viernes, 6 de mayo de 2011
CAMBIAR LA POLÍTICA
Nos quejamos permanentemente de la dinámica partidaria que impone una determinada forma de concebir y de hacer política. En nuestro país los partidos y la gestión pública han ido cayendo en un descrédito popular que se hace evidente cada vez que se les pregunta a los ciudadanos, colocándolos en el tercer problema que tenemos.
Los partidos clásicos se han instalado cómodamente en las instituciones en un sistema tradicional de alternancia, promoviendo el bipartidismo absurdo que consigue el adormecimiento de la población y el alejamiento del interés por la participación ciudadana en la vida pública.
Unión, Progreso y Democracia, se presenta a las elecciones municipales y autonómicas con el reto de romper esa dinámica tan dañina para el avance de nuestra democracia, abriendo un espacio a otra forma de hacer política, donde los ciudadanos se sumen a la transparencia, la equidad, la justicia y la recuperación de un espacio secuestrado por la hegemonía impuesta por los políticos profesionales.
Las instituciones públicas de nuestro país necesitan de una regeneración democrática profunda, que vuelva a ponerlas en el lugar que les corresponde y que sean gestionadas bajo los criterios de buena gobierno. La apuesta que hace UPYD, va más allá de los resultados concretos en cualquier circunscripción, situando la necesidad del cambio real en la forma de hacer política en primer lugar.
No nos olvidemos que posteriormente a las elecciones y hasta las siguientes, seguiremos quejándonos del tipo de políticos que tenemos y de las políticas que ejecutan. Y esa dinámica tiene que ser rota de raíz. Por eso es tan importante que el ciudadano asuma que su opción es clave en la alternativa necesaria para modificar la situación política española.
Unión, Progreso y Democracia, UPYD, el partido de Rosa Diez y de miles de ciudadanos más, apuesta por un cambio para afrontar la política y la vida pública, por eso pone al frente de sus candidaturas a ciudadanos que no vienen a vivir de la política, sino a servir como cauce en los cambios necesarios que imperiosamente tienen que darse.
Nada es definitivo y no podemos cerrarnos nosotros mismos como ciudadanos la posibilidad de cambiar las cosas. Somos los únicos responsables de que se produzca un cambio real. Dar el apoyo a las fuerzas políticas tradicionales es asumir que esto de la política no tiene solución.
Por eso os pedimos que analicéis con tranquilidad y la responsabilidad necesaria el sentido de vuestro voto. Que no os engañen más con lo del voto útil, ni con las izquierdas y las derechas. Ese discurso ya no sirve. Tenemos que optar por una transformación de la política y por el cambio de los políticos.
Por eso, voy a votar a UPYD, Unión, Progreso y Democracia, como garantía de que un tercer espacio en la política española es fundamental para recuperar la dignidad de nuestra democracia.
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