viernes, 2 de abril de 2010

TIEMPOS DE CAMBIO.

Andalucía se encuentra en estos momentos en situación de reajuste político. En dos años hemos tenido tres gobiernos distintos en la Junta y sus correspondientes repercusiones en las provincias, lo que viene provocando una desorientación manifiesta de la aplicación de políticas concretas hacia la población. Los problemas internos del Partido Socialista y la necesidad de colocar en mejores puestos de salida al actual presidente de cara a las próximas elecciones autonómicas, han obligado a estos cambios. Pero los mismos han tenido efectos negativos al paralizarse las necesarias acciones para combatir la crisis en nuestra comunidad. ¿A qué se debe tanto movimiento en el PSOE?. Sin duda a la seria previsión de que en 2012 perderían las elecciones tanto generales como andaluzas. Persiguen los cambios un doble objetivo. Por un lado, quemar los últimos cartuchos para ver si es posible renovar la imagen del partido y del gobierno andaluz, acometiendo una batería de propuestas en lo que queda de mandato que permita obtener unos buenos resultados en Andalucía aún pactando con IU para mantener el poder, pacto que sería la tabla de salvación del PSOE. Por otro lado, ante la previsión de salir de la Moncloa y de la casa rosa, el partido se prepara para replegarse en sus cuarteles de invierno. Muchos, muchísimos, cargos políticos y altos cargos de la Junta, dejarán de serlo, y teniendo por delante las elecciones municipales parece conveniente reajustar todos los puestos posibles para que el largo invierno afecte lo menos posible la estructura partidaria. Arenas se juega el todo por el todo en estas elecciones. Si no gana, se tendrá que ir. Ya estaría quemado. Para él es una cuestión de ahora o nunca. Y su partido no pasa por los mejores momentos al verse salpicado por una cascada de casos de corrupción de gran envergadura. Lo del PP en Andalucía dejó de tener tintes de alternancia política hace tiempo, para convertirse en un tema absolutamente personal. Arenas contra Chaves, Chaves que ve venir la derrota y antes de que me ganen me voy subiendo escalafón. Arenas que pierde contrincante personal y sabe que si ahora no le gana a Griñán, habrá perdido todas sus opciones de gobernar en Andalucía. Ambas opciones nos plantean más de lo mismo, pues entre ello sólo podemos aspirar a la alternancia en el poder y nunca al cambio alternativo que necesitamos para nuestra comunidad. Lo descrito a nivel andaluz vale también para el ámbito estatal. Rajoy VS Zapatero, están en la misma cuestión. Nadie convoca unas elecciones anticipadas si sabe de antemano que las va a perder. Por eso desde el gobierno central agotarán el mandato dando tiempo así a reestructurar el partido para la sequía de poder en los próximos años. El problema es que mientras los partidos mayoritarios juegan a colocar sus estrategias internas el país continúa agonizando en la UVI de las estadísticas del desempleo, de la deuda pública, del déficit, y la administración de aspirinas y tiritas parece que no tienen demasiado efecto. Por eso necesitamos cambiar y revertir esta situación. Remover los vetustos métodos de hacer política que le son rentables a ambos partidos y realizar nuevas propuestas llenas de ilusión, de alternativa y de cambio. Donde los ciudadanos tengan certezas, garantías y confianza. Necesitamos nuevas formas de entender la política lejos de castas y clases cerradas, y abrir las ventanas de la democracia al pueblo para que entre aire fresco, personas sin ambiciones individuales, sin intenciones de permanecer siempre en los cargos, pero con una entrega absoluta al avance democrático en libertad y prestos a solucionar los problemas con los que nos encontramos actualmente y prevenir los que tendremos en el futuro. Estamos en el Siglo XXI y no se puede continuar aplicando políticas y métodos del XIX. Así que los cambios tienen que darse ahora.

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