EE.UU., ELECCIONES 2010

El Presidente Barack Obama se enfrenta a las próximas elecciones del 2 de Noviembre con los deberes a medio hacer, como corresponde a la mitad de una legislatura. Sin embargo, de ello esperan sacar la tajada correspondiente los republicanos, que han gastado una verdadera fortuna en anuncios televisivos por todo el país, con la intención de determinar cambios en la cámara de representantes y en el senado norteamericano. Las profundas reformas planteadas en la elección de 2008, si bien es cierto que todavía no han comenzado a dar sus frutos, se están poniendo en marcha una tras otra. El gobierno de Obama no descansa en la aplicación de las mismas y ahora lo que pide es tiempo para poder desarrollar su mandato. El martes los estadounidenses tienen que elegir a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, que tienen un mandato de dos años tras los cuales vuelven a elegirse. En esta cámara actualmente, el partido demócrata cuenta con mayoría y el partido mayoritario es quien designa al Presidente de la Cámara así como la organización y distribución de la misma. Este mandato coincide cada cuatro años con las elecciones presidenciales. En esta cámara es donde el partido republicano aspira a romper la mayoría de Obama y establecer unas nuevas normas del juego que les permita colocarse mucho mejor de cara a las presidenciales de 2012. Por su parte, el senado de los Estados Unidos, elige a dos senadores por cada uno de los estados federados, por un mandato de seis años, siendo renovado 1/3 del mismo cada dos años. Parece que Obama podría mantener la mayoría en este órgano lo que facilitaría la continuidad de muchas de sus propuestas. De otro lado, y no menos importante, serán elegidos 36 de los 50 gobernadores de los estados federados, lo que mostrará un dato real de intención de voto de cara a las presidenciales dentro de dos años y habrá que estar muy atentos a los vencedores de estos comicios porque de ellos puede surgir un futuro presidente de los Estados Unidos. El resultado de todas las encuestas realizadas hasta el momento, indican que los republicanos obtendrán mejores resultados que los demócratas y que ello puede repercutir en el apoyo electoral presidencial a Obama. Este, por su parte, mantiene todo el apoyo de la comunidad afroamericana e hispana, así como importantes bolsones de voto en las capitales más importantes del país. La asentada democracia estadounidense no se verá removida por estas elecciones que se disputan más en clave de acortar distancias y romper mayorías con vistas a las presidenciales futuras. Aunque aún falta mucho para las mismas y si las políticas continúan en la línea que actualmente llevan, parece sumamente difícil que no se produzca la reelección de Obama en 2012. Pero será interesante conocer los resultados de estas “intermedias” como pulso real de la opinión ciudadana de los Estados Unidos.