BRICS

Con esta sigla nos referimos conjuntamente a los países llamados “emergentes”: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los que controlan el 53% de la economía mundial, cuenta con una población cercana a los 3.000 millones de habitantes (la mitad mundial) y una extensión geográfica de 38,5 millones de Km cuadrados, índices que no coinciden con el peso que tienen en los organismos internacionales. Los pasos agigantados que están dando sus economías sitúan al BRICS como referente mundial, trasladando los actuales centros de poder económico de EE.UU y Europa, hacia el oriente, sur de África y el gigante latinoamericano. La reunión que han mantenido en China ha tenido por objetivo coordinar la postura del grupo sobre los principales asuntos económicos e internacionales, especialmente los relacionados con la reforma del sistema monetario internacional, las fluctuaciones de los precios de las mercancías, el cambio climático y el desarrollo sostenible. La coincidencia de que este año 2011 los cinco países formen parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha servido a los representantes para concretar la urgencia de la reforma del Sistema de la ONU y del propio Consejo de Seguridad, para que esta sea más efectiva, eficiente y representativa, pudiendo tratar los problemas globales actuales con mayor éxito. Hay que recordar que de los cinco BRICS, sólo Sudáfrica votó a favor en el Consejo de Seguridad sobre la intervención en Libia avalada por la resolución 1973, y que entre las conclusiones de esta cumbre, los cinco mandatarios han llamado a resolver el conflicto entre las partes con el apoyo de la comunidad internacional, pero sobre todo con los organismos regionales más cercanos, como es el caso de la Unión Africana. El peso que pueden tener los BRICS en las decisiones internacionales debe tener una mayor densidad ya que actualmente se encuentran sub representados, de ahí que en la declaración conjunta señalen de forma específica la urgencia en contar con ellos en todos los organismos internacionales. A pesar de las diferencias en cuanto a sus sistemas de gobierno, economías, latitudes y población, el BRICS es considerado en la actualidad como un grupo dominante en todos los avances a nivel mundial y han sabido adaptarse a la crisis de 2008, sobre todo China que ha continuado creciendo a una media anual del 9%. El hecho de agrupar casi la mitad de la población mundial le da a tan sólo cinco países la capacidad de aportar nuevas líneas de actuación en el campo de juego internacional, de ahí sus demandas constantes hacia la ONU. Se perfilan como los pilares del desarrollo para el 2050, momento en el que muchos economistas consideran que todas las decisiones mundiales pasarán por el sudeste asiático y, en menor medida, del resto de los BRICS. Algo está cambiando en los centros de poder económico que deseamos se traduzca también en cambios de la concepción de aldea global para garantizar los retos de equidad que necesitamos.