jueves, 18 de noviembre de 2010

ADELANTO ELECTORAL II

Dicen las lenguas de doble filo, (aquellas que desde dentro tienen un pié fuera), que la Moncloa está estudiando la posibilidad de un adelanto electoral. Para ello, han dibujado un escenario en el que el Partido Socialista sufriera una verdadera sangría en las próximas elecciones del 22 de Mayo, momento en que pondrían en marcha la propuesta de disolución de las cámaras para primeros de julio (vacaciones) y celebración de elecciones generales para el 25 de Septiembre. Un pésimo resultado en las próximas municipales y autonómicas de mayo pondría a Zapatero en la picota y sería muy difícil gestionar la crisis interna y la propia del país con una nueva negociación de presupuestos 2012, por lo que se optaría por dicho adelanto. Estaría por ver en este escenario si Andalucía haría lo propio, a pesar de que Griñán ha gritado a los cuatro vientos que en Andalucía no se adelantarías las elecciones. En este caso se presentan dos posibilidades. La primera que el PSOE quiera aprovechar el tirón del voto socialista andaluz para obtener un resultado global que no sea estrepitosamente malo; y la segunda, que previendo ese mal resultado como inevitable, dejen a Andalucía para celebrar sus elecciones en torno al 4 de Marzo de 2012, para ver si se comienza la recuperación del voto socialista desde el Sur. Es decir, plantear el desgaste poco a poco para ver si se van dando algunos brotes verdes en el negro panorama socialista. Sea cual fuera la opción que tome Moncloa, lo que está claro es que las elecciones de Mayo de 2011 son decisivas, y que dependiendo de los resultados globales en ellas se producirá una u otra decisión sobre el futuro inmediato en nuestro país y posiblemente en nuestra comunidad. Claro está que a los resultados electorales de mayo habrá que sumarle los repuntes de la economía, el dato del paro, el resultado de la negociación sobre la ampliación en la edad de jubilación, la presión desde los sindicatos, la deuda y un largo etc., de indicadores que pueden modificar la decisión del presidente según vayan los mismos. Como quiera que sea, dilatar más la agonía de un presidente socialista que está en crisis desde su elección en 2008 y mantener en la Junta de Andalucía al gobierno interino de Griñán, no parece que sea lo más conveniente ni para el país ni para Andalucía. Si alguna vez pensarán en el interés general darían el paso de acabar cuanto antes con una situación anormal, posibilitando que la ciudadanía ponga a cada uno en su sitio, aunque esto es difícil teniendo en cuenta que saben que el voto ciudadano no les va a favorecer en estos momentos. Pero no se extrañen que tengamos una o dos convocatorias para septiembre, aprovechando la relajación del verano próximo, los grandes mítines al aire libre y la parafernalia del teatro político. A mí no me extrañaría nada.

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