La teoría del
consentimiento social no es nueva pero está de máxima actualidad. Ante la
situación política y económica que se da en el país y a pesar de la relativa
proximidad de las elecciones que dieron mayoría absoluta al Partido Popular en
Noviembre pasado, hemos de preguntarnos si el Gobierno de Rajoy cuenta con el “consentimiento”
de la población española.
Dicha teoría viene a
indicarnos que se puede obtener fácilmente el gobierno de un país controlando
las fuerzas armadas, la justicia, la policía y los medios de comunicación. Esto
han podido hacerlo dictadores (véase los resultados de la primavera árabe), sin
contar con el consentimiento del pueblo. En democracia, una elección nos coloca
a determinados partidos en el gobierno dándose ese primer consentimiento de la
población a las políticas presentadas en los programas electorales.
Cuando un partido en el
gobierno se desvía 180 grados de su programa y, como en el caso de Rajoy, nos
manifiesta que el “no quisiera poner en marcha esas políticas pero que no es
libre y que no tiene más remedio”, estamos ante una situación que ha de volver
a contar con el consentimiento de la ciudadanía.
En democracia la
elección tiene un periodo determinado para la ejecución de los programas del
partido o partidos vencedores (en nuestro caso 4 años), pero el consentimiento
de la aplicación de dichas políticas ha de ser refrendado día a día, máxime si
han cambiado radicalmente las propuestas con su programa electoral. Es decir,
el control político y ciudadano que ha de ejercerse sobre el gobierno es
cotidiano y no puede ni debe refugiarse en el parapeto de haber sido elegido
para un periodo completo.
2 comentarios:
Paco, difícil coyuntura y más difícil encrucijada. Entre convocar nuevas elecciones o someter a referéndum el paquete de medidas sacadas de la manga, independientemente de que hayan sido obligadas por la UE o no, yo me inclinaría por el referéndum. Ambas tienen sus pros y sus contras, pero el referéndum lo veo más adecuado en este momento por ser una práctica que somete un asunto, o varios, al voto popular. Aún así, parecen inalcanzables ambas...
Hola Paco y Paloma:
En realidad estoy seguro de que a vosotros tampoco se os escapa que si el actual Gobierno puede (que no debe) llevar a cabo una política diametralmente opuesta a la que pregonaba en su campaña, es por la mayoría absoluta (ya tenemos ejemplos de gobiernos que nos han metido hasta en guerras con la oposición frontal de la inmensa mayoría de la población); lo cual nos devuelve a la necesidad imperiosa del cambio de un sistema electoral que permite gobiernos con mayoría absoluta en la cámara baja, que gobiernan por Decreto sin sentir ninguna necesidad de, no ya recabar el apoyo de otras fuerzas políticas, sino hurtando al pueblo, pretendidamente soberano, si quiera el derecho de que sus (otros) representantes puedan hacer la mas mínima aportación en tramite legislativo. Yo afirmo que el sistema llevado a estos límites deja de ser democrático para ser autárquico, con mas motivo cuando se controlan el resto de poderes, a saber: Judicial (reparto del CGPJ Y T. Const.), Medios de comunicación (nombramiento del Presidente de RTVE por mayoría simple).
Lo peor es que tenemos Gobierno de Rajoy por 4 años (salvo que Merkel quiera otra cosa), el pueblo Pseudosoberano no tiene posibilidad constitucional de revertir este estado de cosas hasta que no haya nuevas elecciones. Y encima hay que aguantar que digan que somos nosotros los que nos situamos extramuros del sistema, como si "el sistema" fuese muy virtuoso y no hubiese necesidad de regenerarlo, máxime cuando UPyD quiere hacerlo desde dentro, y no como los llamados antisistema, a los que ellos alimentan con este tipo de política. O conseguimos encauzar nosotros el descontento o algún populismo vendrá que buenos les hará.
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