martes, 25 de enero de 2011
TURISMO MALAGUEÑO.
Unido a la crisis en la construcción, que ha generado miles de desempleados, el principal rubro de nuestra economía provincial también baja, poniendo en peligro un avance en el previsto crecimiento tímido en el 2011.
Los datos contradicen las permanentes manifestaciones del Consejero de Turismo, Luciano Alonso, cuando indica que todo va bien y que estamos manteniéndonos incluso creciendo un poco. De momento en 2010 hemos tenido en la provincia el 1,7% menos de turistas, lo que ha significado que las pernoctaciones bajen hasta situarse en 15 millones, un 2,1% menos que en 2009. En cifras globales hemos vuelto a los datos de pernoctaciones que teníamos en 2004, con el agravante, según reconocen los propios empresarios de la hostelería, de que los precios han bajado con respecto a esa fecha entre un 20 y un 30%.
En sólo dos años, Málaga ha perdido 2,3 millones de pernoctaciones, especialmente por el descenso del turismo inglés que copaba nuestro mercado un 30% del total del turismo, y los datos han podido mantenerse con las cifras citadas gracias a que ha crecido de forma importante el turismo nacional que ha optado por Málaga en lugar de viajar al extranjero. Sin embargo, este dato resulta preocupante si pensamos que nuestro turismo nacional puede bajar en 2011 debido a los efectos de la crisis y que las cifras globales pueden bajar aún más y dañar seriamente la economía de la provincia.
Muchos hoteles de la costa, que habitualmente permanecían abiertos todo el año, han optado por cerrar unos meses debido a la falta de reservas lo que aumentará el número de parados temporales en puestos que tradicionalmente permanecían sólidos. Algunos hoteles pequeños han cerrado definitivamente, pocos por suerte, pero la crisis amenaza con que el sector vaya a peor y se desplome gradualmente la importancia del turismo en la provincia.
Terminada la FITUR, donde por cierto nos hemos gastado un dineral promocional, los resultados para Málaga tampoco han sido espectaculares, debido a que es un mercado que ya se conoce en el exterior y, por ejemplo, han cobrado mucho más protagonismo en Andalucía las propuesta de interior como Granada y Córdoba (de lo cual hay que alegrarse), destinos más novedosos para los turoperadores que están buscando alternativas al sol y playa.
El consejero Alonso permanentemente nos indica la excelencia y calidad de nuestro turismo malagueño, pero lo cierto es que poco, o muy poco, se está invirtiendo en la mejora de nuestras costas y playas para lograr esa excelencia. El abandono absoluto en que tienen sumida a la costa este de Málaga así lo demuestra. Desde Rincón de la Victoria hasta Nerja, el abandono en inversiones por parte de la Junta de Andalucía es generalizado. Lo poco que se hace para lograr la excelencia se realiza en la zona occidental a costa de frenar el crecimiento turístico en la zona este.
Seguiremos perdiendo turistas en 2011 según los datos de los empresarios y los precios ya no pueden bajar más porque aumentarían las pérdidas y con ello peligran más puestos de trabajo. Así pues, es urgente el replanteamiento del sector para la provincia de Málaga si no queremos lamentarnos más tarde.
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