domingo, 12 de julio de 2015

LA CONFLUENCIA: Ahora toca Podemos.


Es sorprendente ver cómo partidos en situación crítica enarbolan la bandera de la confluencia y la unidad popular cuando se ven abocados al fracaso individual. A cuatro meses de las elecciones generales, Izquierda Unida y varios grupos pequeños, se proponen crear una plataforma, “Ahora en Común”, para ganar el gobierno de España.

Y sorprenden estos movimientos de última hora, máxime cuando hace cuatro meses, en las elecciones andaluzas, Izquierda Unida ni siquiera planteó la posibilidad de sumar a otras fuerzas a la contienda, a sabiendas de que su resultado, a pesar de ser malo, le permitiría seguir con su presencia institucional en el parlamento andaluz.

Sorprende más aún que hoy llamen a la confluencia cuando hace sólo dos meses, en las elecciones municipales, fueron incapaces de participar en los movimientos ciudadanos de confluencia que se crearon en las capitales andaluzas, donde cada persona participante tiene un voto, insistiendo ellos en la opción de mesa camilla de suma de varias siglas y repartirse la representación para no perder cacho.

También llama la atención que se pretenda equiparar un proceso municipalista de suma de voluntades para el cambio (como en Madrid, Barcelona, Coruña o Santiago, Cádiz), a la posibilidad de repetir la propuesta a nivel de elecciones generales, para gobernar España, a sabiendas de que este es otro escenario distinto y que las circunscripciones electorales definen muy bien los votos y porcentajes necesarios para obtener un diputado.

Sorprende que en un llamado al frente amplio, o a la unidad popular, quieran desconocer que con la suma total de 400 o 500.000 votos, esta candidatura podría obtener en el congreso no más de 5 diputados, mientras que esos mismos votos pueden acarrear la pérdida de 25 ó 30 diputados a las listas de Podemos. Posiblemente no lo desconozcan y esa sea su intención.

Mucho más sorprende que, con una prisa inusitada y sin contar con sus bases, varios partidos pequeños se hayan sumado a una propuesta que pareciera inventada por el PPSOE para desgastar a la única fuerza que puede hacerles sombra en las próximas generales.

Si todo ese movimiento ha sido orquestado para salvar de la pira a Izquierda Unida, que no cuenten conmigo. Si les da igual que el bipartidismo siga imperando en España, que no cuenten conmigo. Si pretenden vendernos que se puede repetir en el Congreso y en el Gobierno de España un proceso ciudadano similar al de las municipales, que no cuenten conmigo. Si su objetivo es no perder protagonismo frente a la vigorosidad de Podemos, que no cuenten conmigo.

Hoy por hoy, la confluencia está en Podemos, donde falta mucha gente por incorporarse desde su punto de partida concreto. Los cambios no se fabrican en comités centrales, ni en mesas camilla, ni con sopa de siglas. Ahora toca Podemos.

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