Ha llegado a mis manos
el informe de la compañía Marsh&McLennan sobre Riesgos Globales 2013,
elaborado para su debate en el Foro Económico Mundial. El informe tiene una
proyección a 10 años y nos presenta las posibles realidades con las que nos
podemos encontrar y los riesgos que las mismas conllevan. Resulta sorprendente
la afinidad entre algunos de los temas abordados por el Club Bilderberg
(reunión secreta anual de líderes mundiales y VIP), y lo que analiza el Foro.
De lo poco que ha trascendido del Club, sabemos
que este año han dado prioridad a la superpoblación mundial, planteando las
alternativas y escenarios posibles sobre el dato de los 9.000 millones de
habitantes en el planeta.
Algunas de las
propuestas que recoge el informe de Riesgos Globales están íntimamente
relacionadas con este asunto. Llama la atención que se detengan especialmente
en los peligros de la complacencia respecto a la salud humana. Mantiene el
informe que “el sistema de salud es un sistema crítico que se enfrenta
constantemente a nuevos retos, ya sean nuevas pandemias o enfermedades
crónicas” y advierten sobre “la posibilidad de que los actuales antibióticos
dejen de estar a nuestra disposición en un futuro próximo, debido a la
ineficacia de los mismos por las mutaciones bacterianas”.
Asegura el informe que
en breve tiempo “corremos el peligro de regresar a una época preantibiótica en
la que un simple rasguño podría ser fatal”. Los seguidores de la teoría de la
conspiración, afirman que se estarían poniendo en marcha la inoculación de
virus y bacterias por distintos métodos y medios para obtener un freno comedido
a la superpoblación, siendo uno de los métodos más baratos el suministrar los
antibióticos para enfermedades menos peligrosas a fin de conseguir la ineficacia
en posteriores tratamientos complicados por mutación de las bacterias.
Sobre este asunto,
concluye el informe que “hay una resistencia nacional a abordar los riesgos
globales que en sí misma comporta un riesgo”. Es decir, orienta sobre la
necesidad de que alguien o algo, ante la resistencia de los países, asuma el
liderazgo y la acción para frenar los efectos de la complacencia sanitaria.
Aquí los conspiradores apuntan que ya existen organismos secretos que,
utilizando a ciertas poblaciones pobres y marginales, están poniendo a prueba
los efectos de ciertos agentes externos para reducir o frenar el incremento de
la población mundial.
Es cierto que en el
informe también aparecen otros temas, como la fuga del cambio climático, el
aumento significativo de los conocimientos científicos, el uso sin escrúpulos
de la geoingeniería o el descubrimiento de vida alienígena. Pero resulta
chocante que incluyan en el informe “los altos costos del aumento de la
esperanza de vida”, señalando que sufragar los costos asociados con la tercera
edad podría convertirse en un grave problema mundial. Como ven estamos en
buenas manos.
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