sábado, 26 de julio de 2014

LA VERGÜENZA ISRAELÍ


Cuando nos acercamos al mes de haberse iniciado los bombardeos indiscriminados sobre la población de Palestina, el número de muertos acaricia las 1.000 personas, de los cuales 250 son menores. Los hospitales en Gaza están desbordados, se cuentan más de 5.000 heridos, en la mitad de la franja no hay agua corriente, faltan medicamentos, alimentos básicos y la población “vive” sumida en un miedo permanente a ser bombardeados en una suerte de ruleta rusa, que no proyecta la existencia más allá del minuto que se está viviendo.

El conflicto viene de lejos, desde el mismo momento de la creación del Estado de Israel y amenaza con hacerse permanente, ya que Israel jamás reconocerá un Estado Palestino. Ni la presencia de este en el marco de las Naciones Unidas, ni el reconocimiento del mismo por parte de muchos países, ha hecho posible dar los pasos para un cambio de paradigma en la zona.

Con una Europa aletargada y distraída, cuyos comunicados son cada vez mas etéreos y sin compromiso, Estados Unidos hace valer su apoyo permanente a Israel al que considera su brazo armado en Oriente Próximo, aliado al que nunca abandonará hagan lo que hagan. Naciones Unidas se ha pronunciado con firmeza, sobre todo a raíz del bombardeo de una escuela y refugio de más de 1.500 personas de la ONU, planteando una investigación en firme sobre la violación de Derechos Humanos fundamentales ocasionados por los bombardeos israelíes.

Mientras, nuestro gobierno español, entra en las escena internacional del conflicto, indicando en boca de nuestro Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Margallo que: “Estamos muy preocupados por los incidentes en la zona”. Llamar incidentes a la práctica de un genocidio es, cuando menos, denunciable. El Gobierno del Partido Popular, fieles a sus compromisos con Estados Unidos y la no política de la Unión Europea, no se ha planteado nada de nada en relación al conflicto israelo-palestino.

Es cierto que periódicamente se tensan los hilos de una situación insostenible y que suelen desembocar en conflictos de mayor calado afectando a la población civil. Pero no por ello hemos de permanecer impasibles a las muertes causadas por una cerrazón política y por unos intereses geoestratégicos.

El Gobierno Español, debería suspender “sine die”, las relaciones diplomáticas y comerciales con el estado de Israel, poniendo como condiciones el cese inmediato y total del uso de la violencia y los asesinatos indiscriminados de la población civil palestina. Al mismo tiempo, exigir a la Unión Europea medidas de sanción a Israel por la violación de los Derechos Humanos de los palestinos y el incumplimiento de varios tratados internacionales, que se saltan a piola sin que nadie abra la boca.

Es posible que Israel mantenga su política de no aceptar nunca la existencia de un Estado Palestino. Lo que nunca debemos permitir los humanos es que se produzcan genocidios ni asesinatos indiscriminados bajo ninguna justificación. Ninguna.





lunes, 21 de julio de 2014

LA CONSPIRACIÓN


Es curioso ver cómo los poderes políticos, económicos y de los medios de comunicación se ponen de acuerdo para arremeter contra la opción que pueda representar Podemos en el panorama político español. Todo parece orquestado y diseñado como si de una conspiración conjunta se tratara.

En los partidos políticos, aunque sus estrategias son variopintas, prevalece un miedo terrible a “perder” sus espacios de poder y privilegios asentados durante tantos años. Desde la derecha rancia, que ha puesto a sus primeras espadas al servicio de la causa, hasta un PSOE en vías de extinción, una Izquierda Unida que ha optado por reinventarse intentando pegarse para no desaparecer y el partido de Rosa Díez, que comienza a perder apoyos.

Les preocupa, a los de siempre, que la gente cabreada, indignada, cansada por su ineficacia oscurantista, pueda organizarse, plantear alternativas fuera de lo que ellos consideran los cauces habituales, su santa tradición. Han creado sus estructuras partidarias, que acaban convirtiéndose en empresas políticas, con escasa militancia activa y mucho cargo público. Dinámica que está en peligro si prospera una nueva forma de entender y de hacer política.

La opción de Podemos, supone un riesgo real para los poderosos de siempre que han ido destruyendo este país a golpe de ocurrencia y corrupción. Un riesgo para las clases económicas más poderosas que han campado a sus anchas por despachos ministeriales, comunidades autónomas y ayuntamientos, haciendo sus agostos hasta en febrero durante treinta y cinco años. Un riesgo para las élites acomodadas que han vivido bien tanto con el PP como con el PSOE y que, de ninguna manera, quieren ver en peligro sus privilegios. Un riesgo para todos aquellos que se han aprovechado de lo público, de lo que es de todos, a los que se les puede acabar la mamadera, el negocio y el latrocinio.

La conspiración acaba se puso en marcha el mismo día 25 de mayo al conocerse los resultados electorales de las europeas. Ahora, Podemos, tendrá la responsabilidad de saber organizarse, ser capaces de dar respuesta a las demandas reales de la sociedad española, construir un nuevo futuro y constituirse en la verdadera alternativa para la caduca política española. No va a ser fácil, no se lo van a poner fácil y van a sufrir ataques brutales desde todos los poderes establecidos. Aunque de momento esos ataques no hacen sino darles más apoyos y votos para el futuro inmediato.

Por eso le tienen tanto miedo y atacan ferozmente la opción de cambio. Los analistas políticos ya hablan de un antes y un después del 25 de mayo de 2014. Los de la conspiración, también. Los cambios vienen de abajo y nunca a los de arriba les ha gustado eso.


domingo, 13 de julio de 2014

PUTIN Y XI: OBJETIVO AMÉRICA LATINA




Los mandatarios de Rusia, Vladimir Putin, y de la República Popular de China, XI Jinping, están de gira por Latinoamérica. El próximo martes 15, participarán en la ciudad brasileña de Fortaleza en la reunión anual de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Ambos han adelantado su presencia para visitar varios países de la región con intereses comerciales, políticos y culturales.

China es el segundo socio comercial de América Latina y Rusia quiere convertirse en el tercero.  Los intereses de ambos coinciden, tanto en los países con los que quieren ampliar negocios, como en el objetivo de mantener una presencia activa en la región, con un peso específico sobre los gobiernos, recursos estratégicos (hidrocarburos y minerales) reservas de agua, extensiones de terreno para la agroforestal, puertos, pesca y compra de deuda, como mecanismo de control y buena armonía.

Tras el destete acelerado de las relaciones comerciales entre Latinoamérica y la Unión Europea, y la caída de los intercambios comerciales con los Estados Unidos (que aún conserva el liderazgo), es el momento oportuno para diversificar las relaciones comerciales incluyendo en el tablero a China y Rusia, seguramente con el objetivo de conseguir mayores beneficios al ampliar las ofertas.

América Latina está creciendo de una forma sostenible desde hace una década en torno al 4% de media, aunque continúa sin conseguir la redistribución de la riqueza y el acortamiento de distancias entre ricos y pobres. Sus capas medias son aún incipientes y no acaban de consolidarse. Los servicios públicos fundamentales, como la sanidad y la educación, van consolidando posiciones de avance pero aún son insuficientes. Algunos países han sufrido incluso un retroceso en estos servicios básicos.

Pero el momento es el propicio. La reunión de la cumbre anual de los BRICS, analizará entre otros temas las posibilidades de apoyo global al subcontinente, potenciando la colaboración y cooperación Sur-Sur, cuestión que no quieren dejar sólo en manos de Brasil por su cercanía física. China mantiene grandes intereses geoestratégicos en la mayoría de los países de América Latina, desde hace más de veinte años en que inició su proyección mundial con la apertura exterior. Rusia no ha querido quedarse atrás y ha conseguido que Putin logré acuerdos muy importantes en materia científica y técnica, que dejarán importantes dividendos a Rusia, al tiempo que apoyarán los crecimientos en los países latinos.

Es el tablero de las relaciones internacionales en estado puro. Buscar alianzas estratégicas que puedan condicionar apoyos ante eventuales resoluciones de Naciones Unidas, por un lado. Por otro, continuar la batalla desgranada de disminuir la fortaleza del poderoso imperio estadounidense mermando su exclusividad en busca de la multipolaridad. Los países latinoamericanos están encantados por su papel en el escenario, a pesar de ser conscientes de los condicionantes que llevan consigo los acuerdos firmados.

domingo, 6 de julio de 2014

ALCALDES DIRECTOS


La propuesta lanzada por el estadista Rajoy, a la sazón Presidente del Gobierno, de elegir a los alcaldes por voto directo, no es ni nueva ni única. Varios partidos propusieron incorporarla en la Ley Electoral, siendo denegada la propuesta porque primaban entonces criterios de grandes mayorías y no era ni necesario ni recomendable, ya que podía darse el caso de la elección de un Alcalde por voto directo pero con minoría de concejales que le sustente en el pleno.

Pero la propuesta del PP oculta realmente las verdaderas intenciones de Rajoy al lanzar el globo sonda. Los resultados electorales de las europeas del 25M han dejado claro que el bipartidismo hace aguas y que la incertidumbre se cierne sobre los partidos grandes y viejos. Ningún asesor interno se atreve a indicar qué pasará en las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo 2015, y mucho menos lo que ocurrirá en noviembre con las generales.

Sin embargo, no dotados de la bola de cristal que precisarían para seguir cobrando por su trabajo, un par de cosas les van dejando claras las tendencias: primera, que el desafecto hacia la política, los políticos y los partidos se va a centrar en su mayoría en los grandes partidos que han marcado una historia de alternancia que no ha beneficiado a los españoles; y, segunda, que esas tendencias provocarían muchos pactos en las grandes ciudades españolas que desbancarían a los posibles más votados al no obtener mayoría absoluta, con lo cual el PP perdería la alcaldía de bastantes capitales de provincia y municipios importantes.

Al lumbreras de turno, se le ha ocurrido que la única forma de atajar tal desatino es cambiar la ley electoral para que el Alcalde sea elegido directamente por los ciudadanos y no por los concejales electos. Insisto en que la propuesta no es ni nueva ni mala, sino interesada. De cualquier forma, lo que debe aclarar la misma es si habrá o no segunda vuelta, es decir, si el Alcalde más votado no consigue el 50% + 1 de los sufragios, debería enfrentarse en el balotaje con el segundo más votado, dando así a la ciudadanía la posibilidad de elegir entre dos propuestas y no entre decenas.

El miedo suele ser mal consejero y las prisas también. Los electores saben perfectamente qué es lo que pretende Rajoy con esta propuesta. Pero sí la misma llegara a hacerse efectiva para las próximas elecciones municipales tendría que ser asumida la segunda vuelta. ¿De qué sirve tener a un Alcalde elegido por el 25% de los votantes, aún siendo el mayoritario, cuando el siguiente más votado ha tenido un 24%?. Las alianzas que normalmente se realizaban en el pleno de elección del Alcalde (primer pleno), pasarían ahora a ser tenidas en cuenta en la segunda vuelta. Aunque parece que no habrá tiempo suficiente para cambiar la actual Ley para las próximas elecciones.





viernes, 4 de julio de 2014

ETARRAS, BOLIVARIANOS Y PROCASTRISTAS.


Parece inverosímil, pero está ocurriendo en nuestro país. En todas las tertulias de TV, artículos de prensa, actos públicos, mítines y zarandajas, toda una tribu de acólitos de Maquiavelo se están entreteniendo en pasarnos un test de autenticidad, que ellos mismos han definido alentados por las hordas rancias de una clase política y económica que refleja su miedo a perder muchos de sus privilegios.

Dicho Test, va dirigido a acusarte, insinuar, detectar o concluir, si apoyas a ETA, a su entorno o a los presos, si pueden calificarte de “Bolivariano” como adjetivo calificativo de apoyar a Maduro y al Chavismo en Venezuela, o si eres procastrista y apoyas la dictadura de los Castro en Cuba. Y ya está. A eso se reduce en los últimos tiempos la validación de persona respetable o no, de político comprometido con la democracia o no, si se te ha de tener en cuenta o no, de modo que tras el análisis pormenorizado de tan esmerado cuestionario podrás salir ileso o directamente te mandan a galeras, antes de pasar por unas sesiones con algún Torquemada de guardia.

Nunca, para nada, se hablará de los que apoyaron la guerra ilegal en Irak, que causo miles de muertos inocentes so pretexto de las imaginadas armas de destrucción masiva fruto de una mentira interesada; ni de los encuentros permanentes y amistosos, de hermanos, de nuestra casa real con los países árabes del golfo que mantienen dictaduras feroces hacia su gente y perpetúan la exclusión de la mujer; ni de los encuentros de políticos de los dos partidos grandes (PP-PSOE) con el dictador de Guinea Ecuatorial O`biang, que mantiene a su pueblo atenazado y atemorizado, persiguiendo a los disidentes políticos y aplicando la pena de muerte a su antojo; ni de la venta de armas y municiones fabricados en España y vendidos a países donde el cumplimiento de los Derechos Humanos brilla por su ausencia.

Aquí lo que importa es ir a lo que está de moda. Los más atrevidos atacan también para saber si eres admirador de un exguerrillero viejo chocho uruguayo que se ha entretenido en legalizar la marihuana o de si apoyas con fervor a los impresentables Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia. Eso los más letrados, porque los de primero de prehistoria se ceban con los citados en primer lugar.

Tienen una visión estrecha, muy estrecha de lo que es el mundo, de lo que pasa en él, olvidándose de un plumazo de más de 180 países. Pero se limitan a cumplir órdenes: “Hay que manchar la imagen de todos aquellos que nos están atacando para cambiar nuestro sistema, del que tantos beneficios hemos obtenido y debemos seguir obteniendo”. Son conscientes de que el ridículo tan espantoso y la imagen de país bobo que estamos dando al mundo y lo asumen como un precio a pagar para defender como sea los intereses de la caspa y la brillantina.

Se que tenemos mejores periodistas, mejores políticos y analistas, pero esta pandilla de cortesanos y aduladores se están poniendo las botas intentando insultar a la inteligencia de los ciudadanos. Digo intentando porque no lo consiguen.

jueves, 3 de julio de 2014

AIRE FRESCO.


La llamada transición democrática tuvo un principio y tiene que tener un final. No se puede estar permanentemente en “la transición”. Determinar cuándo termina, seguramente, no pondrá de acuerdo a muchos, pero me atrevería a sugerir con la opción de equivocarme, que podríamos colocar dicho final en el año 2014.

Dos hechos fundamentales argumentarían la decisión: por un lado, la celebración de la Marcha por la Dignidad del 22 de Marzo y, por otro, los resultados electorales del 25 de Mayo en las elecciones europeas. Si a ello le añadimos el cambio automático de rey y los peores efectos perversos de una crisis provocada que alientan nuevas propuestas, podríamos concluir que algo nuevo se avecina.

Durante todo este periodo transicional, se han puesto en marcha miles de instituciones públicas: Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas, Institutos, fundaciones y observatorios (no astronómicos). Los partidos políticos han estado enfrascados en un concepto de la política basado en la representatividad: el partido se presenta y la gente les vota o no.

Con ese concepto, los partidos han ido generando una serie de prebendas, corruptelas y, sobre todo, alejamiento del pueblo, de los problemas reales de la gente, que han provocado una desafección masiva de la ciudadanía de las propuestas y de los propios partidos políticos.

Si los partidos han sido los principales protagonistas del periodo de la transición, han conseguido llegar al desencanto más profundo de la sociedad, al comprobar que su tarea de gobernar para el bien común no ha sido realizada y que se han centrado básicamente en priorizar el partido sobre los ciudadanos.

El hartazgo que han provocado es mayúsculo y se hace necesario un cambio profundo en la forma de entender la política, las instituciones, los partidos, la ciudadanía y la gestión de lo público. Cientos de miles de ciudadanos han dicho basta y han dejado claro que no se llegará muy lejos con este sistema que responde a intereses ajenos al pueblo llano.

Nos encontramos absolutamente en medio de un cambio de ciclo, que va más allá de la transición para colocar en primer término a la Democracia. Ahora toca Democracia. Entendida como reforma total de la administración pública, establecimiento de controles que acaben con la corrupción, una democracia que garantice la independencia del poder judicial, la defensa de lo público en Salud, Educación y Vivienda, Políticas económicas contra la pobreza y la exclusión social, Empleo digno y como derecho fundamental, sostenibilidad del medio ambiente, Igualdad real y total entre mujeres y hombres, una política humana sobre inmigración, jubilación digna, solidaridad internacional y justicia universal.

Con las anteriores premisas, es obvio que el siguiente paso es promover un proceso constituyente que nos dote de un nuevo marco global, una nueva carta magna que se adapte al siglo XXI y a nuestra realidad de ahora, no a la de 1978. Y en todo ese proceso van a participar, de manera estelar, los ciudadanos. Dejar en manos exclusivamente de los partidos políticos tradicionales y vetustos que marquen dicho proceso, sería como dejar en manos del zorro la construcción del gallinero. El nuevo marco constitucional debe ser el de una sociedad libre, avanzada, solidaria y social, organizada frente a los privilegios de unos pocos para garantizar el bien de muchos.

Los partidos políticos van a poner muchísimas trabas a estos cambios profundos a sabiendas de que perderán bastante poder en el envite. Pero el país necesita de aire fresco, de abrir puertas y ventanas, de levantar alfombras y quitar todo el polvo posible.

Ese aire fresco no puede ni debe ser un aire de enfrentamiento, sino de encuentro. Hacer sintonizar las demandas sociales de la ciudadanía con los instrumentos públicos para provocar esos cambios tan necesarios. Los que no quieran comprender que este proceso es irreversible se estarán equivocando. Los que mantengan estructuras partidarias rígidas basadas en su propia representación para cambiar las cosas estarán cercenando un profundo cambio que todos necesitamos.