miércoles, 25 de mayo de 2011

ANDALUCÍA, ¿CAMBIO O ALTERNATIVA?

El resultado electoral de 22M tiene una lectura en clave andaluza: el PSOE ha perdido una hegemonía que mantenía durante 32 años en la comunidad autónoma. A pesar de que los comicios han sido municipales y que en las próximas elecciones al Parlamento Andaluz pueden funcionar otras claves en la intención de voto, la pérdida del apoyo social de la ciudadanía al hasta ahora partido único en el gobierno de la Junta de Andalucía, nos marca una nueva era en la gestión de nuestra comunidad. Al coincidir con las elecciones generales, si no se produce una separación definitiva en las convocatorias electorales, la previsión es que el resultado pueda ser aún peor para las listas socialistas, fruto del castigo general a las políticas de Zapatero, con lo cual la derrota está garantizada. Mientras, el PP de Arenas ha sacado ya su libreta azul particular para incluir nombres que conformen el próximo gobierno de la Junta de Andalucía, aunque no deben confiarse demasiado porque insisto en que la clave puede ser distinta. El Partido Popular va a intentar la venta de su producto como el cambio real de Andalucía, pero no necesitamos un cambio considerado como alternancia del poder, sino una alternativa real a las formas de hacer política y de eso ni Arenas ni el PP entienden. Ambos partidos, PPPSOE, parten de la misma visión sobre el poder que se disputan, lo que realmente les interesa es tenerlo, no importa para qué, mientras lo que se demanda por la ciudadanía es una alternativa clara de las formas de hacer política y de centrar la acción pública en los problemas reales de la población y alejar lo más posible los intereses particulares de los partidos por hacerse simplemente con el poder. Arenas nunca ha conseguido ganarle al PSOE en Andalucía, pero si el PP ganara las elecciones tenemos como referencia la gestión de otras comunidades autónomas donde sí ha gobernado, sabiendo que no es la orientación que necesita Andalucía para la democracia real. Andalucía precisa de algo más que una cura de arañazo, porque tanto nuestra economía y desempleo, como el desinterés por la política de los ciudadanos, se encuentran en la UCI y las propuestas de ambos bloques son de encefalograma plano. La ciudadanía quiere una alternativa real para alejar de la gestión de lo público a los de siempre, romper con el bipartidismo en la comunidad, y garantizar que la política realmente ha venido a preocuparse del todo y no de la parte que les interesa a ellos. Ya estamos cansados de tener que elegir entre lo malo y lo peor, entre izquierdas y derechas que no significa desde hace años absolutamente nada, entre azul o rojo; necesitamos una transformación total de la forma de hacer política y por eso tenemos que apoyar propuestas nuevas y frescas, si queremos una alternativa y no una alternancia, que se lea simplemente en clave interna de acaparar poder por el poder.

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