domingo, 15 de febrero de 2015

LA CAMPAÑA EN SU SALSA


A poco más de un mes para celebrar las elecciones andaluzas, todos los partidos comienzan una carrera desproporcionada para ganar la simpatías y el voto del personal. Desproporcionada, porque la presidenta (heredera y en funciones), se recorre toda Andalucía en su tal calidad, a costa del presupuesto de la Junta, visitando cada día un centro abierto de mayores en activo, un aula infantil o una próspera empresa. Se garantiza una campaña a coste cero, con presencia en Canal Sur mañana y noche, que para eso es de ella, juntando voto a voto, con su sonrisa extenuante, recibiendo felicitaciones por su embarazo y sin decir nada de sus propuestas para Andalucía, limitándose a arremeter a diestra y siniestra.

El PP le va a la zaga, con una Juanma Moreno Bonilla que recurre a la Sexta para ser más conocido y que tiene confianza en que Rajoy le haga la campaña, olvidándose de su logro más reciente en el abrazo del oso a Samarás en Grecia. Colocando en silencio al oculto Javier Arenas de cuarto por Almería y rodeándose de sus principales referentes en la comunidad: los Alcaldes. Otro que solo tiene palabras para dedicar a la presidenta a la fuga, insistiendo en su presentación en Julio a las primarias de un PSOE que elimina resultados de primarias cuando lo cree conveniente Rubalcaba.

Izquierda desUnida, intentando situarse como los salvadores del cambio en Andalucía, después de haber cogobernado con el PSOE durante tres largos años y haber hecho el ridículo más espantoso de los pactos de gobierno conocidos y, quizás, por conocer. Perdiendo apoyos cada día, vuelve a llamar a degüello contra un sistema del que han formado parte, siendo cómplices de recortes serios en Sanidad y Educación, por mucho que quieran esconderlo ahora.

Un Albert Rivera que se empreña en seguir los pasos de otro catalán insigne, Duran i Lleida, para trasladarnos a los andaluces que Ciudadanos viene a enseñarnos a pescar con una caña emprendedora y no a darnos los pescados. Reedita la idea de que somos tan vagos que nos dejamos comprar miserablemente por las dádivas socialistas que mantienen a los andaluces dormidos y aletargados, acostumbrados a vivir de lo público aunque sea con lo justo.

Por último, la gaditana Teresa Rodríguez candidata de Podemos a la presidencia de la Junta de Andalucía, que sin abrir la boca todavía ya se ha colocado con un 15% de intención de voto. Faltan escuchar sus propuestas concretas para cambiar una Andalucía que mantiene un porcentaje de paro escandaloso y con decenas de miles de familias en la pobreza extrema.

Solo espero que en esta ocasión los andaluces no nos dejemos engañar y pongamos a cada uno en su sitio. A muchos de ellos fuera de las instituciones, su trabajo no ha sido bueno, demasiada corrupción y demasiada complacencia. Que la maquinaria electoral de los poderes mediáticos y económicos de Andalucía no venzan a la razón y las ganas de cambio real.


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