INDEPENDENCE DAY

El 4 de Julio los estadounidenses celebran su día de la independencia. Es sin duda, junto al día de Acción de Gracias, el día más celebrado del año. Una gran mayoría de las casas muestran con orgullo la bandera del país, amigos y familiares conciertan sus famosas barbacoas al aire libre y fuegos artificiales en todos los lugares cierran el día. En 1776 y reunidos en Congreso, representantes de los 13 Estados Unidos de América proclaman su Declaración de Independencia firmada por los 56 representantes presentes en el acto, entre ellos Benjamín Franklin, Thomas Jefferson y John Adams. En 1783, por el tratado de Paz de Versalles, Inglaterra se ve obligada a reconocer la independencia de las 13 colonias británicas. Desde entonces, Estados Unidos de América ha sido referente del desarrollo político y económico mundial. A sus 234 cumpleaños, han vivido innumerables guerras internas, anexiones, participado en casi todos los conflictos internacionales, sufrido todos los tipos de terrorismo posible y se ha convertido en la principal industria de guerra del mundo. Quizá a fuerza de su participación permanente en todos esos conflictos ha ido generando un sentimiento patriótico que difícilmente encontramos en otros países. Por ejemplo, en nuestra querida y vetusta Europa, donde casi nadie sabe que el día de Europa se celebra el 9 de Mayo, que por supuesto aún no ha sido declarado como día festivo, y donde las celebraciones se limitan a pequeñísimos actos institucionales donde los políticos de oficio izan la bandera europea y se interpreta el desconocido himno. Otro ejemplo, nuestro país. No hay celebraciones masivas del día de España, no sabemos muy bien si se celebra el 12 de Octubre (día de las Hispanidad) o el 6 de Diciembre (día de la Constitución). Sea cual fuere, lo cierto es que sólo colocamos banderas de España en nuestros balcones cuando juega la selección de futbol y además con escudos de todo tipo: escudo constitucional, el toro e incluso el aguilucho. Algunos se atreven a colgar la republicana. Volviendo a Europa, los sentimientos de pertenencia de los distintos habitantes de la Unión son mínimos. No se consigue que nos sintamos europeos por mucho que el euro mande en nuestras vidas y que más del 70% de las políticas que se aplican en los estados miembros emanan de la Unión Europea. Es más, me atrevería a decir que el sentimiento de pertenencia está cada vez más lejano. Felicitaciones a los estadounidenses en la celebración de su día de la independencia y ojalá podamos los europeos sentirnos igual de comprometidos con nuestra incipiente Unión Europea algún día.