domingo, 10 de abril de 2016

CAMBIOS EN AMÉRICA LATINA

Todo fluye, nada permanece. De los procesos bolivarianos y progresistas en diversos países de América Latina, vamos a pasar, como si de un ciclo cumplido se tratara, a la vuelta de gobiernos de corte liberal y neoconservador que pueden marcar la vida política de la región en los próximos diez años.

Tras la confirmación de que Rafael Correa no será candidato presidencial en las próximas elecciones de la República de Ecuador, la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina, la pérdida del referéndum por Evo Morales que impide su presentación electoral en las elecciones de 2019, el triunfo de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional, que se traducirá en una victoria de las próximas presidenciales; el mapa político latinoamericano va a sufrir una recomposición hacia propuestas mas conservadoras.

A ello, hemos de unir el proceso de acercamiento estadounidense a Cuba y una presumible apertura de su economía, con un final de los Castro previsto para 2018, que podría ser el inicio de una apertura política, lenta pero firme. También vemos movimientos de una extraordinaria agresividad para evitar que el PT continúe con el gobierno en Brasil, el gigante latinoamericano. Las opciones de Dilma Rousseff o la vuelta de Lula a la presidencia, se desvanecen día a día con los ataques que están sufriendo por tierra, mar y aire, seguramente orquestados desde fuera del país y apoyados por los intereses mezquinos de los partidos vende patrias.

El cambio, también llegará a Perú, donde el 5 de junio se celebrará la segunda vuelta para elegir la presidencia, con Keiko Fujimori en primer lugar, hecho que podría situar al país andino en una declive de su periodo de crecimiento sostenido en elCOLOM periodo de Humala. El proceso de paz en Colombia, con las negociaciones entre Gobierno y FARC, marcará el futuro gobierno introduciendo a nuevos actores de la vida política colombiana, en un recorrido que se aventura complicado y donde las voces reaccionarias neoconservadoras, encabezadas por Uribe, y las acciones de los paramilitares cobran protagonismo día a día.

Países más pequeños, como Nicaragua o El Salvador, también están en el punto de mira de ese cambio. Ortega ya no es favorito como presidenciable y la oposición se está organizando para confluir con una fórmula conjunta; mientras que en El Salvador, la violencia inusitada de las “maras”, está poniendo en la picota al gobierno del FMLN en su continuidad al frente del ejecutivo.

Como vemos, bastantes cambios a la vista en un subcontinente que mira con un ojo los resultados de las elecciones de noviembre en Estados Unidos. Si Donald Trump triunfase como Presidente, podría cambiar la relación con los países del sur y trastocar unas relaciones que con Obama han sido más que fluidas.

Con este panorama, será muy interesante observar cada uno de los cambios por separado y su análisis de conjunto, toda vez que la región es consciente de que los procesos de integración son irreversibles y que su sostenibilidad económica y política dependen de ello.


No hay comentarios: