sábado, 8 de junio de 2013

ELECCIONES EN IRÁN

El próximo viernes, 14 de junio, se celebrarán las elecciones presidenciales y a concejos municipales en la República Islámica de Irán. En esta primera vuelta, si ninguno de los candidatos obtuviera el 50% de los votos se procedería a balotaje el siguiente viernes 21 de junio, con los dos candidatos más votados en la primera.

El actual mandatario Mahmud Ahmadineyad no tiene derecho a presentarse a un tercer mandato, según la constitución iraní. Los candidatos admitidos a la elección presidencial son ocho después de una purga selectiva de las más de 600 candidaturas realizada por el “Consejo de Guardianes”, según recoge el proceso de Ley Electoral vigente.

Es difícil realizar una clasificación de los ocho candidatos de los cuales saldrá el próximo presidente de Irán. Podríamos calificar de “reformistas” en la relación a la actual política autoritaria de Ahmadineyad, a tres de los ocho, que a la sazón resultan los menos adelantados en apoyos, aunque las encuestas están prohibidas en el proceso electoral.

El candidato más oficialista es Saíd Yalilí, vicepresidente primero con el actual mandatario y responsable del programa nuclear iraní. Doctor en Ciencias Políticas de 47 años es de los mejores situados para la elección del viernes y se estima que en caso de no conseguir el 50% de los votos será uno de los dos contendientes que pasen a la segunda vuelta.

Yalilí es el favorito de los sectores más continuistas del régimen de Ahmadineyad, pero tendrá en frente a otros miembros queridos por la población del mismo régimen. Entre los más probables de pasar a una segunda vuelta se encuentra Alí Akbar Velayatí, médico de 67 años y quien después de haber sido Ministro de Asuntos Exteriores con Jomeini, actualmente es consejero de política internacional del principal enemigo de Ahmadineyad, el ayatolá Jamenei.

A pesar de que los dos citados son los que cuentan con más posibilidades de obtener la presidencia iraní, no hay que descartar que se produzca alguna sorpresa entre los seis candidatos restantes, pues todos cuentan con una dilatada hoja de servicios desde el 79. Las diferencias en los debates a ocho, retransmitidas en directo por la televisión nacional, son mínimas. Se basan más en detalles que en cambios reales de orientación sobre la política nacional e internacional del régimen iraní. Por ello, resulta muy difícil pronosticar un claro vencedor en este proceso electoral.

Sí parece bastante probable que ninguno alcance la mitad de los votos más uno en la primera vuelta, por lo que estaremos muy pendientes de los dos candidatos que se enfrenten en la segunda, donde harán manifiestas sus diferencias reales para obtener la presidencia.


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