Muy poco se habla de
Honduras en las noticias internacionales. Pareciera que no existiera y apenas
conocemos algo de lo que ocurre en el país centroamericano. Diera la impresión
(al igual que en otros muchos países), que cuando se habla de ellos es porque
ha ocurrido alguna desgracia natural, un golpe de estado o unas elecciones. Hoy
toca hablar de Honduras por esto último, ya que el próximo domingo 24 de
Noviembre celebra sus elecciones presidenciales, legislativas y municipales.
De los ocho candidatos
presidenciales, sólo tres de ellos aparecen en las encuestas con opciones
reales de hacerse con la presidencia del país centroamericano. En tercer lugar,
se sitúa Mauricio Villeda, del Partido Liberal, que rondaría el 20% de
intención de voto. El primer y segundo puesto se lo disputan, empatados en los
sondeos con un 27%, Juan Orlando Hernández, candidato del oficialista Partido
Nacional, y Xiomara Castro, esposa del presidente Manuel Zelaya, derrocado por
el golpe de Estado de 2.009.
En la legislación
electoral hondureña no se contempla la segunda vuelta, con lo cual todo se
juega a una carta en las elecciones del domingo. Xiomara ha ido aumentando su
intención de voto de forma vertiginosa y aparece realmente como la favorita en
estas elecciones, ya que el gobierno de los Estados Unidos ha cometido la
imprudencia de hacerle la campaña apoyando con vehemencia al candidato del
oficialismo de Porfirio Lobo, cuyo partido pudo estar implicado en el golpe que
expulsó a Zelaya del gobierno.
El discurso de Xiomara
Castro al frente del Partido Libre, está calando sobre todo en las capas podres
e indígenas del país, colocando sus propuestas electorales en las necesidades
de servicio médico, medicamentos y educación, resaltando que los maestros y médicos
llevan meses sin percibir su salario. Aboga por la atención especial a los
pueblos indígenas marginados en el periodo Lobo y pretende sumarlos a la idea
de un nuevo país.
Por su parte, Hernández
mantiene un discurso plano en cuanto a nuevas propuestas y centra su campaña en
el miedo a la izquierda que representa la esposa del depuesto Zelaya. Uno de
los dos será presidente electo el próximo 24, pero Estados Unidos se ha
apresurado a indicar que existe un peligro real de enfrentamiento civil en el
país desmotivando aún más a los electores para acercarse a las urnas.
Honduras ha vivido una
situación muy tensionada en el periodo de Porfirio Lobo, con enormes
dificultades en lo económico y en lo social, con el fantasma del golpe de 2009.
Ahora los hondureños tienen la oportunidad de colocar al frente del país al
continuista Hernández o una alternativa de izquierdas que agrupa a cinco
partidos y que encabeza Xiomara Castro. Ya es hora de que Honduras consolide su
proceso democrático.
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