Cuando nuestras mentes
se preparan para abordar los nuevos propósitos de este año nuevo, como aprender
inglés, apuntarnos al gimnasio, bajar de peso, dejar de fumar y alguna que otra
pamplina, el gobierno de España se prepara para envolver nuestro pensamiento de
un hálito de recuperación económica, brotes verdes de nuevo y un sinfín de
interpretaciones numéricas de datos manipulables.
Los españoles somos más
pobres en 2014 que el año pasado y que los años anteriores. Nuestro poder
adquisitivo es el mismo que teníamos en Enero del 2000, cuando España enterró
la peseta para entrar en la zona Euro. El desempleo asola al 26’5% de la
población y afecta a más del 57% de la juventud de este país. Los salarios han
caído en picado, manteniendo un SMI de 645,3 euros, congelado las pensiones,
subiendo la luz, los medicamentos, el agua, el IBI, la basura, el IRPF, y un
gran número de tasas e impuestos nacionales, autonómicos, provinciales y
locales, que vienen a sumarse a los gastos fijos de hipotecas y alimentación.
El Partido Popular nos ha mentido en muchas ocasiones, pero
quizás su mayor mentira haya sido justificarnos que no le quedaba más remedio
por la herencia recibida que acometer la más brutal de las reformas
neoconservadoras conocida en toda Europa. Aprovechando la necesidad de
reestructurar el gasto y el déficit del estado ha puesto en marcha reformas de
derecha extrema en la sanidad, en la educación, en lo laboral, en las rentas,
ha recortado en derechos civiles, tocado las pensiones, abriendo de nuevo el
conflicto en torno al aborto, etc. Ha estancado el consumo interno
estrangulando el crecimiento económico, sacando pecho por el aumento de las
exportaciones que, si bien han crecido, no ha servido para crear empleo.
El grave deterioro de
las condiciones de trabajo con contratos basura, temporales y mal remunerados,
ha conseguido que el español medio se sienta sumamente feliz con un salario de
mileurista, porque la gran mayoría están muy alejados de esa cantidad. Hay
quien trabaja horas, algunos días, alguna semana o, los más afortunados unos
meses de temporada. Pero el empleo de calidad, el que asegura afrontar retos de
gastos familiares a medio y largo plazo, ha desaparecido del horizonte español
como si de una estrella fugaz se tratara.
Por el contrario, las
grandes empresas y la banca españolas han tenido en 2013 unos beneficios de
primera división, les ha ido muy bien en este mapa de segregación laboral que
les ha ofrecido el gobierno. Son cada vez más ricos, mientras la población
general es cada vez más pobre. El PP ha conseguido su objetivo al romper y
hacer estallar las amplias clases medias de este país, acabando con el empleo
estable y trasladando el mensaje de que tener cualquier empleo es bueno en los
tiempos que vivimos.
Se lo vamos a hacer
pagar con creces. Electoralmente no podemos apoyarles para que continúen con
sus desmanes y tropelías. O reaccionamos como ciudadanos o harán con nosotros
lo que les de la gana. Les da igual que nos abstengamos, eso es lo que quieren.
Pero hemos de optar por otras fuerzas políticas capaces de tomarse en serio la
necesidad de avances democráticos, económicos y sociales.
1 comentario:
Querido Paco: estupendo artículo, esperemos que el 2014 sea mejor. No sabes cuanto me alegro de tu recuperación. Un fuerte abrazo. Miguel Á. Lobato Aguirre
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