Revisar los datos electorales por
circunscripciones sirve para descubrir algunas claves de los resultados
obtenidos por las fuerzas políticas y, también, para señalar las posibles
variaciones a tener en cuenta en una hipotética repetición de las elecciones en
el corto plazo. De un análisis pormenorizado hemos de deducir que Izquierda
Unida no sólo ha obtenido el peor resultado de su historia con sus dos
diputados por Madrid, sino que además ha favorecido al PP y castigado a Podemos
al presentarse en todas las circunscripciones. Me explicaré.
Los votos que ha obtenido IU en
todas las provincias donde se ha presentado, excepto en Madrid, han ido
directamente a la basura, pero han tenido un efecto directo sobre los datos
finales en los repartos de escaños. De no haberse presentado en Albacete,
Ciudad Real, Vizcaya, Canarias, Baleares, Zaragoza, Teruel, Sevilla, Málaga y
Jaén, PODEMOS habría podido obtener 10 diputados más, colocándose en 79
diputados.
Pero además esa subida de 10
escaños, iría en detrimento de los partidos que los pierden, que serían: 2 de
Ciudadanos, 5 del PP, 1 del PNV y 2 del PSOE. Así las cosas, el resultado
electoral hubiera quedado como sigue: PP pasaría de 123 escaños a 118; PSOE de
90 a 88; Podemos de 69 a 79; Ciudadanos de 40 a 38 y PNV de 6 a 5 escaños.
Con esos resultados estaríamos
hablando, a día de hoy, de otra realidad bien distinta a la hora de conformar
gobierno. No entiendo muy bien cuál ha sido la estrategia de Izquierda Unida
pero sí de las consecuencias que ha tenido: beneficiar al Partido Popular en 5
diputados y detraer la opción de Podemos de conseguir 10 diputados más.
En consecuencia, de cara a esas
posibles nuevas elecciones de marzo, los votantes de Izquierda Unida deberán
reflexionar muy bien su voto y optar por seguir penalizando a Podemos y
beneficiar al PP, o sumar mayor apoyo a Podemos haciendo útil su voto para una
opción de cambio. Hasta ahora, Izquierda Unida sólo se ha quejado de la Ley
Electoral que les ha castigado, Ley que por cierto no quisieron cambiar en
Andalucía cuando gobernaron con el PSOE durante tres largos años. Pero la
reflexión que han de hacerse los votantes de Izquierda Unida es a quiénes
benefician realmente los votos en las circunscripciones citadas.
Desde la dirección de Izquierda
Unida deberían preparar una estrategia para no presentar candidatura en esas
diez provincias, quizás negociando la incorporación en las listas de Podemos de
dos o tres candidatos de su fuerza política, lo que le daría para formar grupo
parlamentario propio. Lo que no tiene ninguna justificación desde la
autoproclamada izquierda verdadera es que se sigan beneficiando de sus votos la
derecha. Es absolutamente incongruente.
De todas formas son decisiones de
las direcciones políticas, ya que estas reflexiones no llegan a las bases y se
siguen tomando en mesas camillas. Igual de consultar a las bases otro gallo
cantaría.