jueves, 5 de agosto de 2010

COLOMBIA, NUEVO PRESIDENTE.

El próximo sábado 7 de agosto, se producirá en Bogotá la toma de posesión del nuevo Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fuera elegido en la segunda vuelta de las presidenciales del mes de junio pasado. Al acto, organizado con todas las medidas de seguridad, están invitados todos los mandatarios de América, de Europa y de muchos países de Asia y África. Hasta el momento han confirmado su asistencia los jefes de Estado de Argentina, Cristina Fernández; Brasil, Lula da Silva; México, Felipe Calderçon; Uruguay, José Mujica; Perú, Alan García; Chile, Santiago Piñera y República Dominicana, Leonel Fernández. También estarán presentes los presidentes centroamericanos de Panamá, Ricardo Martinelli; Honduras, Porfirio Lobo; Guatemala, Alvaro Colom; El Salvador, Mauricio Funes y Costa Rica, Laura Chinchilla. Una de las confirmaciones más esperadas a la asistencia al acto ha sido la del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien finalmente ha resuelto asistir a la toma de posesión a pesar del contencioso que tiene el país andino con su vecino colombiano a cuenta de la invasión de territorio ecuatoriano, siendo precisamente ministro de defensa el Sr. Santos, y que motivo la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. Por su parte, España estará representada, como es habitual en Latinoamérica en este tipo de actos, por el Príncipe Felipe. Las ausencias más significativas de altos mandatarios serán las de Nicaragua, Cuba, Bolivia y Venezuela, país que rompiera relaciones diplomáticas con Colombia el pasado 22 de julio con motivo de las acusaciones ante la OEA por parte de Colombia sobre la presencia de campamentos de las FARC en territorio venezolano. Sin duda alguna, será la crisis colombo - venezolana la que ocupe las reuniones tanto anteriores como posteriores a la toma de posesión. A tal fin, el Secretario General de la UNASUR, Néstor Kirchner, se reunirá el día previo con el presidente saliente, Alvaro Uribe, y el posterior con el nuevo presidente Santos. Como anécdota inusual de esta toma de posesión, destacaremos que en la misma estará presente el saliente Alvaro Uribe, en un afán de mostrar a la comunidad internacional la continuidad del uribismo en el gobierno de Colombia. Uribe ya ha manifestado, en círculos partidarios, su intención de volver a presentarse en 2014, por lo que estarán muy cerca del nuevo mandatario y su gobierno, velando por no perder ni un ápice de protagonismo y vigilando las acciones de su ex ministro de defensa. Respecto a las propuestas del nuevo gobierno presidido por Juan Manuel Santos, presentará en su toma de posesión lo que ha denominado “Los Mandamientos del nuevo gobierno”, con un compromiso de gestión pública eficaz sustentada en los principios de: Compromiso con la prosperidad social, Transparencia, Cero tolerancia a la corrupción, Equidad, Pluralismo, Austeridad y Eficiencia y Eficacia. Santos ha marcado un sistema de gobierno que sea Efectivo, Competitivo y con estándares de clase mundial, centrado en los resultados, con permanente capacidad de medición, que sea anticipativo más que reactivo, al servicio de la comunidad, interdependiente, descentralizador, orientador y promotor. Sus principales problemas estarán marcados en el ámbito nacional en la lucha contra la corrupción, los altos índices de delincuencia existentes en el país, el galopante desempleo y la lucha sin tregua contra los frentes de las FARC y los cárteles de la droga. A nivel internacional su principal orientación será el mantener sus excelentes relaciones con los Estados Unidos, que cuentan en el país con siete bases militares de intervención especializada y, por supuesto, reconducir las relaciones con Ecuador y Venezuela que actualmente se encuentra rotas. Chávez y Correa no se lo van a poner fácil, pues se han cometido varios errores de bulto en la gestión de Uribe en el respeto a elementos básicos de la diplomacia internacional, la Carta de las Naciones Unidas y violaciones de territorio. De cualquier forma, comienza en Colombia un periodo de uribismo sin Uribe que todos deseamos pueda convertirse en una nueva forma de interpretar la realidad más acorde con las necesidades de este precios país y sus vecinos Venezuela y Ecuador.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Pues se han cometido varios errores de bulto en la gestión de Uribe en el respeto a elementos básicos de la diplomacia internacional"

Achacar los problemas en la zona únicamente a Uribe es de un sectarismo que hace temer por la imparcialidad de cualquier opìnión suya sobre lo que ocurre en esa región , por mucho conocimiento sobre el terreno que pueda tener.
Por muy informado que esté, un sectario es, ante todo, un sectario.
Espero que su influencia en este sentido en su partido sea nula. De lo contrario es para echarse a temblar el pensar que UPYD pueda tener influcencia a medio plazo en la política española.
Al menos merece que los intersados en votarles nos informemos bien antes de entregarles responsabilidades.