miércoles, 22 de mayo de 2013

VUELVE AZNAR


En la entrevista del pasado martes en Antena 3, el ex presidente del gobierno, José María Aznar, dejó caer a las claras que está dispuesto a asumir la responsabilidad de ponerse de nuevo al frente del partido, si este se lo pide y lo ve necesario.

Lo manifestó como quien no quiere la cosa, sin boato ni fanfarria, más bien como quien está dispuesto a hacer un sacrificio por el país y asumir las riendas del liderazgo del que su partido adolece con Rajoy.

A los poco observadores, la noticia ha podido pillarles de sorpresa. A los que hemos seguido las luchas intestinas del PP no nos ha sorprendido nada. El argumento es el siguiente:

1)     Mariano Rajoy fue puesto a dedo por Aznar en la línea sucesoria. El partido lo asumió a regañadientes, pues todos conocían de sus defectos en liderazgo personal, reconociéndole eso sí su capacidad de gestor.
2)     Aznar sabía muy bien lo que hacía. Haber colocado a otra persona al frente del partido con mayor peso político, hubiera significado la renuncia total a la posibilidad de regreso. Un mediocre era la mejor baza para esos objetivos y con esa intención, no otra, colocó a Mariano en el sillón.
3)     Ya estuvo a punto José Mari de plantearse en las elecciones de 2011 encabezar el PP, pero se retuvo a tiempo a sabiendas de lo que se venía encima en el nuevo gobierno: recortes, ajustes estructurales, paro, deuda, déficit, etc., mejor dejárselo a Mariano que se coma el marrón y luego aparezco yo como salvador de la patria y del partido.

Estas pautas son de primero de política y pronto nos dimos cuenta de las verdaderas intenciones del  ex presidente. Ahora faltaba escenificar el asunto. Primero, derivando a Rajoy todos los posibles males y repercusiones de la trama Gürtel y los papeles de Bárcenas. Segundo, iniciando el debate interno de posiciones encontradas dentro del PP, contando para ello con la inestimable ayuda concertada de Esperanza Aguirre. Poco a poco las propuestas irían cayendo por su propio peso y bastaba que Aznar se acercara a una televisión en Prime Time para decirle a todos los españoles: “Estoy listo para la vuelta, porque el país se desangra”.

Dentro de la actual dirección del PP, Aznar cuenta con varios submarinos que se han mantenido en el puesto a la espera del momento oportuno, el día D hora H que le indique el jefe. La maquinaria dinamitera se ha puesto en funcionamiento y la lucha interna va a durar poco debido al grave desgaste del actual gobierno y a la pretendida fortaleza de un José Mari que ha sabido jugar sus cartas.



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