domingo, 4 de abril de 2010

SRI LANKA NECESITA ESTABILIDAD.

El próximo 8 de abril se celebran en SRI LANKA elecciones legislativas que completarán el parlamento después de las elecciones presidenciales de enero que dieron el triunfo para un segundo mandato al presidente Mahinda Rajapaksa, al frente del Pueblo de la Libertad de la Alianza Unida. Su principal opositor, el General Sarath Fonseka, quien fuera artífice de la victoria militar sobre los tamiles en 2009, actualmente se encuentra arrestado, pero aseguró que el Frente Democrático que encabeza se presentará a las elecciones del jueves con la intención de contar con una presencia suficiente en el parlamento que garantice un proceso democrático limpio. En 2010 el país ha iniciado un periodo de implantación democrática, al encontrarse anteriormente sumido en una guerra depredadora con la guerrilla tamil al norte del país, que ha centrado durante los últimos años la atención de los gobernantes de dudosa representatividad democrática. Como país, Sri Lanka ha sido ese gran desconocido que no muchas personas sabían colocar en el mapa si no tenían la referencia de que era el antiguo Ceilán, y que obtuvo una triste popularidad con el Tsunami de 2004 que afectó de lleno a las provincias del sur, las cuales quedaron absolutamente devastadas y aún no se han recuperado de los efectos del mismo. Sri Lanka, sumido en desequilibrios económicos según las provincias de que se trate, se encuentra en el puesto 102 de la lista por Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Gracias a la ayuda internacional para la reconstrucción tras el Tsunami y que aún continúan gestionándose, sus 23 millones de habitantes mantienen una renta per cápita cercana a los 2.000 dólares anuales y los programas de desarrollo puestos en marcha en el país apuntan a una rápida recuperación de los indicadores económicos, siendo su principal déficit la redistribución de la riqueza. Las instituciones de Sri Lanka han sido anteriormente a 2005 prácticamente inexistentes predominando el caciquismo, pero a partir del primer mandato de Rajapaksa el país ha ido conformando una red institucional cada vez más sólida que permite implementar políticas de desarrollo cercanas a los ciudadanos. Una vez resuelto el tema de la guerra (al menos de momento) y garantizada la continuidad presidencial por seis años, las elecciones legislativas del día 8 cobran especial relevancia para saber si el parlamento contará con unas mayorías suficientes para continuar con la labor de construcción de un país y se normalizan las relaciones entre gobierno y oposición, que actualmente están muy tensas debido al encarcelamiento del principal opositor Fonseka. Observadores internacionales participarán en estas elecciones para despejar cualquier tipo de duda sobre su validez y propiciar unas elecciones limpias y democráticas. Según los sondeos todo parece apuntar a una victoria amplia del partido del Presidente, aunque se prevé una fuerte presencia de la oposición del Frente Democrático que puede llegar a un 40% de los diputados. Sea cual fuera el resultado lo importante será la consolidación de un régimen democrático a favor del desarrollo de un país golpeado por la guerra, la miseria y los desastres naturales.

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