PISTOLETAZO DE SALIDA

Parece que este fin de semana todas las fuerzas políticas inician de forma oficial la extenuante pre campaña electoral hacia las municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo. Todos los partidos organizan actos multitudinarios para presentar a sus candidatos, dar a conocer las líneas maestras de sus programas electorales y colocarse lo mejor posible en este pistoletazo de salida. A partir de ahora nos queda mucho que oír y ver de mensajes políticos, propuestas, descalificaciones de unos contra otros, en cuatro meses anodinos en los que se paralizará prácticamente la actividad de lo público por estar centrados en la campaña. Lejos de ceñirnos a los quince días oficiales de la misma, lo cierto es que cada vez se alargan más los periodos de proselitismo que van en perjuicio del trabajo concreto de las acciones de los municipios y de las comunidades autónomas, en este caso. Aquellos que actualmente están gobernando todo lo tienen programado desde la institución que dirigen en clave electoralista. Se concluirán muchísimas obras, que volverán a ser inauguradas otra vez más, se dará bombo y platillo a lo bien que lo han hecho en las áreas correspondientes, para intentar que olvidemos la grave situación por la que atraviesa el país, sus causas y sus causantes por acción u omisión. Empezarán a desfilar por sus actos partidarios los personajes famosos, los grandes fichajes y figuras conocidas, todo lo que sea necesario con tal de recuperar los espacios que necesitan para continuar mandando en las instituciones. El electorado es lo que les interesa ahora, no el ciudadano. Hablaran de los graves problemas que tiene el país, su comunidad autónoma o su municipio, como si la generación de dichos problemas no hubiera ido con ellos. Impolutos se presentarán como la alternativa real del cambio necesario para repuntar la crisis internacional que afecta a nuestro país. Nos dirán lo malos que han sido unos y lo buenos que son ellos, lo bien que lo van a hacer y lo nefasto de la gestión de los que estén actualmente en el poder. Llenarán estadios y plazas de toros, teatros y paraninfos con sus fieles seguidores que agitarán banderas para dar colorido y fervor a los actos de campaña. Pero el electorado, que cada día toma mayor conciencia de su ciudadanía, ya está cansado de tanta pantomima. No está dispuesto a dejarse engañar y engatusar una vez más por las puestas en escena del teatrillo electoralista ni por propuestas que no tienen ni un gramo de autocrítica a su gestión pasada. Por eso, estas elecciones se presentan diferentes a las anteriores. Crece el desencanto por el Partido Popular y por el Partido Socialista, por lo político en general, muchos se irán camino de la abstención (que siempre beneficia a los dos partidos anteriores), pero otros muchos buscarán alternativas sólidas donde encaminar su intención de voto, propuestas de cambio real de políticas y de personas, de opciones distintas para un país que no puede quedarse en el viejo discurso de las izquierdas y las derechas.