jueves, 13 de marzo de 2014

LA SANIDAD EN PELIGRO

El discurso sobre las bondades del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que nos traslada de forma recurrente el gobierno de la Junta de Andalucía, dista mucho de ser una realidad, escondiendo datos sobre inversiones y falta de planificación que nos alejan de una convergencia real no sólo con Europa sino incluso con el Estado.

Durante los últimos cuatro años la inversión de la Junta en Salud ha caído un 17% provocando una serie de deficiencias en la prestación del servicio que ha perjudicado seriamente la salud de los andaluces. Sólo el empeño del personal sanitario, médicos, especialistas y enfermería, ha ido sacando del atolladero al SAS, encontrándose en una situación actual de fuerte estrés a la hora de la atención a los pacientes. Los médicos de familia han visto saturarse sus consultas, los laboratorios han ampliado la toma de muestras en una media de diez días, las listas de espera en quirófanos han aumentado y pruebas diagnósticas presentan un retraso considerable.

Hemos de plantear una gestión de la sanidad con nuevos parámetros, que hagan converger la atención de calidad con las necesidades de los enfermos. Huir de promesas de macro hospitales garantizando el buen funcionamiento de los que tenemos y descentralizando aún más los servicios básicos de atención familiar, alto rendimiento y centros aptos para pequeñas intervenciones quirúrgicas que permitan una especialización real en los centros hospitalarios provinciales y comarcales.

Hemos de mejorar las dotaciones de equipos médicos con la adquisición de nuevas tecnologías que mejoren los diagnósticos, planificar la atención de tal forma que el personal sanitario cuente con tiempo suficiente para una formación continua y actualizada, y que los pacientes puedan recibir a la mayor brevedad una atención personalizada y de calidad. Hay que gestionar bien, con eficacia y eficiencia, y hay que oír a los profesionales y a los usuarios de la sanidad pública.

El gasto sanitario por cabeza coloca a Andalucía a la cola de las Comunidades Autónomas en España. La media es de 1.204 euros por habitante/año y en Andalucía se dedican 980 euros por persona, muy lejos de los 1.541 del País Vasco o de los 1.400 de Navarra. Somos los que menos gasto tenemos por habitante en la salud pública y no es precisamente porque se gestione mejor. Hace falta un diagnóstico serio de nuestra sanidad para abordar los problemas que tendremos en los próximos 10 o 15 años, donde nuestra población envejecerá considerablemente en Andalucía y hemos de tener los dispositivos activados para evitar la improvisación. El Baby Boom de los 60 comenzará a necesitar masivamente los servicios de salud y se hace preciso ir adaptando la cobertura sanitaria a esos tiempos, de lo contrario nos encontraremos desbordados por la falta de planificación que se deduce simplemente de observar la pirámide de población.


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