viernes, 4 de junio de 2010

LA ESTRUCTURA POLÍTICA DEL ESTADO

Mucho han de cambiar las cosas para que este país de un giro a la situación política y social que vive. Durante más de 30 años hemos ido desarrollando un sistema democrático con altibajos, pero que ha permitido un avance considerable en nuestra situación económica, social y política. No obstante, la descentralización y desconcentración política del Estado ha supuesto una errática rutina de duplicidades competenciales, presupuestarias y políticas, que han originado un agigantamiento del aparato de lo público, Al mismo tiempo, los municipios obtenían unas competencias enormes en urbanismo que han servido para sembrar muchas corruptelas, obtener muchos ingresos por las construcciones, falseando la realidad de lo que un ayuntamiento obtiene para poder desarrollar sus tareas. Las diputaciones provinciales se han ido convirtiendo en un órgano donde los partidos políticos enviaban a sus perdedores en las municipales y donde se colocaban vía personal de confianza a las estructuras partidarias, lo que ayudaba a los partidos a continuar desarrollando sus políticas de organización interna con personal pagado por la diputación provincial. Las comunidades autónomas, cargadas de competencias y dinero, han ido renovando sus primeros estatutos de autonomía, y viendo cómo realmente se han convertido en un factor político de fuerza en el Estado, pero multiplicando por 17 políticas que deberían ser únicas en el país, como las de Sanidad, Justicia, Educación, la cooperación al desarrollo, etc… La virtud de las autonomías ha sido acercar las políticas públicas a los ciudadanos, pero a costa de una duplicidad tremenda de acciones y presupuestos y mantener un pulso permanente con el gobierno central que ha ido quedando vacío de competencias. Los últimos Gobiernos de España han querido mantener un perfil más de coordinador de las autonomías que de Gobierno como tal. De ahí que no hayamos contado con una planificación estratégica del Estado para situar nuestra economía en convergencia con Europa, encontrándonos en este momento en un callejón sin salida donde las únicas alternativas que se plantean vienen por los recortes a diestro y siniestro, pero sin tener la visión de altura para el medio y largo plazo que la situación amerita. Por ello, se hace necesario y urgente, una reforma global de las estructuras políticas del estado, que aparecen en nuestra constitución, aprovechando para hacer un análisis evaluativo. No planteo un borrón y cuenta nueva, eso sería irresponsable. Pero sí una análisis exhaustivo de lo que ha ido funcionado bien y de lo que ha significado un fracaso al modelo de estructuración que nos dimos en el 78. El principio de subsidiaridad ha de ser tenido en cuenta y aplicado en esa reflexión, al mismo tiempo que se contraponen los resultados obtenidos hasta la fecha. No debe ser muy difícil conseguir un acuerdo sobre el tema, si pensamos que cualquier institución, empresa, organización, realizan sus propias evaluaciones en relación a sus planes estratégicos, y normalmente lo realizan en periodos no superiores a cinco años; con más razón, una estructura del estado creada ya hace 32 años debe ser analizada, revisada y planificada, quizás para los próximos treinta años. Seguro que todos salimos ganando.

1 comentario:

Fauno dijo...

Totalmente conforme.

La descentralización, por otro lado necesaria en un estado como el español, se ha convertido en el más pingüe de los negocios para políticos mediocres de escaso discurso y todas luces incapaces de ofrecer soluciones a sus conciudadanos.

Resulta necesario y urgente cambiar al ecuación "más competencias = más fondos económicos y poder", por la de "más competencias = mayores responsabilidades para quienes las detentan".

Un abrazo. Me gusta mucho tu blog, pero la falta de tiempo me impide dar mi opoinión con mayor frecuencia de la que desearía.