martes, 2 de marzo de 2010
CUMBRE UNIÓN EUROPEA - MARRUECOS
Marruecos ha demostrado en los últimos años una gran capacidad de organización y crecimiento económico en varios rubros que han generado nuevas expectativas de inversión, sobre todo en las regiones del norte. Su ubicación estratégica para el tráfico marítimo y de entrada al África Subsahariana, los numerosos emprendimientos agrícolas y pesqueros, han provocado que la economía marroquí vaya creciendo a un ritmo sostenido. Para Europa, Marruecos tiene una importancia especial, sobre todo en los niveles de seguridad. Es uno de los puntos de flujo migratorio más importante del Magreb, puerta de entrada a un buen número de drogas ilegales en la mayoría de Europa y se está convirtiendo en un buen controlador de los brotes de integrismo islámico que se dan en toda la zona.
Por lo tanto, Marruecos debe ser un país preferente para la Unión Europea, fomentando su desarrollo nacional, apoyando sus exportaciones, su capacidad de generación de ingresos y, unido a ello, elevando los niveles de formación y capacitación del pueblo marroquí para enfrentar una economía planificada en el futuro inmediato.
No obstante, en el marco de la cumbre Unión Europea – Marruecos, que se celebrará bajo presidencia española en Granada el próximo día 7 y 8 de Marzo, se pretende proponer una consideración de Socio Avanzado de la UE, mediante la firma de un Acuerdo que le de ese Status dentro de la Unión. Para ello, a mi entender, Marruecos debería cumplir algunas cuestiones que están pendientes y que siguen creando fuerte malestar en Europa. Por un lado, los agricultores europeos se quejan de incumplimientos permanentes por parte de Marruecos del Acuerdo a punto de terminar, según el cual se establecieron unas cantidades concretas de productos marroquís para ingresar al mercado europeo. Estas cantidades no se han respetado pasando mucho más de lo que estaba establecido. Se hará necesario un mayor control sobre los topes fijados en cantidad, así como en la calidad de los mismos. Este acuerdo no puede poner en peligro las producciones europeas en los mismos rubros, por lo que la Comisión deberá aplicar muy bien los criterios de forma que, favoreciendo el desarrollo marroquí, no pongamos en peligro a los productores comunitarios.
De otro lado, se vienen denunciando de forma reiterada, una violación permanente de los Derechos Humanos en Marruecos, no sólo en los territorios ocupados del Sahara Occidental, sino también en otros puntos del país, que deben hacer pensar a la Comisión sobre la necesidad de poner encima de la mesa esta cuestión y vincular una mejora en el cumplimientos irrestricto de los DDHH a la consideración de Estatuto Avanzado con el país vecino.
Finalmente, el conflicto que Marruecos mantiene con el Frente Polisario, debe ser resuelto en el marco de Naciones Unidas, tal y como está aprobado por sus resoluciones, mediante la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. Marruecos ha ido enquistando el asunto desde el alto el fuego de 1991 y el tema no avanza. Las distintas rondas de negociaciones entre las partes y observadores se estrellan siempre con las estrategias dilatorias del gobierno de Marruecos. Por ello, en esta Cumbre, el asunto del Sahara Occidental debe tener un lugar preferente en la mesa negociadora y hacer un llamamiento a la necesaria y urgente solución del conflicto que termine con 34 años de humillaciones y vejaciones contra el pueblo saharaui.
Marruecos necesita de Europa y debemos estar encantados de poder colaborar con un hermoso país, con su desarrollo y con la estabilidad permanente de la zona, frontera sur de la Unión. Pero no podemos permitir que esta relación de socios privilegiados se realice a pesar de los tres puntos señalados arriba.
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