lunes, 30 de agosto de 2010

TENSIÓN EN LÍBANO

La Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, (FINUL), se encuentra en alerta máxima ante la previsible escalada en el conflicto con Israel por parte de Hezbolá y Hamas. Todo a cuenta de la posible reanudación de las conversaciones entre palestinos e israelíes propiciadas por Obama en un camino más serio para avanzar en la pacificación de la zona. Las tropas españolas que participan en dicha misión están formadas por 1.100 efectivos, la mayoría de los cuales se encuentran en la base “Miguel de Cervantes” en el término municipal de Blat y un pequeño grupo en el Cuartel General de la misión ubicado en Naqura. Las negociaciones planteadas por Washington para primeros de septiembre pueden ser contestadas por actos de violencia de Hamás en territorio palestino y por Hezbolá desde el sur de Líbano en su frontera con Israel. Ello produciría de nuevo una escalada que reduciría sensiblemente las opciones de retomar las negociaciones. La gravedad del asunto puede llegar a poner en peligro la Misión de Paz de las Naciones Unidas dependiendo de la envergadura de las acciones militares. La propuesta de Hillary Clinton de sentar a la mesa de negociaciones a ambas partes, contando con la presencia del cuarteto, parece más bien orientada a apuntar algún tanto en la diplomacia exterior de cara a las elecciones de Noviembre en EEUU, ya que según todos los analistas no se dan las condiciones para que ninguna de las dos partes puedan acercar posiciones en estos momentos. Los problemas fundamentales para un avance en las negociaciones siguen estando en la delimitación de las fronteras (Israel sigue empeñada en no devolver las mismas al estado en que se encontraban antes de la guerra de 1967), el asunto de Jerusalén, las bases israelíes en el Río Jordán y el cese de las nuevas construcciones para los colonos de Israel, todo ello antes de abordar la cuestión sobre la creación del Estado Palestino. Ni Netanyahu cuenta con fuerza en su propio gobierno, que puede romperse por sus coaligados más conservadores y religiosos, ni Abbas cuenta con el apoyo de Hamás en estas negociaciones. Por ello, se teme un recrudecimiento de las acciones militares en cualquiera de las dos opciones: 1) si avanzan las negociaciones de Washington, desde Hamás en Palestina y desde Hezbolá en Líbano se intentará por todos los medios bloquear sus avances; 2) Si no se avanza en las mismas, y ante la finalización del periodo de expansión de los colonos israelíes para el 26 de septiembre, se recrudecerán los actos violentos por ambas partes. En esta maraña de conflicto enquistado, hemos de manifestar la preocupación por la suerte de la presencia española en la misión de paz, ya que la misma puede quedar anulada completamente si se recrudece el conflicto a una escala superior, más allá de las intenciones previas de la FINUL. No obstante las dificultades previas a las negociaciones coincido en que sólo mediante la negociación se podrá acabar con el conflicto entre israelíes y palestinos, y que habrá que intentarlo una y otra vez hasta conseguir objetivos sólidos que puedan hacer reinar la cordura en una zona tan complicada para los movimientos diplomáticos.

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