domingo, 7 de noviembre de 2010

35 AÑOS DEL SAHARA OCCIDENTAL.

Corre el año 1975 y el dictador se encuentra ya encamado, a duras penas alejando a la muerte, mientras Hassan II decide dar la vuelta de tuerca definitiva para hacerse con los territorios del Sahara Español. Lanza la marcha verde el 6 de noviembre, una ocupación del territorio por parte de doscientos mil marroquíes procedentes de otras regiones del país, gentes pobres a las que se le promete todo y el respaldo del ejército marroquí en una toma que hizo temblar la débil diplomacia española secuestrada en Madrid por la inminente muerte del caudillo. El 14 de noviembre, se firman en Madrid los llamados “Acuerdos Tripartitos”, que desmoronaban la distribución de la administración del Sahara Occidental entre Marruecos y Mauritania. Franco muere el 20N. Marruecos sabe que tiene la oportunidad irrepetible de hacer lo que quiera con esos territorios porque España estaría bastante ocupada con lo suyo. Los saharauis organizados del Frente Polisario intentan frenar la ocupación con escasísimos recursos y la población saharaui es bombardeada con napalm y fósforo blanco. Huyen mayoritariamente por el desierto hasta llegar a territorio argelino, en Tindouf, donde se les acoge en campamentos de refugiados hasta la fecha y donde han mantenido su lucha por la autodeterminación de su pueblo y de su territorio. El Frente Polisario culmina con relativo éxito la liberación de aproximadamente un 20% del territorio ocupado del Sahara y Mauritania se retira de su trozo del Acuerdo Tripartito de Madrid en 1979, quedando Marruecos como único ocupante del territorio. La lucha en el desierto es bastante desigual y Marruecos construye el famoso muro que se extiende por una franja desértica de 2.000 km., para delimitar el territorio y poner defensa a la capacidad del Polisario de ganar más terreno. Naciones Unidas interviene y consigue que en 1991 el Frente Polisario declare un alto el fuego con la condición de dar los pasos para la celebración de un Referéndum de Autodeterminación, que a las fechas que estamos no se ha celebrado. Marruecos ha puesto en el camino decenas de trabas y estrategias para dilatar el asunto en el tiempo y ganar la batalla diplomática. El resultado a día de hoy es que continúan en la Hamada argelina más de 150.000 saharauis viviendo en el refugio de Tindouf y que Naciones Unidas no ha conseguido avanzar ni un milímetro en su plan de paz para el Sahara Occidental. Las conversaciones entre las partes continúan de forma intermitente y el día 8 se reanudan en Nueva York, sin muchas esperanzas en sus resultados por la cerrazón de Marruecos a encontrar alguna fórmula viable. Francia apoya incondicionalmente a Marruecos en la empresa, mientras que España mira para otro lado sin mojarse en ningún momento en un conflicto que nunca debió darse. 35 años después los saharauis ya no aguantan más. Hemos tenido dos episodios de los saharauis que viven en el Aaiún, capital del Sahara. El primero el protagonizado por Aminetou Aidar, el año pasado, que internacionalizo el conflicto saharaui. El segundo, actualmente en el campamento montado en las afueras de la capital, con más de 20.000 saharauis que demandan mejoras en el territorio ocupado, salud, educación y empleo, así como recuperar la inversión de los recursos generados en territorio saharaui. Esto es lo que se va a encontrar Marruecos en la mesa de conversaciones en Nueva York. Mohamed VI ya ha manifestado que nadie ni nada podrán poner en cuestión la marroquinidad de los territorios de la antigua colonia española y apuesta por seguir ofreciendo una especie de autonomía vigilada con la propuesta de regionalización del país que afectaría de inmediato al Sahara Occidental, dando más poder a los saharauis y replanteando algunas inversiones en el territorio. Ello pretende enquistar el conflicto y continuar con la estrategia de hechos consumados. Así las cosas, observemos dos posibilidades. Una, la actual, que dilate en el tiempo las aspiraciones del pueblo saharaui a su libre autodeterminación (esto no es una cuestión de nacionalismos), y se pasen los años en reuniones inservibles avanzando Marruecos en la consolidación de su ocupación. La otra, menos deseable pero posible, es que el Frente Polisario, cansado de esperar las soluciones pacíficas prometidas en los Acuerdos de Paz de 1991, decida volver a la lucha armada. En estos días debería haberse celebrado un congreso del Frente Polisario que ha sido aplazado unos meses, al parecer porque la opción de vuelta a las armas podría resultar mayoritaria y quieren darse un plazo para tener claras todas las opciones. 35 años son muchos años. La mayoría de los saharauis ya han nacido en el exilio del desierto argelino y este conflicto tiene que resolverse sin más demora.

2 comentarios:

david dijo...

Magnifico articulo en el que se informa claramente la situación actual que estan viviendo miles de saharauis. Un saludo.

Maria Pineda Palencia dijo...

Te he leido en el Córdoba. Muy buen artículo!