de la Generalitat tildan a Wert de franquista.
Pobre España, “esa mole de la Historia”, “esa patria gigante de la Historia”, a la que tantos miserables andan cercenando...
Saludos Paco.
Víctor Troyano
Vamos a ver: entre la opinión de Paco y la de Víctor Troyano, me quedaré con la de Paco porque, aunque Víctor, al cual no conozco personalmente pero me parece una persona muy informada y que sabe dónde radica el problema, lo extrapola y apoya que, en base a todas las faenas hechas por los gobiernos catalanes de turno en contra de la soberanía española,la manipulación de los datos históricos, la victimización del pueblo catalán, la catalinización identitaria que lleva practicando de forma intensiva varios años, le parece apropiado y apoya que el ministro Wert, de Cultura para más inri, diga sin ningún sonrojo que a los catalanes hay que españolizarlos, como si imprimir carácter español se consiguiera como se consigue una nueva raza de galgos, o a través de un sacramento, cuya marca espiritual indeleble se traduzca en un mejor comportamiento de todos los catalanes. El hecho de que los políticos catalanes hagan un mal uso de manipulación de masas, no significa que la respuesta a eso sea la misma, sobre todo por parte de las personas a los que debe suponerse sentido común. Yo creo que no hay que ni catalanizar ni españolizar, sino simplemente educar, enseñar y formar en libertad. Lo de Wert ha sido, como da a entender Paco, un problema de su subsconciente, que lo ha delatado.
Con tu permiso Paco.
Respetados todos:
Yo suelo huir de hacer juicios de intenciones y atenerme a los hechos, así me equivoco poco (creo yo), como quiera que tengo subida una entrada al respecto en mi blog (http://elblogdejorgehigueras.blogspot.com.es/), aprovecho para invitaros a echar un vistazo.
Creo, al contrario que Paco, que Wert no se refería a una españolización franquista, sino algo más parecido a un patriotismo constitucional, con el que muchos podríamos estar de acuerdo.
En descargo del Ministro hay que decir que es de los pocos que se puede ganar la vida fuera de la política, en su contra que en los medios de comunicación resulta muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy torpe.
Jorge Higueras
Perdón, donde digo "juicios de intención" en realidad quiero decir "juicios de valor".
Gracias.
tu eres de los que se curan el nacionalismo viajando eh? :)
en japón el nuevo modelo de estudios lo primero que es enseña es a no ser patriota, pues les explican que son japoneses por casualidad, que si hubieran nacido en la india serían hindúes, si en inglatera ingleses etc etc.... y que los libros de historia están mal escritos :)
Un saludo!
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