YO ESTUVE EN VISTALEGRE

Los que me conocen saben bien que nunca me han gustado este tipo de actos multitudinarios de enfervorecidos seguidores que aplauden sin cesar y ondean sus banderas al viento. Y nunca me han gustado porque siempre han estado vinculados al sectarismo, al seguidismo, y a muchos ismos que no quiero nombrar. Pero el acto de hoy en Vistalegre organizado por nuestro partido era otra cosa y voy a explicar por qué. En primer lugar, nadie nos ha pagado ni el transporte a Madrid, ni nos han dado bocadillo, todo ha salido de nuestros bolsillos, aportando además un euro o más para pagar el alquiler del recinto. Otros no sólo pagan los alquileres con fondos del partido, sino que asisten a veces hasta en coches oficiales, es decir, que lo pagamos todos, haciendo un abuso manifiesto del dinero público, confundiendo lo que es el partido y el estado. En segundo lugar, porque allí han estado, además de candidatos, afiliados y simpatizantes de Unión, Progreso y Democracia, personas que se han acercado a ver de qué iba el asunto, qué es esto de UPYD, comprobar que este es el partido de Rosa Diez y de 6.000 personas más que andábamos por allí. Símbolo del zapaterismo y del PSOE en sus campañas electorales y habiendo desistido de celebrar en esta campaña su acto madrileño, lo ha hecho UPYD, en el mismo escenario, pero con otros actores y con otro sentido. En tercer lugar, hemos ido a hablar de política, a oír discursos que inciden en la necesidad de cambiar esto que forma parte de los males de nuestra democracia, sin meternos con nadie, sin insultar a nadie. Para eso ellos solos se las pintan. Qué bonito respirar la libertad asumiendo la responsabilidad de ser ciudadano con el compromiso de la Alternativa Necesaria para regenerar la vida política de este país. Por último, ha sido diferente porque nos hemos congregado para decirle a la ciudadanía española que estamos aquí, que somos muchos y seremos más, que conozcan de nuestra existencia y de nuestro compromiso con ellos mismos. Por todo eso ha sido diferente. Por los oradores, sus mensajes, que cualquiera de nosotros repite constantemente en actos públicos, presentaciones de candidatos, entrevistas en la radio o mítines. Porque todos los presentes nos sentíamos representados y aunque parezca una tontería estas cosas son de lo más importante. Muchas personas no han podido acudir por compromisos personales, por la lejanía de Madrid o porque estaban en otras cosas de campaña que no han podido dejar. Hasta de ellos nos ha llegado el aliento en el acto de hoy. Por eso, aunque seguirán sin gustarme las concentraciones masivas, hoy tocaba ponerse de largo y presentarnos ante nuestros conciudadanos, simplemente para decirles: Hola, estamos aquí, y hemos venido para cambiar las cosas. De ti depende. De tu voto útil.