domingo, 24 de abril de 2016

REPETICIÓN DE ELECCIONES

Estamos abocados a celebrar de nuevo elecciones el 26 de Junio. Los partidos han sido incapaces de llegar a acuerdos de gobierno, usando estrategias para situarse en modo campaña electoral desde el mismo 20 de Diciembre. Hemos perdido unos meses preciosos para provocar políticas del cambio en nuestro país, pero sin duda hemos aclarado algo más hacia donde se dirige cada una de las propuestas en su política de alianzas.

El gran perdedor en este periodo ha sido el Partido Popular. Mariano Rajoy no ha sido capaz de sumar ni una sola voluntad para intentar formar gobierno, a pesar de ser el partido más votado. Nadie está de acuerdo con sus políticas de austericidio, provoca rechazo su mancha permanente como un partido lleno de corrupción por doquier y está pagando la aplicación del rodillo de la mayoría absoluta con la que ha gobernado los últimos cuatro años. Se mantendrá en apoyos o bajará un poco el 26 de junio.

El segundo perdedor, vamos por orden de número de diputados, ha sido el PSOE. Pedro Sánchez se ha visto atenazado por su Comité Federal que le marcó las líneas rojas de un posible pacto con PODEMOS, recurriendo a la estrategia de sumar con Ciudadanos, a sabiendas de que esa posibilidad no prosperaría, para colocar a Pablo Iglesias como el malo de a película por no permitir un gobierno de cambio. El Partido Socialista ha marcado como prioritarias sus líneas de alianza con el centro derecha de Rivera. No quería arriesgarse a sumar un gobierno progresista para el cambio con Iglesias y ahora tendremos que escuchar la cantinela en campaña de que el culpable se llama Pablo Iglesias. Perderá algunos apoyos en las próximas elecciones.

El tercero en lisa, PODEMOS, ha demostrado coherencia al defender sus propuestas de cambio de políticos y de políticas, cosa que quedaba cercenada con el pacto del PSOE-Ciudadanos. Está sufriendo el escarnio del PSOE por haber impedido que Pedro Sánchez sea presidente y el desgaste propio gestado por los medios y las estrategias de todos los demás contra ellos. Bajará el 26 de Junio, pero no tanto como los aliados anti-podemos quisieran.

Ciudadanos va a lo suyo: desgastar a diestra y siniestra para obtener mejores resultados en las próximas elecciones. La oferta de Pedro Sánchez les ha venido como anillo al dedo, pues han colado el 80% de su programa electoral en el acuerdo, lo que marca a un PSOE escorado al centro derecha, al tiempo que continuaba reclamando que el PP se sumara al pacto. Su juego a dos bandas muestra la cara real de ciudadanos y su estrategia: caer bien al electorado como un partido comprometido con los acuerdos, los pactos y la gobernabilidad, intentando pescar votos de ambos lados. Subiría en resultados en las próximas elecciones.

Por último, Izquierda Unida, que ha sabido mantener su discurso de la conciliación y la búsqueda de acuerdos, haciéndose oír a pesar de contar solo con dos diputados. Sus cartas las ha trabajado bien Alberto Garzón, que ahora tiene la oportunidad de concurrir junto a PODEMOS o volver a hacerlo solo como IU. Tendrá problemas al interior de la férrea coalición controlado por el PCE pero con voces disidentes de mucha fuerza. Su alianza con PODEMOS le podría reportar varios diputados más en un momento interno de absoluta debilidad financiera, evitando una larga travesía del desierto que hubiera supuesto el mantenerse con solo dos diputados. Subiría de presentarse sola como IU en las elecciones, pero mucho más si lo hace con PODEMOS.


Sea cual fuese el resultado del 26 de Junio, los electores hemos ganado en saber cómo se las gasta cada partido, hacia dónde se dirigen sus alianzas y estrategias de pactos y hemos conocido más a los posibles candidatos a la presidencia. Que nadie nos venda que la ciudadanía nos hemos equivocado en el voto de diciembre, que nadie nos quiera hacer culpables de su ineptitud para llegar a acuerdos de gobierno. Hemos tomado nota y el 26 de junio votaremos en consecuencia, quitándole dramatismo al hecho de tener que votar otra vez, porque en democracia los temas se resuelven votando.

sábado, 16 de abril de 2016

¿INTEGRACIÓN O BARRERAS?

La llamada de Estado Islámico, o ISIS, para que los jóvenes musulmanes europeos se sumen a la Yihad, consigue cada día mejores resultados. La utilización experta de las redes sociales, consigue hacer llegar el mensaje a los más jóvenes de segunda y tercera generación instalados en países como Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda o España.

Estos jóvenes han estado viviendo en una especie de limbo nacionalista. Por un lado, no cuentan con la experiencia y vivencia de sus padres migrantes, que con su esfuerzo diario consiguieron huir de la miseria económica o de la violencia en sus países, por lo que la patria de origen para los jóvenes es un mero recuerdo de sus padres, no suyo. Los progenitores guardan sus recuerdos de su anterior país, de sus familiares, de su aldea, pueblo o ciudad, de sus costumbres y tradiciones. Los hijos, por el contrario, desconocen la memoria de pertenencia, sintiendo un desarraigo de procedencia que no tienen sus padres.

De otro lado, los jóvenes se sienten absolutamente marginados en el país de acogida de su familia, ya que no sienten como suyo el concepto de nación, ni sus símbolos, percibiendo un alto grado de marginalidad por razón de su origen, color de piel o apellidos, que los aleja de reales pautas de integración social, laboral y cultural. Es decir, tampoco encuentran un referente de pertenencia en el país de acogida.

La conjugación de ambos factores, sitúa a la juventud de segunda o tercera generación, en unos déficits psicosociales que le hacen fácil presa de la captación por parte del ISIS, que les ofrece un motivo de lucha contra aquello que le ha marginado, unos ideales por los que ofrecer la vida y un rango de prevalencia y aceptación que nunca encontraron ni en su país de origen ni en el europeo de que se trate.

Estado Islámico conoce perfectamente esta situación y la explota convenientemente. Sus mensajes son nítidos para estos jóvenes que verán como en muy poco tiempo pueden pasar de no sentirse nada a colocarse como abanderados de una lucha ancestral de su religión, dándole un Estado, una bandera y situándolos como imprescindibles en la línea de fuego o en células dormidas para actuar en los países europeos, consiguiendo de inmediato un protagonismo vital.

De los errores cometidos en los procesos de integración, saben mucho tanto Bélgica como Francia, que en diversos momentos de su reciente historia han podido ver cómo se producían movilizaciones en los barrios periféricos donde suelen habitar, casi en situación de aislamiento, estas familias migrantes. AL mismo tiempo, la política europea en relación a los refugiados y peticionarios de asilo, ha dejado bien claro que Europa no les quiere y que, posiblemente, nunca los ha querido, radicalizando aún más sus posibilidades de acercamiento a un islamismo extremo.

Mucho tendremos que avanzar en los estados europeos si realmente queremos alejarnos de la xenofobia y posibilitar una integración real. De lo contrario, recogeremos los frutos de nuestra estupidez política.






domingo, 10 de abril de 2016

CAMBIOS EN AMÉRICA LATINA

Todo fluye, nada permanece. De los procesos bolivarianos y progresistas en diversos países de América Latina, vamos a pasar, como si de un ciclo cumplido se tratara, a la vuelta de gobiernos de corte liberal y neoconservador que pueden marcar la vida política de la región en los próximos diez años.

Tras la confirmación de que Rafael Correa no será candidato presidencial en las próximas elecciones de la República de Ecuador, la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina, la pérdida del referéndum por Evo Morales que impide su presentación electoral en las elecciones de 2019, el triunfo de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional, que se traducirá en una victoria de las próximas presidenciales; el mapa político latinoamericano va a sufrir una recomposición hacia propuestas mas conservadoras.

A ello, hemos de unir el proceso de acercamiento estadounidense a Cuba y una presumible apertura de su economía, con un final de los Castro previsto para 2018, que podría ser el inicio de una apertura política, lenta pero firme. También vemos movimientos de una extraordinaria agresividad para evitar que el PT continúe con el gobierno en Brasil, el gigante latinoamericano. Las opciones de Dilma Rousseff o la vuelta de Lula a la presidencia, se desvanecen día a día con los ataques que están sufriendo por tierra, mar y aire, seguramente orquestados desde fuera del país y apoyados por los intereses mezquinos de los partidos vende patrias.

El cambio, también llegará a Perú, donde el 5 de junio se celebrará la segunda vuelta para elegir la presidencia, con Keiko Fujimori en primer lugar, hecho que podría situar al país andino en una declive de su periodo de crecimiento sostenido en elCOLOM periodo de Humala. El proceso de paz en Colombia, con las negociaciones entre Gobierno y FARC, marcará el futuro gobierno introduciendo a nuevos actores de la vida política colombiana, en un recorrido que se aventura complicado y donde las voces reaccionarias neoconservadoras, encabezadas por Uribe, y las acciones de los paramilitares cobran protagonismo día a día.

Países más pequeños, como Nicaragua o El Salvador, también están en el punto de mira de ese cambio. Ortega ya no es favorito como presidenciable y la oposición se está organizando para confluir con una fórmula conjunta; mientras que en El Salvador, la violencia inusitada de las “maras”, está poniendo en la picota al gobierno del FMLN en su continuidad al frente del ejecutivo.

Como vemos, bastantes cambios a la vista en un subcontinente que mira con un ojo los resultados de las elecciones de noviembre en Estados Unidos. Si Donald Trump triunfase como Presidente, podría cambiar la relación con los países del sur y trastocar unas relaciones que con Obama han sido más que fluidas.

Con este panorama, será muy interesante observar cada uno de los cambios por separado y su análisis de conjunto, toda vez que la región es consciente de que los procesos de integración son irreversibles y que su sostenibilidad económica y política dependen de ello.


sábado, 2 de abril de 2016

ELECCIONES EN PERÚ

El próximo domingo 10 de abril, Perú celebrará sus elecciones presidenciales, a congresistas nacionales y parlamentarios andinos. Todas las encuestas realizadas hasta el momento, indican que habrá que acudir a la segunda vuelta prevista para el 5 de junio, ya que ninguna de las candidaturas obtendría la mayoría suficiente en la primera.

De los seis candidatos presidenciales hay que señalar la presencia de dos ex presidentes; Alan García y Alejandro Toledo. Ninguno de los dos supera el 5% en intención de voto, por lo que parece claro que no pasarían a la segunda vuelta. De los posicionados en los tres primeros puestos en las encuestas,  cabe destacar a Keiko Fujimori de 40 años, la hija del ex presidente Alberto Fujimori, que se presenta bajo el paraguas de la candidatura de Fuerza Popular, que alcanza una intención de voto del 35%, lo que garantizaría su pase al balotaje. Muy igualados se sitúan el segundo y tercer puesto, Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años,  el más longevo de los candidatos que obtendría un 15% y, Verónika Mendoza, de 35 años, la más joven, situada en tercer lugar con un 14,5%. La disputa entre estas dos candidaturas marcará el interés electoral del domingo para saber quien se enfrentará en la segunda vuelta a la ganadora de la primera, Keiko Fujimori.

Kuczynski se presenta bajo la fórmula de Peruanos por el Kambio, y que agrupa a varias formaciones políticas de escaso calado. Ya en 2011, se presentó como candidato presidencial con la Alianza para el Gran Cambio, quedando en último lugar en la primera vuelta. Ahora vuelve a intentarlo y tras la exclusión de Julio Guzmán como candidato, las última encuestas reflejan un paso de los votos de Guzmán a la candidatura de Kuczynski. Está por ver si esa intención de voto se consolida en las urnas el domingo, ya que su punto personal de partida era muy bajo, inferior al 7%.

La opción de Verónika Mendoza, ha ido sumando adhesiones durante todo el proceso de campaña y aparece como la más seria competidora de Fujimori en la segunda vuelta. Bajo la candidatura del Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad, (conocido en Perú como Frente Amplio) que  agrupa a diez formaciones políticas del espacio de la izquierda, esta joven cusqueña estudió psicología en París y Master en la Sorbona y la UNED en Madrid. Lleva diez años en política, pero su ascenso ha sido meteórico y es apreciada en todos los círculos alternativos como un referente que uniría las intenciones de cambio en el país andino.

En cualquier caso, lo realmente importante será saber quien de los dos citados: Kuczynski o Verónika, se enfrentarán en la segunda vuelta a la favorita, que ya quedó destronada por Ollanta Humala en las elecciones de 2011. Ahora, Keiko Fujimori viene con fuerza. Las encuestas peruanas y extranjeras también preguntan sobre los posibles resultados en la segunda vuelta y todas ellas indican que ganaría Keiko con una diferencia de 10 puntos. Todo va a depender de la capacidad que tenga el electorado peruano para afrontar un espacio de unidad que consiga escenificar un cambio real, cambio que hoy por hoy representa la opción de Verónika Mendoza.