domingo, 27 de junio de 2010

BUEN GOBIERNO, MAL GOBIERNO

En la sala de los Nueve, del Ayuntamiento de Siena, se encuentran un conjunto de frescos de los hermanos Lorenzetti, que representan al “Mal Gobierno” y al “Buen Gobierno”. La obra fue realizada entre los años 1338 y 1340, y nos muestra, con una excelencia de los buenos detalles, un amplio ideario político y moral de la época a modo de metáfora. Al entrar en la sala, lo primero que se observa son los sinsabores el Mal Gobierno y al volver la vista a la derecha observamos las virtudes del Buen Gobierno. La Paz es el eje principal del Buen Gobierno acompañada por la Justicia, colocando justo debajo suya a la Concordia. La alegoría está dotada de una luz excesivamente clara, sin una sola sombra ni grises, y nos muestra a los gobernantes dotados de las cualidades principales para el Buen Gobierno: La Templanza, la Justicia y la Paciencia. Como ejemplos de los efectos del Buen Gobierno, Ambrogio Lorenzetti nos muestra la Seguridad, la Abundancia, la Alegría y la idea de Comunidad. Nos muestra el fresco la buena organización de los agricultores en el campo. Todo, en el Buen Gobierno, es concordia, felicidad y bien común. En la otra parte de la sala se encuentra la alegoría del Mal Gobierno, representado por la Tiranía, apareciendo la Justicia atada e incapaz de actuar, gobernantes con apariencia diabólica y siendo sus atributos la Avaricia, la Soberbia y la Vanagloria. El pueblo vive impregnado por la enfermedad, disputas entre ciudadanos, conflictos, y una ciudad desolada y en estado pésimo de conservación. El Terror es el que gobierna la escena en lugar de la seguridad del otro fresco. El campo está totalmente destruido, la guerra se instala, y el gobernante se aprovecha del Terror como forma de Gobierno. La verdad es que contemplando esta gran obra uno tiene la oportunidad de situarse en un momento de reflexión actual sobre la situación de la realidad de nuestros gobernantes. Si ya en el Siglo XIV, los Lorenzetti nos dieron las pistas claras de los principales retos para el Buen Gobierno, actualmente tendríamos una gran capacidad para saber enmarcar y dibujar los trazos fundamentales para una convivencia orientada por el Bien Común, la Libertad, la Responsabilidad y el Compromiso con los demás. Lamentablemente estamos viviendo una época de líderes políticos de bajo perfil, de muy bajo perfil, impregnados por la incertidumbre de la inmediatez y que no reúnen atributos básicos para constituir la previsibilidad en su método de trabajo, refugiándose en un cúmulo de improvisaciones que no ayudan, para nada, al Buen Gobierno. Hemos de ser capaces de dibujar las características básicas del buen gobernante y de desterrar las malas prácticas y el oscurantismo de la función principal de servicio a la comunidad. Piensen, por un momento, cómo dibujarían ustedes dos murales representando uno de ellos al Buen Gobierno y otro al Mal Gobierno, y pónganle caras a los personajes que aparecerían en los frescos.

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