SEGUNDA VUELTA EN BRASIL

De las elecciones celebradas el pasado domingo en Brasil podemos sacar algunas conclusiones. Por un lado, la candidata del PT y de Lula, Dilma Rousseff, a quien casi todas las encuestas daban como ganadora por mayoría absoluta en primera vuelta, se ha quedado a 3’5 puntos de obtenerla. Esto no parece ser un obstáculo insalvable, pues su mayoría es fuerte frente a Serra que alcanzó un 31’55% de los sufragios. La segunda novedad o sorpresa, ha sido el fuerte voto obtenido por la tercera candidata en liza, Marina Silva, que al frente del Partido Verde y después de haber pasado por el Ministerio de Medio Ambiente con Lula, se queda en la cuneta rozando el 20% de los votos. La segunda vuelta de las presidenciales se realizará en Brasil el próximo 31 de Octubre, teniendo los candidatos finalistas tiempo suficiente para perfilar sus estrategias y pactos de cara a conseguir la elección. La gran vencedora en estos comicios, Marina Silva, se encuentra dispuesta a negociar con los dos candidatos su programa político, muy centrado en el ecologismo y ya han adelantado los verdes que no apoyarán directamente a ninguno de los candidatos si no incorporan de forma tácita a su programa de gobierno las reivindicaciones de la ecología política. Una alianza natural sería la del apoyo al PT de Dilma, pero los posicionamientos están bastante enfrentados después de que Lula no asumiera ciertas demandas irrenunciables de los ecologistas brasileños. Así que lo más probable es que tengamos una alianza del PT con los Verdes, para derrotar a Serra en la segunda vuelta. Del resto de elecciones que se llevaron a cabo en el país, 27 gobernadores, 513 diputados, 2/3 del senado y más de mil cargos locales sorprende, por peligrosa, la aparición de famosos y frikis que aspiraban a obtener algunos de dichos cargos y que muchos de ellos lo han conseguido. Así, Brasil contará con un Diputado Federal payaso, que ni siquiera sabe las funciones o trabajo que va a realizar y que pedía el voto precisamente para saberlo. Futbolistas, actores y actrices, presentadores de televisión, han querido aprovechar su popularidad para obtener algún fruto en esto de la política. Lo más importante a resaltar de la jornada del domingo es la alta participación y el nivel de consolidación y aceptación de la democracia en la ciudadanía brasilera. Un país que ha conseguido reducir las diferencias sociales (aunque aún le queda por hacer), donde la redistribución de la riqueza ha funcionado y que se ha colocado en el plano internacional como una potencia emergente que nadie cuestiona. Por eso, pase lo que pase el 31 de octubre, Brasil va a continuar en la senda del crecimiento y la estabilidad, porque la población ha descubierto que se puede hacer política en beneficio de toda la comunidad y no va a permitir involuciones de ningún tipo en su gobierno.