Pepe Griñán nos ha
metido en la dinámica electoral en Andalucía y España como quien no quiere la
cosa. El movimiento estratégico de una sola persona sirve de escopetazo de
salida para una serie de jugadas que nos pueden llevar a los adelantos
electorales que tan necesarios parecen.
A pesar de los motivos
personales y familiares que esgrime el Presidente de la Junta de Andalucía para
anunciar que no se presentará a las próximas elecciones, basta leer entre
líneas su entrevista del domingo en el periódico El País, para darse cuenta que
otros son motivos que aceleran su decisión.
1)
El caso de los ERES avanza judicialmente
y el desgaste que tiene el PSOE en Andalucía a cuenta del mismo se lo quiere
llevar Griñán con su salida de la política, dejando a jóvenes figuras al frente
de una nueva propuesta limpios de polvo y paja.
2)
El año y poco de gobierno de coalición
con Izquierda Unida en Andalucía no ha sido, ni mucho menos, un camino de
rosas. Ha sido el primer tercio de una legislatura donde se ha trabajado con
los temas comunes, aquellos que menos confrontación interna presentan, pero
ahora llega la hora de la verdad. Izquierda Unida tiene que tensar la cuerda
para diferenciarse del PSOE si quiere mantener su electorado y arrastrar al de
su competidor, por lo que han enseñado las cartas de que pueden no aprobar los
presupuestos de 2014, rompiendo el pacto de gobierno y provocando el adelanto
electoral en Andalucía.
3)
El encarcelamiento de Bárcenas deja la
puerta abierta para que el Partido Popular sufra el mayor desgaste de su
historia si aparecen pruebas evidentes de financiación ilegal en Génova. El
partido en el gobierno se vería entre las cuerdas y muchos analistas vaticinan
que provocaría un adelanto electoral. Rajoy quedaría descartado y aquí es donde
el movimiento de Griñán cobra sentido en el ámbito estatal: No quiere que
Rubalcaba se presente y por eso provoca que el PSOE federal celebre también sus
primarias cuanto antes.
El calendario lo marcarán los acontecimientos en los
juzgados, prisiones y comités del bipartidismo. Las autonómicas andaluzas
podrían adelantarse a octubre de este año. La prisa en convocar las primarias
el 29 de julio así lo indican, pues nadie elige a un candidato a tres años
vista. Las generales podrían celebrarse conjuntamente con las Europeas en mayo
de 2014 o, si el ritmo que marque Bárcenas es bastante acelerado, incluso en
febrero de 2014.
Está claro que la situación no aguanta más ni en
España ni en Andalucía y que tendremos que resolver los ciudadanos bajo la
responsabilidad saber elegir.