martes, 1 de febrero de 2011

ANDALUCÍA, 4 DE MARZO

El Presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha aprovechado el conclave socialista de Zaragoza, para indicar que las elecciones andaluzas no se adelantarán, independientemente de lo que ocurra con las generales y que, por lo tanto, se celebrarán el primer domingo de marzo, día 4, del año 2012. La cámara andaluza cerrará sus puertas en diciembre de este año, teóricamente con unos presupuestos ya aprobados que condicionarán la tarea del próximo gobierno durante el primer año de su gestión. El hecho de marcar con tino y precisión la fecha electoral para nuestra comunidad, refleja el interés de los socialistas andaluces en agotar una legislatura que ha venido marcada por la inoperancia más absoluta en la aplicación de políticas públicas pero que le viene estupendamente a su partido en el proceso que esperan de recuperación de nuestra economía a finales de este año. Nos espera, pues, un largo año hasta la convocatoria electoral en el que vamos a poder comprobar de qué magnitud es la caída del imperio socialista en las municipales y autonómicas del 22 de mayo, si Zapatero en vista de los resultados resuelve adelantar a octubre las generales, nombrar a Rubalcaba presidente con su marcha, o inmolarse en bien de su partido presentándose de nuevo manteniendo las elecciones en marzo 2012, como Griñán. Andalucía sucumbe por momentos en un estado de depresión económica sin precedentes, que no podemos dejar de lado, resaltando nuestro alto índice de desempleo, que supera en Cádiz y Málaga el 30% de la población activa. Con una merma del turismo en 2010 del 1,7% y una previsión de disminución similar para este año, no se vislumbra un repunte económico importante, más bien una situación de estancamiento. La paralización casi absoluta del ladrillo, los mermados presupuestos municipales, las escasas inversiones en creación de empleo desde la Junta de Andalucía, apuntan a que dicho estancamiento puede prolongarse un año más, como mínimo, si no se introducen medidas correctoras que favorezcan la creación de empleo y el aumento del consumo. La finalización de la percepción de ayudas europeas al superar la renta media de la UE y la aplicación de las nuevas orientaciones de la Política Agraria Común (PAC), tendrá una repercusión importante en nuestra economía. Se corre el peligro de que nuestro desempleo alcance mayores cotas y la escalada hacia la recuperación sea cada vez más difícil. Cuando priman los intereses partidarios sobre los propios de la Comunidad Autónoma es que algo está fallando. Por el bien de Andalucía sería necesario un adelanto electoral, al menos en unos meses, que permitiera conformar un nuevo gobierno andaluz con sus nuevas propuestas económicas que deberían verse reflejadas en el presupuesto de 2012, y no dejar atada toda la gestión de un año agotando la legislatura sin ningún sentido ni razón. Pero como digo, son intereses de partido y eso nos costará a los andaluces varios meses más de desespero y de angustia. Un gobierno que está absolutamente noqueado, que vive en un encefalograma plano permanente, sin ideas ni propuestas serias para salir del atolladero y que únicamente decide enrocarse para ver venir su propia recuperación como partido. No nos merecemos esto los andaluces.

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