martes, 19 de noviembre de 2013

ANDALUCÍA

La crisis económica ha golpeado con dureza a los andaluces y andaluzas, especialmente a sus jóvenes que no ven ningún futuro halagüeño ni a corto ni a medio plazo. Pero antes de que la incidencia de la nefasta política económica golpeara con fuerza, la situación en Andalucía contaba con los elementos clásicos previstos para ser los más afectados. Hoy día, el problema fundamental que tiene Andalucía es el desempleo, especialmente el juvenil pero también el de mayores de 45 años. Cientos de miles de familias no tienen a ningún miembro trabajando con salario digno y los contratos estacionales y temporales han ganado la partida a la tan deseada estabilidad.

Mientras el Gobierno Andaluz se entretiene en estrategias partidistas, sin poner en marcha políticas de largo alcance para disminuir los efectos de la grave situación económica, los andaluces desesperan aumentando su desafección hacia una Junta de Andalucía que cada vez presta menos servicios, de menos calidad y que no se ocupa de los problemas estructurales de la población, optando por dedicarse a peleas con el Gobierno Central, marcando sus diferencias de territorio e ideológicas, para ir recuperando espacios perdidos en las intenciones de votos de la ciudadanía.

Un Plan Estructural para el Empleo no sólo es necesario sino urgentísimo en Andalucía. Preocuparse por la diversificación de la producción y de la economía para garantizar a medio plazo un cambio real de los referentes económicos, que aún siendo interdependientes, pueda sostener un desarrollo no sometido a los vaivenes de sectores claves como el Turismo, la Pesca y la Agricultura. Andalucía está por reinventarse en cuanto a opciones de expansión económica que favorezca la creación de un empleo mucho más estable, pero nuestros dirigentes políticos están en otra cosa: temas electorales, estrategias de partidos y dedicados a aparecer todos los días y a todas las horas posibles en Canal Sur.

Cualquier institución de la importancia de la Junta de Andalucía a nivel mundial, incluido muchos Estados bastante más pequeños que nuestra comunidad, ya habría declarado el Estado de Emergencia ante tal situación. Habrían puesto a trabajar a cientos de expertos en la búsqueda de soluciones y planes alternativos para garantizar un cambio real de la gravísima situación que estamos viviendo. Da igual que el gobierno central reduzca en 1.200 millones el presupuesto de la Junta, les da lo mismo ocho que ochenta. Lo importante es seguir ahí, apoltronados, jugando a las estrategias de asalto al poder central, cacareando las virtudes que tiene el gobierno social-comunista declarado por Susana Díaz, enrocados en discursos del siglo pasado que a nadie interesan.

¿Qué más tiene que pasar para que los partidos políticos en Andalucía se preocupen realmente de Andalucía?


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