miércoles, 28 de diciembre de 2011
ANDALUCÍA 2012
miércoles, 21 de diciembre de 2011
EL CRECIMIENTO DE SANTA CRUZ
domingo, 18 de diciembre de 2011
EL CONFLICTO EN SIRIA.
lunes, 5 de diciembre de 2011
CREACIÓN DEL CELAC
El pasado fin de semana tuvo lugar la celebración de la primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), realizada en Caracas, Venezuela, donde fue aprobada la denominada “Declaración de Caracas” y la asunción como Presidente pro tempore de Sebastián Piñera, Presidente de Chile, acompañado en la troika por Hugo Chaves, saliente y Raúl Castro, entrante.
La CELAC, que agrupa a 33 países de la región, nace con el legado político de Grupo de Río y la Cumbre de América Latina sobre Integración y Desarrollo (CALC) y se convierte en el primer organismo de integración que no cuenta con los vecinos del Norte (Canadá y EE.UU) ni con España, que siempre estuvo presente como país observador en distintas propuestas regionales.
El trasfondo del avance de la nueva Comunidad, hay que enmarcarlo en el estancamiento político y económico sufrido por la OEA (Organización de Estados Americanos) en los últimos tiempos, donde siempre ha sido muy cuestionada la influencia de Estados Unidos, el que la sede del organismo se encontrara en Washington, la enorme burocracia del organismo y los altos e ineficaces costes de funcionamiento.
Las dificultades económicas por las que atraviesa la OEA, máxime cuando en septiembre pasado los miembros del Partido Republicano cuestionaron una partida de 8 millones de dólares para su funcionamiento, ha servido de acelerador para que el nacimiento de un sistema de integración latinoamericano y caribeño sea una realidad inmediata.
América Latina quiere avanzar en solitario, sin el apadrinamiento del norte continental hacia una nueva realidad integradora, para lo cual tendrá que ir resolviendo algunas cuestiones que no son menores, como la multiplicidad de actores de integración regional y subregional, que pueden ahogar un lanzamiento global de esta nueva iniciativa.
Así, saber qué futuro tendrán UNASUR, MERCOSUR, el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), CARICOM y otra decena de instituciones enmarcadas en integraciones menores, deberían ir adaptando su quehacer y sentido a la nueva realidad que comenzó a andar en Caracas. Incluso las Cumbres Iberoamericanas perderían su oportunidad y finalidad.
Sin duda, la creación del CELAC es el mayor paso en la historia de América Latina en cuanto a su integración regional y se hace necesario dar respuesta a toda una serie de interrogantes que han quedado sobre la mesa para posterior debate antes de la próxima cumbre en 2012 a celebrar en La Habana. Cuestiones tales como la instalación de la Secretaría General en Panamá, la incorporación de un cuarto miembro a la troika de habla inglesa en representación de los caribeños, la división sectorial de los grupos especiales de trabajo, los mecanismos de toma de decisiones, etc., mantienen alguna tensión sobre el futuro inmediato de la Comunidad.
Lo que no deja lugar a error es el compromiso de los 33 Estados Miembros de superar todos los espacios anteriores conformando una comunidad de naciones solida, con perspectiva de futuro en lo político, económico y social, que haga de América Latina y el Caribe una región a ser tenida en cuenta conjuntamente en el futuro inmediato.
domingo, 4 de diciembre de 2011
LA PEGATINA EN EL PAÑAL.
Los españoles vamos dando pasos de gigante en esto de entender la democracia y las llamadas a las urnas. Cansados de tener que elegir siempre lo mismo, potenciando un bipartidismo troglodita, vamos asumiendo, poco a poco, que nos toca leer los programas electorales, visualizar los compromisos personales de aquellos que nos representarán y observar temporalmente sus acciones.
Vamos descubriendo que no nacemos con una pegatina en el pañal que indica a qué partido votar o de que ideología somos, ya que durante nuestro desarrollo vital vamos reflexionando, viendo aptitudes y actitudes nuestras y de otros, lo que se traduce en un espíritu crítico y constructivo de nuevas realidades.
Como dijera René Descartes “hemos de pensar que los que sostienen opiniones contrarias a las nuestras no necesariamente están equivocados”. Y esta máxima puede convertirse en una nueva manera de entender las tareas de gobiernos y el quehacer parlamentario. Pueden darse propuestas desde cualquier grupo político que merezca la pena apoyar porque buscan el progreso de nuestra sociedad y la solución a los graves problemas que venimos padeciendo. Y esas propuestas merecen ser apoyadas.
Por el contrario, pueden realizarse propuestas regresivas que ahonden las dificultades que estamos pasando y las asimetrías entre los derechos y deberes de los españoles. Serán propuestas que, vengan de donde vengan, no se han de apoyar.
Estos principios, que parecen tan básicos, no se han dado en la política española desde la recuperación de la democracia. Una vez colocada la pegatina, en el pañal o en la frente, todo aquello que propusieran los otros sería malo, mientras que lo que propongamos nosotros siempre será lo mejor. Y esa dinámica es la que ha provocado el estancamiento de lo político, de lo público, de lo comunitario en nuestro país.
Ha evitado que tengamos grandes pactos de estado que nos ayuden a todos a superar nuestro “tempo de dificultades”, pactos que podrían ser fácilmente asumibles por todos los grupos políticos y por la mayoría de los españoles. Ha frustrado la aparición de grandes estadistas en la política, contando con líderes cortoplacistas que piensan más en las siguientes elecciones que en los próximos problemas a abordar.
Ha colocado al frente de nuestro país a partidos con nula o escasa capacidad de previsibilidad, dedicándose a gestionar lo público de forma ineficaz, costosa y proclive al clientelismo. Han potenciado un bipartidismo para la alternancia en el poder olvidándose de los ciudadanos.
Pero, por suerte, eso va tocando a su fin y las pruebas las tenemos en que los ciudadanos cada vez asumen con mayor claridad su responsabilidad de jefes, de electores, de poner o de quitar. Lo cual nos da cierto margen de confianza en que las cosas pueden cambiar de verdad si usamos nuestro libre albedrío a la hora de analizar qué merecemos.
martes, 29 de noviembre de 2011
ANESTESIA
Durante algo más de dos meses, hemos contemplado un proceso según el cual un partido político, el PP, ha conseguido la confianza de los españoles para realizar lo que ellos han denominado “El Cambio”, sin soltar prenda de cuáles serán las medidas que implantarán en nuestro país. Todo un logro en los tiempos que corren, pues los electores le han dado un cheque absolutamente en blanco para que Mariano Rajoy haga lo que quiera, bajo la premisa de que no lo hicieran los otros.
Ha obtenido los mejores resultados de su historia como partido y una mayoría abrumadora que le permitirá ejecutar todos “los cambios” que estime oportunos, aunque a las fechas que estamos aún no ha señalado ni una sola de las medidas que acometerá al tomar posesión de la Presidencia el 22 de Diciembre.
Sin embargo, todos sabemos que la situación económica en Europa y, especialmente, en España, reviste una gravedad extrema y amerita toda una serie de medidas económicas que han de ponerse en marcha a la mayor brevedad posible. Los ciudadanos han elegido libremente una de las opciones que se presentaba para darle carta blanca, toda la confianza del pueblo para que el gobernante acometa las medidas necesarias.
Estas medidas que se avecinan inexorablemente van a significar un auténtico ajuste estructural en nuestro país, de tintes muy parecidos a los planes ejecutados en América Latina a finales de los 80 principios de los 90. Medidas que no tendrán una repercusión inmediata sobre nuestra economía, sino que al ser estructurales manifestarán sus resultados a medio plazo.
Bajada y recorte de salarios, facilidades al despido, reducción del funcionariado en España, reducción del gasto en políticas sociales, especialmente salud y educación, minimizar las inversiones públicas, privatizaciones de empresas públicas, subida de impuestos y todo lo que sea necesario para alcanzar el déficit exigido por la Unión Europea.
Obviamente tendremos movilizaciones sociales, casi a la griega, porque además de forma inmediata (2012) crecerá el número de parados a 5 millones y medio y nuestro crecimiento no llegará al 0’4% (OCDE). Será el momento de acordarnos del refranero español: “Sarna con gusto nunca pica”, encargándose nuestros dirigentes de suministrar cantidades industriales de “anestesia” para que el personal sufra lo menos posible.
Lo que ocurre es que la anestesia no cura el mal endémico sino que únicamente bloquea la sensibilidad táctil o dolorosa de un paciente, y no sabemos hasta qué punto la sociedad española estará dispuesta a someterse a la hipnosis y relajación suministrada.
Nos esperan tiempos muy difíciles en los que tenemos que demostrar nuestra capacidad como país para afrontar este gran reto, pero cuidado con las medidas que se adoptan porque el personal no está para bromas.
lunes, 28 de noviembre de 2011
100.000 VISITAS.
jueves, 24 de noviembre de 2011
LAS LISTAS Y LOS LISTOS
No me sorprenden las declaraciones efectuadas por el nuevo Diputado Nacional por el PP, D. Joaquín Villanova, que dice alternará sus funciones como Alcalde de Alhaurín de la Torre con su cargo en el Congreso de los Diputados. Y no me sorprenden porque en un debate mantenido en Coín durante la campaña electoral, ya manifestó que el era una persona muy válida, con mucha capacidad de trabajo, y también dijo que si cobraba más era porque se lo merecía.
Cuando nos llaman a las urnas difícilmente, casi nunca, leemos los programas de los partidos políticos (cosa que parece ir cambiando gracias a las nuevas tecnologías), pero lo que no solemos hacer, de ninguna manera, es estudiar las listas que presenta cada partido. Nos quedamos con el cabeza de lista, máximo el segundo, sin prestar atención a las propuestas personales que nos hacen.
Así, D. Joaquín, ya nos indica en su entrevista de ayer en este medio, que el en Madrid va estar dos días y que los cinco restantes seguirá gestionando su municipio de Alhaurín, que estar en el Congreso no le quitará tiempo de la alcaldía. Y eso me lo creo. Me lo creo porque D. Joaquín sólo irá a Madrid, al Congreso de los Diputados, a votar lo que le diga su partido que vote, con lo cual su desgaste neuronal no será excesivo. AVE para allá, AVE para acá. Les aseguro que no tendrá que estar pendiente de elaborar ninguna pregunta parlamentaria, menos aún hacer proposiciones no de Ley, porque su función será sólo la de apretar el botón cuando toque y según mande el jefe de filas.
En igual o similar circunstancias estarán otros diputados del PP y también del PSOE, como el Sr. Heredia, que ha estado utilizando su escaño en el Congreso estos años para “encargarse” (parece que no de una forma muy afortunada) de la gestión y dirección del PSOE en Málaga.
En ambos partidos siempre hemos visto que a la hora de presentar sus candidatos no mantienen criterios de lo que puedan aportar al Congreso de los Diputados ni su capacidad para estudiar y realizar propuestas que nos ayuden a salir de nuestro estancamiento económico, político y social. Lo que ha primado es conseguir votos y diputados, a sabiendas de que luego ellos sólo tendrán que ir a apretar el botoncito.
Esta concepción de la representación pública es lo que hace, entre otras cosas, que los ciudadanos manifiesten su hartazgo de la clase política. Porque, señor Villanova, un Diputado Nacional, de los 350 que tenemos, debe dedicarse en cuerpo y alma a favorecer el parlamentarismo, a realizar propuestas y estudiar las que realizan otros, a debatir y procurar tomar las decisiones que más convengan al conjunto de los ciudadanos. Pero lo que usted deja entrever sobre su dedicación de Diputado, hace más referencia al llevárselo calentinto, hacer sudokus en el AVE y apretar botones.
Lástima que los ciudadanos electores no tengan en cuenta las listas de los partidos a los que van a elegir.
domingo, 20 de noviembre de 2011
DOMINGO 20N
Hoy he ido a votar temprano, a las 9’30, aprovechando que en Málaga dejaba de llover por un rato. Mi colegio estaba prácticamente vacío, lógico por la hora y por el tiempo, a excepción de las 4 mesas que estaban operativas con todos sus miembros listos para recibir a los ciudadanos que emitirán su voto durante todo el día.
Es la primera vez que me encuentro encabezando una lista al congreso, optando a ser Diputado Nacional, uno de los 350 que serán elegidos al finalizar el día. Y a la hora de votar, obviamente la candidatura de UPYD, de votarme, he sentido una responsabilidad que jamás había notado en todas las elecciones anteriores.
Una responsabilidad de pensar que puedo ser elegido para representar a todos los malagueños, a todos los españoles, en el Congreso de los Diputados. Una responsabilidad de ciudadano que quiere asumir su papel de ciudadano en la primera línea del ejercicio político.
Y es inevitable que a uno se le venga a la memoria en un rápido video vital de 15 segundos, las imágenes de lo vivido en mis últimos 25 años de trabajo en relaciones internacionales y cooperación, todos los países recorridos, todas las políticas públicas ejecutadas en lugares remotos, en municipios, en regiones y en países. Descubrir, a la hora de depositar el voto, que es una consecuencia lógica del compromiso personal, de todo un recorrido por mejorar las condiciones de vida de los demás, de los más desfavorecidos, y que me lleva en mi país a asumir la responsabilidad de lo que es necesario.
Muchas personas han aparecido en ese video de 15 segundos en mi cabeza, muchas imágenes, pero sobre todo han sido protagonistas aquellos que no tienen la posibilidad de emitir su voto libremente en sus países, por regímenes dictatoriales o de aquellos que no pueden ejercerlo por estar excluidos del propio sistema y preocupados por una subsistencia que apenas les da para poder respirar.
He asumido, al caer la papeleta en la urna, la responsabilidad de saber que nunca me olvidaré de ellos, que mi trabajo les tendrá siempre presentes, que uno se mete en esto de la política para cambiar las cosas y no para ser uno más de los que han hecho carrera de esto, del servir al ciudadano.
Pues nada, que he votado con la alegría propia de un ciudadano listo para el cambio real y con una enorme responsabilidad personal.
domingo, 16 de octubre de 2011
RECUPERAR LA DIGNIDAD
Decía Concepción Arenal, que “La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos”. Su lapidaria afirmación nos debe sumergir en una reflexión de nuestros días que cuestiona con demasiada actualidad el momento que nos toca vivir.
La primera parte, nos indica que en la pérdida del respeto hacía uno mismo se encuentra el germen de lo indigno, de tal forma que cuando nos auto perdemos el respeto comenzamos a resultar indignos. Muchos pretenden colocar la indignación fuera del ámbito de lo personal, buscando siempre culpables externos, los de arriba, los que mandan, los que ordenan. Pero la dignidad se encuentra mucho más cerca de todo eso, dentro de uno mismo y, a la vez, no es una meta a conseguir o dadivosamente otorgada, porque la dignidad o se tiene o no se tiene. O se es digno o no se es.
La segunda parte de la frase nos indica el camino a seguir. Quien tiene dignidad, quien se siento digno, al mirarse a diario al espejo de la vida sabe a la perfección lo que está haciendo o dejando de hacer (acción u omisión), para continuar o dejar de ser digno.
Estamos recibiendo demasiados avisos sobre lo que podemos denominar “la intención de lo indigno” en la vida política de nuestro país, para no extenderme al orbe y hacer larguísimo esta nota. Fundamentalmente, la concepción de la política como una actividad de “clase”, de iluminados y llamados, que practican el axioma del “más allá de nosotros no hay nada”, y que han manejado los hilos y designios de España a su antojo en los últimos treinta años.
En lugar de fortalecer nuestra democracia nos han tejido una red institucional insostenible, cara e ineficaz, con el único objetivo de tener más poder, de que paguemos todos los peajes necesarios en cuantas más instituciones mejor. Una maraña de mandamases, incapaces de abrirse camino en sus vidas profesionales, que se aferran al poder político como una lapa y del que, por supuesto, no están dispuestos a desprenderse.
En realidad hemos sido “cómplices necesarios” en que esto sea así e insisto en lo de por “acción u omisión”. Por eso, recuperar la dignidad no es ya una cuestión de lo otro, de los otros o de los demás, sino llana y exclusivamente, nuestra, de cada uno de nosotros. Mirarnos al espejo y manifestar nuestra disposición a terminar con esto, a cambiar de una vez las tropelías, enchufes, despropósitos y torpezas de quienes nos gobiernan. Es decir ¡Basta! a tanto caradura; es gritar “Estoy Aquí” y no voy dejaros continuar haciendo lo que os dé la gana. Es una afirmación comunitaria de pedir explicaciones y de tomar decisiones para que los de siempre no tenga la impunidad del bipartidismo.
Millones hemos de recuperar la dignidad, que sin duda va necesitar de la implicación política para hacer viable el bien común. Y no hacer nada, quedarnos en casa o simplemente vociferar, no ayudará a que conjuntamente seamos más dignos, sino que propiciará el que continúen los de siempre haciendo lo mismo de siempre: nada de nada.
martes, 4 de octubre de 2011
EVALUAR A LOS POLÍTICOS
Ayer, durante el paseo de pre campaña, tuve la oportunidad de pararme unos minutos a charlar con un ciudadano malagueño que me planteaba una nueva propuesta interesante: ¿por qué no podemos evaluar a nuestros políticos durante su mandato? Y aunque yo le argumentara que un sistema de evaluación puede presentarse en el momento de las elecciones mi interlocutor me corrigió diciendo que no se refería a eso.
“Mire, me dijo, si asemejamos un gobierno municipal, autonómico o del Estado a una empresa privada, las empresas tienen unos presupuestos de ingresos y gastos, unas proyecciones para la mejora de su rentabilidad y los directivos tienen que dar cuenta periódicamente de los avances, logros, pérdidas o dificultades, introduciendo en ese caso las medidas correctoras necesarias”.
“Si una empresa tiene unos directivos que son un desastre en la planificación, que demuestran su incapacidad para estar al frente del negocio, no dude que se les pone de patitas en la calle de inmediato, no se espera al final de su contrato para echarlos. Sin embargo en política tenemos que aguantarnos con las personas elegidas aunque lo hagan rematadamente mal, vayan contra los intereses de la población, hagan cosas que ni siquiera tenían incluidas en los programas cuando los votamos y sin ningún derecho a revocarlos. Han colocado en la ruina al país, ayuntamientos que no tienen ni para pagar su propia nómina cuando antes gastaban a manos llenas, mantienen una estructura administrativa mastodóntica y no tienen ni idea sobre lo que hacer para cambiar esto”.
Obviamente, tuve que explicarle cuáles eran las propuestas de UPYD para reducir los gastos superfluos de la administración en todos sus ámbitos, la necesaria reducción del número de ayuntamientos, la supresión de las diputaciones, la mejora en la gestión eficaz de las comunidades autónomas, etc.etc., escuchándome con mucha atención, para terminar concluyendo:
“Si eso está muy bien y por eso les voy a votar a ustedes, pero los que lleguen a gobernar estarán cuatro año sí o sí, y los ciudadanos no tenemos ningún derecho ni instrumento a revocarlos en caso de mala gestión o ineptitud. Si al menos pudiéramos a mitad de legislatura pronunciarnos en referéndum sobre determinadas políticas que nos afectan a todos, o pudiéramos interpelar o denunciar a tal o cual diputado, alcalde o concejal si hacen mal su trabajo, conseguiríamos un mayor acercamiento de los ciudadanos a la política. Eso es lo que tiene desencantados a los ciudadanos”.
Conclusión: ¿Quién ha dicho que los ciudadanos no tienen interés por la política? ¿A quién le interesa alejarse cada vez más de la población para situarse como casta al margen de lo que piensen los que para ellos son meros votantes? Ambos aceptamos que los partidos clásicos se están comportando como multinacionales de la política y que son los ciudadanos los que tienen en sus manos cambiar esto decidiendo el 20N.
domingo, 25 de septiembre de 2011
¿ADELANTO EN ANDALUCÍA?
Todo parece indicar que las elecciones al Parlamento de Andalucía se celebrarán en Marzo-Abril del próximo año, tal y como ha afirmado en reiteradas ocasiones el Presidente José Antonio Griñán. La estrategia del Partido Socialista era clara: perdiendo las elecciones generales el 20N, tendrían unos meses para recuperarse en el voto ciudadano para las andaluzas. El argumento barajado indica, una vez más, que lo que priman son los intereses electoralistas de partido y bajo ningún concepto qué es lo más necesario para Andalucía.
No obstante lo anterior, los expertos en Marketing Electoral contratados por PSOE, han podido equivocarse en el diseño del calendario. Primero porque está por ver que en marzo puedan tener más voto en Andalucía, segundo porque el batacazo en las generales puede ser de tal magnitud que no levantarán cabeza en decenios, tercero porque el PP ha puesto al servicio de su propaganda todas las instituciones municipales y provinciales donde gobierna y ello les hará más pupa de lo que el PSOE cree. Y, por último, no será tiempo suficiente para que el electorado andaluz cambie su opción de voto esperando que el nuevo gobierno (en caso de que fuera del PP) cometa erros garrafales en sus tres primeros meses de gobierno, que dedicará a difundir a los cuatro vientos lo mal que han dejado el país los socialistas.
Con todo ello, y sabiendo que los estrategas también han analizado estas opciones, aún me sigue quedando la duda de si mañana lunes día 26 el Presidente Griñán tomará o no la decisión del disolver el parlamento andaluz y de convocar las elecciones andaluzas el mismo día que las generales. Por la mañana se producirá la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, donde se disuelven las cortes y se convocan las generales. Es la última oportunidad que tiene el PSOE de Andalucía de hacer lo propio, es el último día para hacer posible la coincidencia en el tiempo.
Me consta que el Presidente de la Junta de Andalucía ha recibido presiones desde Ferraz y Moncloa, para hacer coincidir ambas convocatorias electorales, incluso que desde el propio PSOE de Andalucía le están empujando a que así sea. Lo triste del asunto es que se pueda llegar a esa coyuntura con el único criterio de rentabilidad electoral para las elecciones del 20N y no por la necesidad imperiosa que tiene Andalucía de soluciones agarrándose, si no convoca ahora, a una prolongación de la agonía de este gobierno andaluz, que ni cuenta con ideas ni con presupuesto para afrontar los retos que Andalucía necesita en estos momentos.
En fin. En unas horas saldremos de la duda y sólo espero que pueda primar por una vez el criterio de las necesarias alternativas que Andalucía necesita.
jueves, 22 de septiembre de 2011
PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO.
La planificación estratégica para el desarrollo, señala como uno de sus ejes fundamentales las propuestas simétricas tanto en los territorios como en los sectores. Así, cuando se definen las estrategias sobre un municipio, provincia, región o país, es importantísimo un avance de todos los espacios y una diversificación suficiente de los distintos rubros posibles.
Las opciones por los monocultivos, que pusieron en práctica los colonizadores en América Latina y, sobre todo en África, se concretaban por los suministros necesarios a la metrópoli. Países enteros se cultivaban de algodón, o de cacao, café, azúcar, anacardos, caucho, etc., condenando a sus habitantes a la más absoluta de las pobrezas cuando el producto en cuestión caía en la demanda internacional o era sustituido por otro. Con las independencias, estos países no prosperaron demasiado ya que la clase política autóctona que se hizo con el poder sólo se planteo enriquecerse con lo que ya se producía, con muy escasa visión de futuro, lo que eternizó el problema de la pobreza.
Málaga ha sufrido algo parecido en los últimos treinta años, pero al contrario. Se ha pasado de contar con una economía basada en la diversificación agrícola, ganadera, pesquera y turística, a centralizar todas las opciones de desarrollo económico en la construcción de inmuebles y en el turismo, ambos unidos en demasiadas ocasiones fruto de lo cual contamos en la provincia con varios miles de europeos instalados como residentes habituales.
Cuando se opta por el monocultivo inmobiliario, se crea un excedente tan grande y a unos precios tan elevados de venta, que los bancos se apresuran a obtener enormes beneficios fáciles inflando los préstamos y dando origen a la llamada “burbuja inmobiliaria”. Muchos jóvenes, ante la inmensa oferta de mano de obra en la construcción y con sueldos más o menos aceptables, optaron por abandonar los estudios y trabajar en las obras. Durante un largo periodo de tiempo la cosa fue bien hasta que se produjo la crisis inmobiliaria provocada por la burbuja y los préstamos basura.
La opción por desarrollar el monocultivo del turismo en la provincia tiene algunos paralelismos con lo anterior, con la diferencia de la aplicación territorial asimétrica en la provincia, favoreciendo sólo una zona (costa occidental) y abandonando prácticamente la costa oriental y las zonas de interior (Antequera, Ronda, etc.). Aportó el sector gran mano de obra, la inmensa mayoría de temporada (junio-septiembre) y avanzaba con fuerza en su aporte al PIB provincial, convirtiéndose rápidamente en el primer sector.
La crisis económica mundial provocó una pequeña disminución de visitantes, pero resultó mucho más grave el gasto por persona durante la estadía en la costa. Durante los últimos tres años todos los servicios relacionados con el turismo: Hoteles, Restaurantes, Chiringuitos, Bares, ocio, tiendas, comercios, etc., han sufrido una fuerte bajada de sus ingresos, porque los turistas han gastado mucho menos. La temporada se ha ido reduciendo hasta quedar este año 2011 prácticamente a Julio y Agosto, mermando así los contratos, favoreciendo el trabajo sin papeles (sumergido) y acortando las expectativas que muchos jóvenes habían puesto en el periodo estival.
Dicho lo anterior, que he intentado resumir para no extender esta nota, la afectación de la crisis en la economía malagueña no hay que buscarla en los males globales provocados por la crisis internacional, sino en la equivocada o nula planificación estratégica del desarrollo de nuestra economía. Y las causas no vale sólo achacarlas a las interesadas inversiones empresariales realizadas durante el periodo de bonanza , sino más bien en la incapacidad de planificación que han tenido nuestros representantes públicos, que han visto llenar las arcas de sus municipios y comunidades autónomas, recalificando suelo y endeudándose hasta la médula para centrar todo su actuar en el monocultivo, recibiendo ahora todos los excedentes de empleo, nulos ingresos por urbanismo y escasa repercusión del turismo sobre la economía municipal o provincial.
Hemos tenido malos gestores, pésimos estrategas, que ni siquiera saben aprovechar los periodos de bonanza para diseñar un crecimiento sostenido y diversificado para tiempos de vacas flacas. Ahora no tienen para pagar nóminas, ni para invertir, ni para poder crear empleo, ni siquiera para pagar la luz, refugiándose en que la crisis es mundial y que contra eso no se puede luchar. No aplicar el sentido común necesario para pensar en los ciudadanos nos ha llevado a esta situación de incapacidad, máxime cuando las instituciones no han sido entendidas como verdaderos agentes de cambio social y planificación estratégica para el desarrollo, sino como un centro de poder.
Tenemos que arreglar este entuerto y hacerlo con personas capaces, preparadas, que no han venido a esto de la política a lucrarse de ella sino a prestar un servicio a la población. Ciudadanos en política con visión de ciudadanos y no de siglas partidarias para sumar cuántos diputados hemos obtenido, cuántas comunidades autónomas gobernamos y cuantas alcaldías tenemos. Tenemos la obligación de devolver la confianza en las instituciones públicas y elegir a las mejores personas encargadas de velar por nuestro bienestar común y, sobre todo, del futuro.
martes, 6 de septiembre de 2011
LA CONSPIRACIÓN ASIÁTICA
Cuando se desestructura a pasos agigantados nuestro estado del bienestar, puede resultar sano echar nuestra maniaco análisis a volar en busca de las conspiraciones posibles. Todo ello antes de asumir que los únicos culpables de la situación actual la tenemos nosotros, los países llamados desarrollados, que hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades, creando y manteniendo desigualdades. Cuando esto se caé nos apresuramos a buscar otros culpables.
En esa búsqueda de lo conspirativo inmediatamente aparece Asía, de donde podemos destacar China, Vietnam e India. Sin duda los dos gigantes asiáticos están detrás de la lucha por hundir al euro. Difícilmente encontramos una prenda de ropa o cualquier artículo en el que o figure el made in China, made in Vietnam o mande in India.
Los tres países están creciendo de forma sostenida por encima del 9% anual, entrando India a formar parte de los países emergentes junto a Brasil y Sudáfrica. La mano de obra barata en estos países, con un esfuerzo extraordinario por parte de su población, no se corresponde con el estado de bienestar del que adolecen estos países. Sin embargo, ven como los países que consumen sus fabricaciones (especialmente Europa y EEUU), gozan de unas políticas sociales muy por encima de las suyas.
¿Cómo conseguir una redistribución más justa a nivel internacional, que favorezca un acortamiento de las distancias entre las distintas zonas del mundo?. Pareciera que la respuesta está en desacelerar la economía de los países ricos, devaluar el valor de sus monedas favoreciendo sus exportaciones, comprar deuda de estos países en crisis, además de amplios terrenos que garanticen el suministro alimentario, negocios de la madera, carburantes, pesca, etc…
Si revisamos las inversiones externas del gobierno chino en los últimos años, descubrimos que su política expansionista ha ido creciendo tanto o más que su propia economía. Han adquirido grandes extensiones de terreno en Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Paraguay, que están plantando de soja, maíz, verduras y frutas, que regresarán como viandas a China. Participan empresas públicas y privadas relacionadas con el agua, con el petróleo, controlan más del 20% del negocio mundial de la madera, también del papel, e invierten sobremanera en las nuevas tecnologías y el mundo del motor.
Puede ser una personal paranoia en busca de alguna explicación a lo que nos está sucediendo, pero sin duda desde el mundo asiático nos están ganando la partida, utilizando además los mismos medios que nuestro sistema capitalista puso en marcha. Lejos de encasquetarles el muerto, vuelvo a mirar hacia nuestro propio desarrollo económico y el nivel de gasto público, descontrolado y desmesurado, que hemos tenido en los últimos 30 años.
La estrategia debería ir encaminada no tanto a frenar la expansión asiática sino a ser capaces de mantener los elementos básicos que conforman nuestro estado del bienestar reconduciendo los planes de gastos e ingresos, fortaleciendo la creación de empleo y dibujar un nuevo escenario que haga posible lo que es necesario para todo el mundo. Si no le damos esta dimensión universal a los planteamientos económicos me temo que vamos a pagarlo con crecer en los próximos años.
jueves, 1 de septiembre de 2011
GUATEMALA 11 S
El domingo 11 de septiembre, Guatemala acude a las urnas para elegir a su nuevo Presidente y Vicepresidente, por un periodo de cuatro años, del 14 de enero de 2012 al 14 de enero de 2016. Si ninguno de los candidatos obtuviera la mitad mas uno de los votos, se optará por una segunda vuelta electoral a celebrar el domingo 6 de noviembre.
El proceso pre-electoral, ha estado marcado por la declaración de “fraude de ley” de la candidatura de la oficialista Sandra Torres, quien se divorciara de su marido el actual Presidente Alvaro Colom, para hacer su posible su presentación como candidata presidencial. El tribunal electoral tomó la decisión de apartarla de la carrera electoral con lo que se despejan muchas dudas sobre las posibilidades del resto de candidatos.
Con la expulsión de Sandra Torres, el principal candidato colocado en las encuestas en Otto Pérez Molina, del Partido Patriota. Recordemos que Otto Pérez disputó la segunda vuelta con el actual presidente Colom en las elecciones celebradas en 2007. Hoy, la propuesta presidencial de Otto Pérez se sitúa a la cabeza de todas las encuestas y sondeos, muchos de ellos situándolo por encima del 50% después de la exclusión de Sandra Torres, lo que anularía la opción de la segunda vuelta.
De los diez candidatos presidenciales, el segundo mejor colocado sería Eduardo Suger, de Compromiso, Renovación y Orden, (CREO), con una intención de voto que ronda el 10%. El resto de candidatos cuentan con un apoyo en las encuestas muy por debajo del 5%. Todo ello hace vislumbrar el triunfo en primera vuelta del Partido Patriota con la presidencia de Otto Pérez Molina. Ni siquiera Rigoberta Menchú, premio nobel de la Paz, que se presenta con la Colación Frente Amplio, cuenta con ninguna opción, pues los sondeos le dan un exiguo 3%.
El partido patriota es un partido de derecha conservadora, que se ha modernizado durante el periodo anterior de cuatro años, llegando a gran parte de la población con un discurso bastante populista que ha ido calando en los electores guatemaltecos. Así que todo parece apuntar que contaremos en Guatemala con un gobierno amigo de Porfirio Lobo en Honduras y enfrentado a sus colegas de Nicaragua y El Salvador, Daniel Ortega y Mauricio Funes, aunque el primero se someterá a elecciones en breve.
La pobreza sigue siendo el problema fundamental de Guatemala, con un 51% de pobres y el 23% de extrema pobreza. El 64% de los guatemaltecos vive con menos de 2 dólares al día. Las políticas sociales, salud y educación, siguen sin llegar a la totalidad de la población y el mayor problema económico continua siendo la urgente y necesaria redistribución de la riqueza en un país donde existen fortunas inmensas frente a una población absolutamente empobrecida.
Las promesas de Otto Pérez van en la línea de abordar con seriedad esta realidad, con un programa de gobierno basado en la austeridad y las políticas sociales, que esperamos no queden en promesas electorales para volver a olvidarse del pueblo.
miércoles, 31 de agosto de 2011
LA ESTABILIDAD ECONÓMICA.
Hemos asistido, y lo que nos queda, al espectáculo más bochornoso que podríamos esperar del fin del zapaterismo. PP y PSOE han escenificado en el congreso la verdadera cara de su perfil como partidos, dispuestos a continuar repartiéndose el poder en España pase lo que pase y pese a quien pese. El Parlamento condenado al rodillo del bipartidismo, alejándose cada vez más de los ciudadanos y tomando decisiones absurdas que no nos conducen a ningún lado.
La aprobación, a velocidad de Fórmula I, de la reforma constitucional para fijar la estabilidad presupuestaria y del déficit, no será aplicada hasta 2020, y hemos tenido que aguantar la puesta en escena de la pretendida unidad nacional de Rajoy y Rubalcaba, de PP y PSOE. Hemos desaprovechado la oportunidad del siglo para incorporar las verdaderas reformas que precisa nuestra Constitución, con la pantomima de que fijando el control del déficit en la carta magna ya se ha solucionado el problema, cuando para llegar a la estabilidad lo que hay que tomar son medidas concretas.
Algunas de ellas son las siguientes:
n - Tenemos que disminuir nuestra estructura político administrativa del Estado. No podemos contar con 8.871 ayuntamientos, todos ellos deficitarios, la mitad de los cuales no cuentan ni siquiera con 5.000 habitantes. Hay que adelgazar las estructuras municipales.
n - Las Diputaciones Provinciales deben desaparecer, pues todas sus funciones y tareas pueden ser asumidas sin ningún tipo de problema (de hecho ahora se superponen en demasiadas ocasiones) por las comunidades autónomas y por los propios ayuntamientos. Así eliminamos la estructura provincial.
n - Hemos de fijar los techos competenciales en las comunidades autónomas, así como sus techos presupuestarios, recuperando para el gobierno central algunas de las competencias como Salud, Educación, Justicia, que ameritan de un tratamiento único tanto a nivel legislativo como ejecutivo. Así adelgazamos y colocamos tope a las estructuras autonómicas.
n - Hay que mejorar y perfeccionar, consiguiendo mayor eficacia y eficiencia, la gestión de todo lo público, eliminando el sinfín de cargos de confianza, de libre designación, que estrangulan los gastos de las administraciones y dotar a las mismas de elementos de control para evaluar sus objetivos. Dicha mejora en la gestión de lo público ayudaría a reducir nuestro gasto.
n - Terminar con los privilegios, prebendas, prerrogativas, regalías y concesiones de todos los cargos públicos, desde los diputados hasta los concejales. Los instrumentos mínimos para desarrollar eficazmente su trabajo y punto. Ahorraríamos una buena cantidad.
El 20 N contaremos con la posibilidad de cambiar esto, de apoyar alternativas reales y no alternancias caducas. De nosotros depende que esto siga así.
jueves, 25 de agosto de 2011
BUENOS SÚBDITOS, MALOS GOBERNANTES
Reunidos la semana pasada Sarkozy y Merkel, decidieron que una forma de garantizar el control de los excesos en las deudas públicas de los países miembros de la UE, sería incorporar a las constituciones nacionales tal mandato, ya que el criterio incumplido por todos los países de la eurozona de no superar el 3%, no había resultado suficiente. El interés no es otro que dar mayor peso a este criterio convirtiéndolo en norma constitucional, colocando en un serio peligro a los países que no cumplan su propia Constitución.
Esta modificación, que sin ser menor no deja de resultar absolutamente parcial y escasa, no va a influir de forma drástica en el control de nuestros déficits públicos, servirá de orientación e incluso de metodología presupuestaria, pero no garantiza lo realmente importante: que lo que gastemos sea lo necesario, que gestionemos bien, que existan mecanismos de control sobre el gasto público y que acabemos de una vez con la corrupción y el despilfarro. Por lo tanto, la modificación constitucional sólo servirá para contentar una vez más a los mercados, a los dueños de Europa (Alemania y Francia) y para poner de garantía la carta magna de que las deudas las vamos a pagar, precisamente a estos dos países y sus bancos, a los que debemos tanto.
PP y PSOE, como alumnos aventajados, aplicados y obedientes, han querido ser de los primeros de la clase, para demostrarles a los jefes que sabemos y podemos hacerlo, pero este nivel de obediencia debida (como en el ejército), deja al descubierto la absoluta sumisión a los mandatos del eje franco-alemán, dejando pasar la oportunidad de readecuar nuestra Constitución a las necesidades propias de este momento y 30 años más por delante. La prisa por cumplir la orden ha sido excesiva e innecesaria la forma de llevarla a cabo mediante su aprobación exclusiva por el congreso y el senado, al no reunirse el 10% necesario de diputados que obligarían a la celebración de un referéndum.
Hubiera bastado, incluso, que los dos partidos incorporasen tal propuesta en sus programas electorales para el 20N y llegar a una nueva cámara que aplicara los resultados emanados de las urnas, con una renovación de los apoyos concretos. No han querido. Como tampoco han querido (por no arriesgarse a quedar en ridículo) someter a referéndum popular la aprobación de esta modificación, tan solo colocando una urna más el 20N, demostrando que la opinión del ciudadano se las trae al pairo.
Un debate sosegado sobre las necesarias y urgentes reformas de nuestra Constitución hubiera supuesto un avance extraordinario para colocarnos en un mejor puesto en la parrilla de salida de la crisis política, social y económica en la que estamos inmersos. De nuevo han hurtado la posibilidad de hacerlo, optando por mantener sus privilegios de bipartidismo y dejando pasar una oportunidad de lujo que costará volver a encontrar en el breve plazo. Tomaremos nota de su ineptitud y de su desprecio sobre la opinión del pueblo, a la hora de elegir la papeleta de voto el 20N.
domingo, 21 de agosto de 2011
LA CAÍDA DEL SOCIALISMO
Eso que dice el tango de que “veinte años no es nada”, es muy relativo. Hace veinte años y de un día para otro, nos vimos sorprendidos de que hubiera caído el otrora inexpugnable bloque soviético. Un tipo subido en un tanque arengando al personal, fue la imagen del derrumbamiento del socialismo, tipo que llegaría a ser presidente de Rusia meses más tarde.
Los que habíamos mamado que el mundo se dividía en dos bloques antagónicos y que todo giraba alrededor de ellos, tuvimos que recomponer de nuevo la geoestrategia y la interpretación política de la realidad mundial. Demasiado fácil nos había resultado en relaciones internacionales colocar cada hecho, acción u omisión, enmarcándolos en las políticas de uno de los dos bloques. Ahora todo se complicaba y necesitábamos un nuevo marco de análisis.
Estados Unidos intentó, desde el minuto uno, copar todo el espacio e implantar la hegemonía mundial. Pero las cosas habían cambiado tanto en el mundo que pronto tuvieron que replantear su propia estrategia. Muchas propuestas de integraciones regionales y subregionales estaban en marcha por todo el mundo y esas nuevas agrupaciones frenarían las antiguas concepciones de bloque unipolar que pesan aún en lo más rancio del republicanismo americano.
La existencia de los bloques socialista y capitalista había servido para mantener una cierta compensación en la balanza de las extralimitaciones y nos permitía, de una forma más o menos tranquila, gozar de cierta estabilidad. Nos tocó reconsiderar todos los conceptos de multilateralidad deprisa y corriendo, como intentado evitar la hegemonía norteamericana. El resultado no ha sido demasiado exitoso, pues el multilateralismo no ha cuajado con la precisión que tenía dibujada y no ha colmado las expectativas que habíamos puesto en este nuevo escenario.
Los que sí han aprovechado esta especie de paréntesis por el control mundial han sido los mercados y las instituciones financieras. Durante estos veinte años han campado a sus anchas, más o menos apoyados por algunos gobiernos de turno de manera irresponsable, estableciendo sus propios mecanismos de control social, económico y político. Hoy vivimos prácticamente embargados a lo que dicten los mercados, desde los que tenemos una hipoteca hasta los gobiernos endeudados hasta las cejas.
Nadie puede interpretar del análisis que estuviera añorando la larga etapa de los bloques, aunque fuera más fácil para nuestra tarea de la conceptualización de la política internacional. Lo que sí he echado de menos ha sido la capacidad de los gobiernos y de los partidos políticos para saber interpretar la nueva realidad y adelantarse, con el suficiente nivel de previsibilidad, a los cambios que se avecinaban.
Hoy mandan el petróleo, el oro, la banca y las entidades financieras, los acuerdos comerciales y las deudas externas. Marcan las políticas a realizar y nuestras vidas, las intervenciones armadas y los objetivos en defensa, las relaciones bilaterales y las multilaterales. Habrá que intentar cambiar esto.
miércoles, 17 de agosto de 2011
HISPANIA
Como cada año me he reunido con mis amigos portugueses, largos ratos para charlar y comentar la jugada entre estíos. Me han lanzado la firme propuesta de estudiar las posibilidades de unir España y Portugal en un solo país, recuperando la antigua denominación fenicia y romana de la Hispania.
Ya lo planteó Saramago antes de irse y muchos portugueses pusieron el grito en el cielo llamándole traidor a la patria. Sin embargo, como pasa con muchos temas, con el paso del tiempo y la marcha del mensajero, muchos han reconsiderado la idea y me indican que no sería disparatado darle una vuelta al asunto.
España puede incluir en sus actuales autonomías algunas de las actuales regiones portuguesas, dejar la región de la Gran Lisboa (como la autónoma de Madrid) y los entes autónomos de Madeira y Azores (como Ceuta y Melilla). Ellos lo tienen más claro que yo, pues me han hablado del ahorro que supondría en tantos rubros y las grandes ventajas de unión de los dos países. Me han insistido en una cuestión que me parece fundamental: los pueblos no desaparecen lo único que se modifican son las instituciones que gestionan lo público.
En el marco de un lento avance de la Unión Europea en su proceso de integración, que está siendo puesto en jaque en lo económico permanentemente, no me parece demasiado irreal plantear la fusión en los términos que los dos países soberanos estimen conveniente. Desde luego sería todo un ejemplo para las ansias independentistas de algunas regiones europeas planteando la unificación en lugar la secesión.
Hispania pasaría a ser uno de los países más importantes de la Unión Europea, pues a pesar de la intervención a Portugal y la estancia en la UCI de la economía española, la unión nos colocaría en una situación inmejorable para abordar un nuevo paradigma en la concepción de las políticas públicas en la península.
Me aseguran mis amigos que no son sólo ellos los que piensan en esta posibilidad y afirman que muchos portugueses estarían encantados con el asunto. Les he prometido dedicarle un tiempo al tema al regreso de vacaciones y compartir con algunos compañeros y amigos españoles para ver qué piensan por el lado español. A mí la idea no me desagrada, más bien me atrae y, como siempre, pienso que hemos de estar abiertos a estudiar cualquier posibilidad, intentando dejar en las alforjas nuestros prejuicios.
En fin, me ha parecido interesante comunicaros los diálogos mantenidos sobre la Hispania, porque igual muchos de ustedes también le han dado una vuelta en algún momento.