sábado, 10 de julio de 2010

LA REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA EN ANDALUCÍA

Desde 1980, la comunidad autónoma de Andalucía ha estado gobernada por el Partido Socialista. Más de treinta años que no han conseguido colocar a nuestra región fuera de las más pobres de Europa, a pesar de los fondos FEDER, las grandes obras de infraestructura, la Política Agraria Común, los acuerdos pesqueros y el aumento del turismo. Andalucía hoy cuenta con un 27% de paro, castigando especialmente a los jóvenes y a los mayores de 45 años, sus infraestructuras siguen siendo de mediana calidad, los niveles educativos registran el mayor índice de abandono y fracaso de toda España, nuestra salud ha mejorado con respecto a 1980 y el sistema de salud también, pero continuamos alejándonos de la media nacional en servicios sanitarios de calidad y el turismo se va cansando de una Andalucía que sólo ofrece mucho sol y sólo algunas buenas playas. Las inversiones en la mejora de los servicios sociales han caído en picado, siendo de las comunidades más atrasadas en servicios básicos propios de una sociedad moderna. En lo político el Partido Socialista, a modo del PRI Mexicano, ha impuesto una guía de caciquismo y caudillismo, poniendo en práctica políticas de compra de voluntades y votos, utilizando en lo electoral el miedo a la derecha como único argumento político, extenuando a la población andaluza y haciendo que aumente en cada convocatoria el número de abstencionistas. Andalucía necesita más que nunca una regeneración de la democracia en su institución autónoma, una especie de segunda transición, que reorganice sin clientelismo político la administración autonómica, coloque los intereses de Andalucía y de los andaluces en primer lugar, dote de eficaces medidas de gestión al enorme funcionariado andaluz y coloque al frente de las políticas públicas a las personas mejor preparadas. Esta regeneración de Andalucía ha de pasar inexorablemente porque los socialistas no continúen en el gobierno de la Junta de Andalucía, no sólo por todos los fallos cometidos en estos treinta años y por el perfil que han mantenido como políticos de baja estatura, sino porque nuestra comunidad necesita de una verdadera transición democrática en lo institucional, que convierta a lo “andaluz” en protagonista de su propio devenir y aleje de una vez para siempre la prebenda, los cortijos y los cortijeros, actuando sin complejos. Para esta regeneración andaluza se hace necesaria la participación de la ciudadanía en las urnas. Somos el electorado andaluz el que colocaremos al frente de la Junta de Andalucía a las mejores personas y a partidos que promuevan el cambio en la comunidad y hagan de esa regeneración su bandera de trabajo. En marzo de 2012 Andalucía debe contar con un nuevo gobierno, con nuevos partidos al frente de la ejecución de las políticas. Sólo así conseguiremos avanzar en el desarrollo democrático de nuestra comunidad.

1 comentario:

Pilar dijo...

El PER no propicia otra cosa que el voto cautivo de aquellos parados que llevan más de 25 años viviendo del subsidio. Millones de andaluces que sobreviven en sus pueblos sin posibilidad de salir de la miseria.
Muchos Ayuntamientos creyeron en la panacea de la especulación inmobiliaria como salida a una economía empobrecida y sin recursos. El modelo urbanístico que dejó nuestras costas arrasadas lo querían extender al interior. Hecho el destrozo, parece que la Junta comienza a actuar para salvar lo que queda y asistimos al espectáculo de ver cómo entran en la cárcel los alcaldes y concejales corruptos en reata.
En fin, que no tenemos arreglo. Es urgente una regeneración democrática, especialmente en Andalucia.