domingo, 9 de enero de 2011

UN NUEVO PAÍS AFRICANO: SUDÁN DEL SUR

Recogido como uno de los compromisos fundamentales del Acuerdo General de Paz de 2005, que pusieron fin a la segunda guerra civil sudanesa, el pasado domingo 9 de Enero se celebró el Referéndum en Sudán del Sur como paso para convertirse en el país número 54 del continente africano. Se trata de un territorio de 620.000 km cuadrados (1/5 superior a España), con una población que ronda los 10 millones de habitantes, abarcando a 10 estados autónomos del gran Sudán y situando su capital en Juba. Faltan para este año celebrar las consultas en el estado de Abyei, para saber si se incluye con el norte o con el sur. Asimismo, las regiones de Montes Nuba y Nilo Azul, quedan pendientes de decidir su futuro de adscripción a una zona u otra. El flamante país de Sudán del Sur será uno de los más pobres del mundo debido, fundamentalmente, a los efectos de las dos guerras civiles que arrasaron amplios territorios agrícolas y ganaderos, sumiendo a su población en la miseria absoluta. Según Naciones Unidas, el 33% de su población sufre hambre crónica, es decir unos tres millones de sudaneses del sur está en peligro extremo de muerte por enfermedades simples y curables debido a su escasísima alimentación. El 85% de su población es analfabeta, lo que supondrá uno de los principales retos en el recién estrenado país y el 90% de la población vive con menos de 70 céntimos de euro al día, lo que cuesta una barra de pan en nuestro país. Con estos datos supone todo un desafío iniciar el proceso de secesión en Sudán del Sur. Cuenta a su favor con la existencia de petróleo en su territorio, que actualmente supone el 85% del total que produce Sudán, ingresos que sin duda ayudarán a mejorar los niveles de desarrollo humano, principal preocupación de la comunidad internacional y de las ONGS que trabajan en la zona. Al mismo tiempo, tendrían que darse toda una serie de apoyos internacionales para poder afrontar con éxito esta primera fase de la puesta en marcha del nuevo país, que tendrá que celebrar elecciones en breve plazo. Quizás el peligro más latente sea el que se vuelvan a producir las hostilidades entre el norte y el sur, colocando a la zona en un verdadero polvorín y acabando con todas las pretensiones arropadas por la comunidad internacional de creación del nuevo país. Grupos armados siguen actuando en la frontera y aunque de momento son reductos sin aparente control, el descontento puede crecer y afianzar una situación de guerra encubierta para desestabilizar el control sobre el petróleo. De todas formas, Sudán del Sur acaba de venir a la luz mundial y tendremos que cambiar de nuevo los mapas africanos, esperando que puede renacer la esperanza en sus maltrechos habitantes y que todo el proceso democrático que se iniciará en este nuevo año sea limpio y claro, condicionando todas las ayudas internacionales al buen gobierno y la trasparencia en la gestión. Tendremos que estar atentos a los brotes de violencia desde el norte para garantizar la consolidación del nuevo país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seria bueno que los paises que dicen mandar las ayudas en forma de dinero, o en forma de alimentos, fomentaramos el facilitar que profesionales de todo tipo, albañiles, fontaneros, electricitas, etc. Tecnicos en agricultura y ganaderia, en fin que el importe que se manda, que en muchos casos no llega a ninguno de los que lo necesitan, se usara en darles unos sueldos a estos profesionales para quien quisiera pudiera ir, el importe seria el mismo, bajariamos las listas del paro, y porque no, esos paises posiblemente verian que los paises mas avanzados realmente les ayuda, no solo se le manda algo de dinero en unos casos, en otros se les lena de militares, con lo cual, la penuria de ellos sigue siendo la misma; si se les mandase maquinaria y herramientas con la tecnologia que aqui se tiene, se le ayudase a tener carreteras, agua, luz, colegios, en fin mejorar su calidad de vida, se acabarian en muchos casos su rechazo a occidente.
En fin es un comentario a vuelapluma.