jueves, 16 de diciembre de 2010

OTRO ENGAÑO DE GRIÑÁN

Hace más de un año que el Presidente heredero de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunciara la reducción a la mitad de las actuales 96 delegaciones provinciales de las consejerías de la Junta. Esta medida, que tiene un componente electoral importante, se situaba en la necesidad de achicar la administración política en Andalucía, ahorrando así gastos en el presupuesto. Desde que anunciara la medida en octubre del año 2009, no ha dado ni un solo paso para hacerla viable, a mi parecer por dos motivos fundamentales. Primero, los problemas internos dentro del Partido Socialista. Es decir, cuentan en la actualidad con tal relación de candidatos a incluirlos en el ERE (expediente de regulación de empleo que los socialistas están ejecutando para colocar bien a sus cargos públicos ante la pérdida electoral que se les avecina), que aumentar la lista dejando fuera del pastel no sólo a los delegados provinciales sino además a sus cargos de confianza, en estos momentos significaría engordar la misma en unas 120 personas más en busca de recolocación. Problemón para Griñán que se está quedando sin espacios para recolocar a tantísima gente a la que tiene que buscar un hueco para pasar los fríos de los cuarteles de invierno. En segundo lugar, porque al ser esta una medida bastante populista de cara al electorado (hemos reducido el gasto de tantas delegaciones provinciales) que ven que la administración se aprieta también el cinturón, el partido socialista ha decidido aplicarla en fechas más cercanas a las elecciones, consiguiendo así el efecto electoralista de la reducción y dejando, al mismo tiempo, reducido el margen a los partidos entrantes en el nuevo gobierno andaluz para que no puedan tocarlo, so pena de aparecer como derrochadores. Esta jugada les puede salir bien a los socialistas, que tienen muy claro lo del marketing político, pero perjudica seriamente los intereses de los andaluces, que ya hemos visto como se reduce nuestro presupuesto andaluz de 2010 y 2011, pero siguen manteniéndose estos gastos que consideramos innecesarios. Con lo cual la jugada les puede salir mal y tener un efecto rebote cuando los ciudadanos respondan a la aplicación de la reducción: ¡Ahora!¿ Y porque no lo ha hecho antes?. Curiosamente los otros dos partidos con representación parlamentaria permanecen callados. El PP porque esperan ser ellos los que realicen la reestructuración del funcionamiento de la Junta (en caso de gobernar en 2012) y no quieren que la haga Griñán; Izquierda Unida, porque ya han firmado pactos de apoyo al PSOE y se ven gobernando con los socialistas el próximo año, así que cuantos menos palitos le pongamos ahora en la rueda, mejor. La ciudadanía no olvida estas jugarretas políticas y se las hará pagar a todos cuando llegue su momento. La reducción de nuestro déficit es urgente, la reestructuración política de la comunidad, también. Dejar pasar dos años sin hacer nada al respecto es de juzgado de guardia. Pero aquí se traducirá en elegir bien la papeleta del voto.

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