viernes, 29 de abril de 2011

22 DE MAYO

Estamos llamados a las urnas para el próximo 22 de Mayo. Elecciones municipales y autonómicas en 13 comunidades. Quisiera detenerme en analizar la conjugación de los dos verbos que encabezan esta nota: “Estamos llamados”. En los tiempos que corren en los que la política cotiza bajo mínimos en la opinión de la ciudadanía, gozando del mayor desprestigio en nuestro proceso democrático; donde los partidos se han posicionado como las organizaciones “sin las cuales no”; cayendo en una partidocracia absurda, manipuladora, que vende sus posicionamientos siempre a costa de mantener el poder a toda costa; que ocasiona asimetrías en las distintas comunidades españolas fracturando enormemente los principios de igualdad de nuestra Constitución; en una sociedad donde el desempleo alcanzará en breve los 5 millones de personas; donde se han rebajado los sueldos, las pensiones, ampliado la edad de jubilación; con unos partidos que hacen del enfrentamiento partidario y personal la única política visible ante la sociedad; en un periodo donde contamos sin duda con los peores perfiles políticos de nuestra historia democrática; en este momento, los ciudadanos “Estamos llamados” a las urnas. Es el momento de la reflexión, porque la ciudadanía eligiendo, es la que indica si está de acuerdo o no con todo lo que se detalla en el párrafo anterior, validando las posturas señaladas y su quehacer de los partidos mayoritarios hasta ahora, que han jugado muy bien su baza de colocar al país siempre en la disyuntiva de o unos u otros. Utilizan sus armas de marketing electoral para situar de nuevo al elector (para ellos lo de ciudadano es absolutamente secundario), en la dicotomía de izquierda o derecha, olvidando que con ese cuento de la lechera ya no engañan a nadie. Por eso, el 22 de Mayo, los españoles que “Estamos llamados” a ejercer nuestro derecho constitucional del voto, vamos a hacerlo con la responsabilidad de quien tiene la obligación de parar esto, de detener la pérdida de credibilidad en la política, de recuperar la participación de los ciudadanos en el control de lo público, de dibujar otras reglas del juego distintas a los intereses exclusivamente partidarios; y nos vamos a situar en ese nivel de responsabilidad porque de nosotros depende que esto continúe así o consigamos cambiar el rumbo del proceso democrático en nuestro país. Por eso, el 22 de Mayo, no sólo vamos a elegir a Alcaldes y Concejales, o a Presidentes de Comunidades Autónomas o Diputados regionales, vamos a emitir nuestro voto para reconducir todas las tropelías de unos y de otros, y vamos a dar nuestra confianza a propuestas de regeneración democrática, a nuevas alternativas necesarias, para garantizar que esto de la política sigue siendo cometido de los ciudadanos y no de los instrumentos partidarios clásicos. Y como “Estamos llamados”, tenemos que acudir, una vez más, a intentar salvar la dignidad que como ciudadanos nos corresponde, nada de quedarse en casita, hay que ir a ejercer nuestro derecho con todas las consecuencias, porque esa será la única forma de que las cosas empiecen a cambiar.

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