CÓLERA EN HAITÍ

Fiebres muy altas y diarreas que son capaces de terminar con una persona en pocas horas. Estos son los síntomas de una enfermedad desconocida en Haití desde que se tiene registro del control de la misma en el país a mediados del siglo pasado. La cifra de muertos va en aumento, actualmente 350 según la ONU en 10 días, y más de 5.000 hospitalizaciones con los síntomas citados. La bacteria responsable del brote es muy resistente a determinados antibióticos y los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) temen que la propagación se produzca de forma alarmante y que permanezca en Haití durante años causando verdaderos estragos en la población. Los análisis científicos de urgencia parecen indicar que la bacteria ha venido de fuera y muchos políticos haitianos apuntan hacia las fuerzas de pacificación de Nepal que llegaron a la zona cero de contagio el 9 de octubre, estando su base junto al río conductor de la bacteria. En Nepal el cólera es endémico y este mismo verano ha sufrido varios brotes de importancia, con lo que cobra fuerza la posibilidad de que proceda de los desechos de esta base la bacteria infecciosa. Ello no está demostrado pero es la versión más manejada entre la OMS y otros organismos internacionales. Aunque en muchos informativos nos indican que la epidemia de cólera está siendo controlada, miembros de varias ONGS informan de que los casos se multiplican y de que los hospitales y centros de atención sanitaria no dan abasto, teniendo a personas en la calle esperando a que se den de alta algunos tratados para que llegue su turno de tratamiento. Nadie quiere ser alarmista pero los hechos van mostrando que no se ha llegado al techo del brote y que es muy posible que la cifra de muertos por cólera ascienda a más de 1.000 personas en pocos días. Después de los efectos del terremoto de enero de este año y con cientos de miles de haitianos mal viviendo bajo techo de plásticos, con lluvias torrenciales y escasísimas condiciones de salud y de alimentación, el brote de cólera va a encontrarse con pocas defensas en la población y el apoyo de las condiciones climáticas para su propagación. Aunque se han dado ya algunos casos en Puerto Príncipe, la capital, los estragos del brote pueden venir de las zonas que rodean la capital y propagarse de forma incontrolable. A 28 días de celebrarse elecciones generales y presidenciales en Haití, con los efectos del terremoto totalmente visibles y sin resolver por la escasa ayuda internacional que está llegando a pesar de los compromisos y con la epidemia de cólera encima de la mesa, cada vez son más las voces que solicitan un aplazamiento razonable de dichas elecciones. La verdad es que se adolece de una coordinación eficaz de la intervención necesaria para la reconstrucción en Haití, incluso para poder afrontar la epidemia de cólera. Mientras, los haitianos continúan siendo las víctimas de la ineficacia de la intervención de la tan cacareada comunidad internacional.